Los jugadores aficionados a los juegos de estrategia es probable que conozcan la saga Front Mission de Square-Enix, más que nada porque lleva con nosotros desde los tiempos de SNES. Sin embargo, la compañía nipona ha querido plasmar un nuevo enfoque a la serie y convertirla en un juego de acción, movimiento que desde aquí aplaudimos por su atrevimiento a pesar de que que no haya salido redondo del todo.
Muchos os preguntaréis el por qué de dicho cambio (pasar de la estrategia a la acción) en este nuevo episodio de Front Mission. La respuesta es muy sencilla: Square-Enix pretende llegar a una mayor cantidad de público. Y obviamente, y teniendo en cuenta los tiempos que corren, los títulos de acción son infinitamente más populares que los de estrategia. Además, este cambio les ha dejado más margen para implementar nuevas ideas, mecánicas y conceptos a su creación, incluyendo un argumento de corte apocalíptico.
Futuro en guerra
Estamos en el año 2171 exactamente y, por lo visto, el mundo habrá experimentado cambios muy serios a todos los niveles. Los países se habrán ido fusionando paulatinamente para convertirse en bloques geopolíticos muy escasos y poderosos. La carrera espacial habrá alcanzado unas cotas muy relevantes, hasta el punto de que la raza humana habrá encontrado nuevos planetas y colonias en los que habitar. La tecnología será tan avanzada que las personas utilizarán unos robots gigantes de aspecto humanizado –los wanzers- para llevar a cabo distintas actividades. Lo dicho, todo habrá cambiado en ese año, menos una cosa: las guerras seguirán a la orden del día.
En una interesante y bastante llamativa secuencia introductoria, vemos cómo un grupo terrorista muy bien armado lanza un ataque devastador contra unas instalaciones de los Estados Unidos Continentales (UCS). Como consecuencia de esta agresión, la desdicha se cernirá sobre el protagonista, el ingeniero y experto en wanzers Dylan Ramsey, dado que su pobre padre se encontrará precisamente en las cercanías de dicho ataque terrorista. Y dado el terrible caos en el que se sumerge rápidamente la ciudad, a Dylan no le queda otra que salir su busca.
En esta misión un tanto suicida, Dylan solo puede echar mano de su última creación: Wizard. ¿Y qué es exactamente Wizard? Pues un wanzer experimental que –en teoría- cuenta con la tecnología más avanzada tanto en sistemas defensivos como en armamento militar.
Wanzers en guerra
La capacidad de combate de nuestro wanzer es realmente imponente. El robot puede ser equipado con hasta cuatro armas simultáneamente, es capaz de volar y planear durante unos instantes y encima presenta una armadura muy resistente… quizá demasiado. Y es que la campaña individual no es especialmente difícil de superar, y más teniendo en cuenta que únicamente consta de cinco episodios no muy extensos. A pesar del alto número de rivales que tenemos que afrontar en cada nivel (desde wanzers enemigos a tanques, vehículos blindados, naves, torretas, etc.), los únicos adversarios que realmente pondrán a prueba nuestra habilidad serán los jefes finales. Así, este modo puede ser superado en unas 5 ó 6 horas.
Paradójicamente, este corto ciclo de vida del modo individual –y a pesar de que obviamente sigue siendo un defecto- no es tan grave en este caso. ¿Y por qué? Pues porque “gracias” a esto el juego no acaba resultando tan monótono como podría haber sucedido, dado que el desarrollo del título es demasiado invariable. En todas las misiones, y a pesar de que debemos cumplir diversos objetivos, al final todo acaba reduciéndose a eliminar a todo bicho viviente que se nos ponga a tiro. Al principio dichos enfrentamientos son hasta divertidos por lo espectaculares que resultan, pero conforme vamos superando niveles lo cierto es que terminan por hacerse algo monótonos. Demasiado incluso para un juego de esta índole. Y eso que la aventura también nos ofrece otros recursos que ayudan a romper un tanto con la monotonía de la acción, como escenas de vídeo bastante aparentes que tienen lugar entre las distintas fases, la posibilidad de “tunear” nuestro wanzer, y añadirle nuevas armas y componentes… Pero aún así, estos factores no son lo suficientemente numerosos.
Por fortuna, y para complementar a este modo individual, el título presenta un modo multijugador online que no está mal del todo. De ninguna manera puede hacer sombra a los grandes del género (como Modern Warfare 2 o Halo: Reach por citar un par de ejemplos claros), pero por lo menos sí que es bastante competitivo y entretenido. Esta modalidad está conformada por cuatro modos de juego clásicos (Deathmatch, Deathmatch por Equipos, Dominación y Supremacía) y, si bien no sorprenden en absoluto, todos funcionan de manera fluida y tienen el “punto” distintivo de los wanzers, lo que le diferencia claramente del resto de shooters. De hecho, pensamos que este modo multijugador supera con creces las prestaciones del modo principal…
En el plano técnico, el título es bueno, muy correcto. Lo más llamativo es el gran tamaño de los decorados y lo bien realizados que están los wanzers en general, especialmente sus animaciones. Pero por otro lado, dichos fondos no son especialmente detallados y se muestran un tanto “toscos”, por decirlo de alguna forma. Y en lo relativo al apartado sonoro, destacan los diálogos entre los personajes (en inglés con subtítulos) y los contundentes efectos, que se imponen a la banda sonora que pasa más desapercibida.
En resumen, Front Mission Evolved es un buen juego de acción que no despunta por nada en particular, más allá del atractivo que puede tener para algunos usuarios sus protagonistas, los wanzers, que le distinguen del resto de producciones del estilo. Esto, unido al notable modo multijugador, lo convierten en un título interesante para los más forofos de la acción.
Square-Enix ha querido dar un giro a su veterana saga de estrategia Front Mission para transformarla en un juego de acción. Y el resultado, si bien no ha sido del todo satisfactorio por el repetitivo desarrollo del modo individual, sí que ha servido para sentar las bases para futuras entregas. Por otro lado, el acabado técnico no está mal, la posibilidad de personalizar y mejorar nuestro wanzer nos ha gustado y el modo multijugador puede llegar incluso a enganchar.
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