Entrar al bello mundo de Pandora también es posible desde la portátil de Nintendo, pero en esta ocasión encarnando la lucha de los Na´Vi por sobrevivir ante la llegada de los humanos. Un RPG de acción para el gran público que nos mostrará la historia de la película desde otro punto de vista.
Nintendo DS recibe una entrega muy especial de Avatar que nada tiene que ver con las versiones de Xbox 360 y PlayStation 3, ni tampoco con la de Wii, donde el juego se enfoca al sigilo. En esta ocasión Ubisoft ha ideado una fórmula donde, con el sencillo uso del lápiz táctil, vamos a poder realizar todas las acciones en el videojuego.
Parece que las versiones para consolas Nintendo se han abonado a personificar a los Na´vi, porque aquí vuelven a protagonizar la aventura teniendo que lidiar de nuevo con los humanos invasores.
El joven Nok es el protagonista de una trama que nos vuelve a poner en mitad de dos enfrentamientos. Nuestro protagonista está deseoso por la llegada de la “gente celeste” –así se conocen a los humanos-, pero cuando se da cuenta que sólo pretenden explotar los recursos de su tierra, luchará por la protección de su pueblo.
Un armamento muy artesanal
La vista cenital es la elegida para el desarrollo del videojuego, la misma utilizada en el reciente “Overlord Minions” y con unas particularidades de ataque muy similares. Como hemos dicho sólo necesitaremos el lápiz táctil para hacer cualquier función, moviendo al personaje ejerciendo toques sobre la pantalla y señalando a los distintos enemigos para atacarles. Tendremos tres golpes distintos para desplegar: el dirigido, el barrido y la estocada. En general funcionan muy bien, pero la acción de señalar se hace más difícil con los enemigos pequeños, pues la consola a veces no la reconoce bien.
Nuestro cazador usará al principio la vara, pero conforme avance irá consiguiendo nuevas armas que le permitirán ir a zonas por las que antes no podía pasar. La honda por ejemplo, permite usar semillas para hacerlas rebotar en las paredes y así accionar interruptores inalcanzables en un principio. El látigo, además de usarse para atacar, nos permite alcanzar zonas elevadas imposibles de alcanzar con un salto normal. El famoso arco también cuenta con su merecido protagonismo, ideal para los enemigos difíciles de abatir cuerpo a cuerpo y a aquellos que están situados en otras zonas. Y por último el mazo, una herramienta muy poderosa creada especialmente para romper grandes rocas que dificulten nuestro paso.
El juego se encarga automáticamente de los saltos de nuestro protagonista, teniéndonos que acercar simplemente a un saliente para realizarlos. Otro movimiento que usaremos mucho es el de lanzar objetos para resolver ciertos puzzles que tengan que ver con pesos y accionar interruptores.
Un mini-Pandora lleno de posibilidades
Cada vez que derrotemos a un enemigo o bien exploremos los escenarios, nos encontraremos con las llamadas semillas de esencia, usadas para conseguir nuevas habilidades para el personaje que van desde un incremento en la potencia de un arma, una defensa más pronunciada contra ciertos enemigos o simplemente un punto más en nuestra salud.
Las informaciones que desbloqueemos, junto con las habilidades disponibles, se hallan en la Pandorapedia, un lugar del saber Na´Vi que puede ayudarnos a enfocar nuestros próximos pasos.
Visualmente, y especialmente el diseño de los escenarios del juego, recuerda mucho a los clásicos de 16 bits que, con simpleza pero con suma inteligencia, lograban crear buenos mapeados a los que teníamos que volver en repetidas ocasiones para resolver la aventura. Los personajes guardan un buen tamaño, y las conversaciones se presentan como una viñeta de gran tamaño.
El apartado sonoro no destaca especialmente, cierto que es adecuado para el videojuego, pero no aporta una distinción clara en lo que Avatar intenta forjar, que es una nueva sensación que no sólo entre por los ojos sino también por los oídos.
Avatar para Nintendo DS ofrece un juego clásico en su desarrollo pero innovador en control, aunque con el paso de las horas puede perder parte de ese carisma propio de un videojuego basado en una película de gran importancia. Un juego ameno y sencillo a caballo entre la acción y el rol, bastante alejado de la película y con su punto fuerte en la exploración.
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