Un mundo dinámico en el que los sucesos imprevisibles no dejan de sucederse. Con esta premisa y el firme propósito de abrirse hueco en un mercado que gobierna desde hace años el imbatible World of Warcraft, entra Trion Worlds en el mundo de los MMORPG. ¿Lo conseguirá?
Sin hacer demasiado ruido pero labrándose una muy buena reputación entre los aficionados a los juegos de rol multijugador masivos en línea, Rift: Planes of Telara ya se encuentra entre nosotros. Y sin ser demasiado original con respecto a otros exponentes del género, ni poner fin a los principales problemas del mismo –misiones muy repetitivas, etc.-, esta obra de Trion Worlds ha conseguido crear una sólida base jugable sustentada sobre un principio francamente divertido: todo es posible en el mundo de Telara.
Brechas dimensionales
La historia de Rift nos traslada al conflictivo mundo de Telara; un lugar de fantasía en el que dos grandes facciones, los Guardian y Defiant, se enfrentan entre sí mientras un nuevo problema, que atañe a ambos lados, amenaza con poner fin a toda forma de vida en el mundo: las brechas dimensionales. Estas anomalías, que pueden ser de distintos tipos, traerán consigo a una suerte de criaturas elementales (aire, fuego, vida, muerte…) que arrasarán con todo lo que se cruce en su camino. Y lógicamente seremos nosotros, en colaboración con otros usuarios, los que deberemos cerrarlas enfrentándonos al peligro.
Este es sin duda el aspecto más llamativo y destacable de Rift: Planes of Telara, un título que al margen de esto y algún que otro detalle más, se mantiene muy fiel a los cánones establecidos por el género. No en vano, y una vez hayamos creado a nuestro héroe, nos embarcaremos en una intensa cruzada por Telara en la que deberemos cumplir abundantes misiones, mientras exploramos el mundo y nos relacionamos con otros personajes, ya sean controlados por usuarios o por la IA del juego. En este sentido, las misiones se nos antojan algo repetitivas y poco imaginativas, ya que una vez más nos encontramos ante un título que nos mantiene caminando de un lado a otro hablando, recolectando objetos o exterminando a X tipo de criaturas mientras desarrollamos las habilidades del héroe. Sí, es cierto que las misiones están muy bien hilvanadas entre sí y siempre tendremos algo que hacer, pero aun así, no habría estado de más algo más imaginativo.
Lo bueno, como decíamos antes, es que las brechas dimensionales pueden sorprendernos en cualquier momento, lo que significa que en medio de una misión puede abrirse un gran portal sobre nuestra cabeza alterando todo el terreno a nuestro alrededor de forma radical. Será en estos momentos cuando deberemos aunar fuerzas con otros usuarios para conseguir vencer a todos los enemigos aparezcan, puesto que de lo contrario, toda esa zona quedará sumida en el caos hasta que alguien logre cerrarla. Incluso una aldea o campamento aliado puede desaparecer del mapa si no se cumple el objetivo, quedándonos por tanto sin todos esos comerciantes y personajes con los que interactuar hasta que alguien logre restablecer el orden.
En lo que respecta a este tipo de misiones, que se asemejan a las misiones públicas de Warhammer Online, los usuarios que se encuentren en el radio de acción de la brecha podrán sumarse al grupo de combatientes para luchar, aumentando la dificultad de la batalla en relación al número de usuarios en liza. Lo bueno es que la reputación que obtendremos, así como las recompensas, vendrán determinadas por nuestras actuaciones en el frente y no tanto por el azar, potenciando así el que todo el mundo quiera unirse a estas misiones especiales (además en el mapa aparece en todo momento la ubicación de las brechas que se han abierto).
Los caminos del guerrero
Uno de los aspectos más interesantes de Rift lo encontramos en el sistema de desarrollo de los héroes. Con una base de cuatro arquetipos distintos –guerrero, clérigo, pícaro y mago: cada uno de ellos con varias especialidades-, tendremos tal cantidad de opciones de personalización que en primera instancia nos podremos sentir incluso abrumados. En concreto, hasta 32 opciones posibles, ya que podemos combinar hasta tres especialidades, abriendo cada una de ellas un árbol de habilidad que desarrollaremos invirtiendo los puntos que obtendremos tras cada subida de nivel.
