Las espadas del bien y del mal vuelven a encontrarse aunque, esta vez, dentro de una pantalla más pequeña de lo habitual. PSP recibe el espíritu de lucha de una saga que logra aprovechar el poder de una máquina destinada a imitar las proezas de consolas como Xbox 360 y PlayStation 3. Si creías que Soulcalibur IV no sería posible en una portátil, estabas muy equivocado...
Ya os avisamos en el pasado E3 que este fin de año iba a ser para PSP gracias al lanzamiento de unos cuantos videojuegos destinados a recuperar la confianza de sus fieles jugadores. De hecho, ahora que llega septiembre y las compañías empiezan a poner en marcha su maquinaria ante el final del verano, aterriza en nuestra redacción una copia de Soulcalibur: Broken Destiny, un título que junto a Dissidia: Final Fantasy y Fate: Unlimited Codes, comparte el objetivo de añadir una gran e importante novedad al catálogo de la portátil de Sony durante esta primera semana de septiembre.
Una novedad que, además, posee la firme intención no sólo de contentar a los más puristas del afamado género de las luchas y, en particular, de la serie Soulcalibur, sino que también llega al formato UMD para hacerse accesible a todo tipo de jugadores.
A lo último de los japoneses de Namco Bandai se le notan pues sus pretensiones nada más deslizar el botón POWER de nuestra PSP. En primer lugar, por la sustitución del modo historia tradicional en la saga por un modo tutorial y, en segundo término, por la ausencia de opciones online que impedirán (a los más exigentes) continuar con la diversión que siempre ha proporcionado el repartirse golpes en línea mediante espadas, bastones y demás herramientas de castigo.
La personalización del poder
Jugablemente, Soulcalibur: Broken Destiny comparte muchos de los rasgos ya contemplados en Soulcalibur IV (para Xbox 360 y PlayStation 3). Los 30 luchadores que posee la versión que analizamos están prácticamente rescatados del último videojuego de la serie, salvo interesantes incorporaciones como la del tramposo Dampierre o el imponente Kratos (protagonista de God of War).
Se cae del conjunto la novedad que supuso meter a Yoda o Darth Vader dentro del repertorio de luchadores de Soulcalibur, pero aún así tenemos mucho donde elegir, sobre todo si consideramos que podremos crear, una vez más, a nuestro propio luchador.
De esta manera, el Modo Creación se proclama como una de las opciones más atractivas y, por supuesto, robustas de Soulcalibur: Broken Destiny. Cierto es que no se incorporan herramientas de edición que logren modificar la musculatura o altura de nuestras creaciones, pero a cambio se nos ofrecen más de 500 elementos accesorios (armaduras, vestidos, pantalones, faldas, cascos, brazaletes...) con los que tapar sus vergüenzas a unos luchadores que, ciertamente, podrán resultar únicos. Caras predefinidas, opción de escoger el color de ojos, de piel o de pelo, así como la personalización de la tonalidad de las vestimentas consiguen otorgar gran poder a unos usuarios que tendrán la oportunidad de guardar en su PSP hasta 16 creaciones a la vez.
Luchas para principiantes
No obstante, no es ésta la única modalidad interesante de Soulcalibur: Broken Destiny, y es que no podía faltar el particular modo historia de turno, aunque esta vez modificado hasta tal punto que casi puede considerarse como un tutorial de inicio para los jugadores que se incorporen por primera vez a la franquicia.
Para ellos, El Guante será como un regalo caído del cielo, mientras que para los demás no será más que una modalidad desaprovechada y puede que hasta frustrante. Y no lo decimos por su duración, ya que en total se compone de más de 30 capítulos que dan para muchas horas de juego, sino por su concepto, basado en superar unos retos que, aparte de no durar ni cinco segundos de media, nos obligarán a realizar las maniobras de ataque o evasión propuestas sin que tengamos libertad para practicar algo diferente.
En otras palabras, esta opción de juego no apuesta por la diversión, sino más bien por el entrenamiento de jugadores en las técnicas de Soulcalibur, invitándoles a vivir una historia que, para mayor desgracia, será la misma independientemente del luchador que escojan. En definitiva, una modalidad que no deja brillar la espectacularidad de unas batallas que, eso sí, ya podrán vivirse en su máximo apogeo dentro de modos como Combate Rápido o Pruebas, más destinados a experimentar la fuerza de personalidades tan entrañables como Mitsurugi, Taki, Cervantes, Voldo, Sophitia, Kilik o Nightmare.
Pequeña gran PSP
En concreto, el sistema de juego acuñado por Combate Rápido nos ha sorprendido, ya que emula lo que sería una sala de combate online nutrida de ocho contrincantes con diferente nivel de experiencia. Además, cada uno cuenta con un nick simulado y hasta con un título de campeón -de entre 200 distintos- que podremos conseguir para nosotros (algo que contribuye al factor coleccionable) si conseguimos derrotarles.
En lo que respecta al Modo Pruebas, nos encontramos con el simple objetivo de sumar puntos propinando golpes a nuestros adversarios o defendiéndonos de ellos. Si acertamos, aumentamos la puntuación; si fallamos, se nos resta; así de sencillo.
Por último, nos queda hablar del Modo Enfrentamiento, basado en la interconexión inalámbrica (ad-hoc) entre consolas, y del Modo Entrenamiento, opciones tradicionales en la serie si no fuera por una ya mencionada ausencia de posibilidades online que, aún así, no llegan a perjudicar el acabado final de un videojuego que logra mantener el espíritu de Soulcalibur IV a pesar de que juguemos en una PSP. El excelente "frame rate", la casi increíble suavidad de los gráficos, el detalle otorgado a los casi veinte escenarios presentes y la calidad de la banda sonora logran convencernos de que los nipones de Project Soul han conseguido, una vez más, un grandioso título de luchas.
Soulcalibur llega por primera vez a una portátil sin que ello signifique el abandono de la excelencia visual acuñada desde el estreno de la franquicia en 1998. Recuperando la esencia de Soulcalibur IV, los japoneses dan a los usuarios de PSP un título ideal para adentrarse en la serie pero al que le faltan algunos elementos (un modo historia tradicional y posibilidades online) para contentar plenamente a los más puristas. En cualquier caso, un videojuego muy recomendable y diríamos que casi imprescindible para los amantes del género de las luchas.
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