Esto supone dar vida a un amplísimo repertorio de guerreros que se amoldarán a las necesidades del usuario, pudiendo incluso registrar diversas alternativas para un mismo guerrero que, después, podremos alternar durante la partida permitiendo adaptar rápidamente al personaje a las circunstancias de la batalla. Unas posibilidades realmente interesantes, sobre todo cuando alcanzamos el nivel máximo -50-, ya que las batallas PVP contra otros usuarios, o los asaltos a las mazmorras más complicadas requerirán de toda nuestra pericia, en conjunción con otros usuarios, para sobrevivir.
En cuanto a las especialidades de las que hablábamos, estas no dejan de ser las habituales en el género. Así, encontraremos hechiceros elementales, nigromantes, invocadores, paladines, guerreros especialistas en combates con dos armas a la vez, otros con grandes capacidades defensivas… Combinándolas, unido al propio equipo de batalla que recolectaremos tras las batallas o comprándolos en los bazares, podremos dar forma al combatiente de nuestros sueños, si bien es cierto esta es una tarea que requerirá de horas de juego y mucho estudio. Y es que cuando se te dan tantas opciones, puede resultar muy fácil perderse e invertir puntos en habilidades que luego no se aprovechan.
Aparte de estas opciones, también nos encontramos con diversas profesiones que podemos desempeñar y que tampoco se alejan de lo habitual. Así, habrá artesanías que nos permitan tratar minerales y piedras preciosas, pieles o plantas; otras con las que podremos crear armas de todo tipo, objetos defensivos o joyas y runas… Todo centrado en un sencillo sistema basado en la recolección de recetas y el empleo de objetos especiales.
Un mundo conflictivo
Rift es un título con un muy buen sistema de juego PvE, que potencia la colaboración entre los jugadores para sortear todas las dificultades, pero aparte, también existen varias opciones de PvP que nos darán pie a realizar luchas contra otros jugadores. En este punto, las alternativas que se ponen sobre la mesa son muy continuistas, ya sea en zonas de batalla creadas para tal efecto o en las zonas bajo disputa, que estarán disponibles cuando alcancemos los niveles más altos. Sin embargo, el que sea poco original al respecto no significa que no sea divertidom todo lo contrario. Gracias a las enormes opciones de personalización con las que nos encontramos, este tipo de escaramuzas suponen todo un reto y tenemos ganas de ver cómo evolucionan durante las próximas semanas, cuando los jugadores se hagan por completo al sistema de desarrollo de los héroes.
Aun así, sin duda, nos quedamos con las misiones públicas que se irán generando aleatoriamente y de forma constante por todo el mundo de Telara, ya que estas dan muchísima vidilla al día a día en Rift: Planes of Telara. Además, los cambios visuales que sufrirán los entornos hacen que, visualmente hablando, el juego sea uno de los títulos más llamativos y destacables del género. En este punto, destaca el modelado y las animaciones de personajes y enemigos, que poseen además un gran estilo artístico, con un aire realista que nos ha gustado mucho.
También destaca la variedad de localizaciones por las que nos moveremos, así como los efectos de luces y sombras, que están realmente conseguidos. ¿El problema? Que este acabado tan notable no se ve reflejado del mismo modo en el apartado sonoro. Por un lado, porque las melodías, aunque buenas, son algo repetitivas a la larga, pero sobre todo, porque los efectos sonoros y el haber llegado sin una traducción al castellano le restan cierto atractivo.
Muy dinámico y adictivo, justo como prometieron sus desarrolladores. Rift: Planes of Telara se ha estrenado con paso firme y, sorprendentemente, libre de bugs o errores llamativos en el mundo de los MMORPG… y creemos además que lo hará con éxito. El haber sabido conjugar los mejores aspectos vistos en otros títulos de corte similar, y añadirle a todo eso las misiones públicas que se generan aleatoriamente, lo convierten en una apuesta realmente atractiva para cualquier aficionado al género. Lo malo, que sus misiones son algo repetitivas y que todavía hay que pulir algo más el PvP; pero no es nada que arruine la gran experiencia de juego.
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