La mejor saga de baloncesto de la actualidad presenta su fastuosa nueva entrega, y lo hace con una de las mejores y mayores inyecciones de novedades de los últimos tiempos. NBA 2K10 está en plena forma, y parece dispuesto a volver a luchar por el anillo.
Justificar la compra de un videojuego dentro de una saga todos los años, y más si éste es deportivo, siempre es complicado; especialmente por el hecho de que a pesar de las innumerables horas que ofrecen, la inclusión de novedades debe ser brutal para incitar, una edición más, al aficionado.
Es precisamente en esta línea en la que se mueve NBA 2K10, en la del que debe hacer frente a la cada vez más dura competición de NBA Live, y también la del videojuego deportivo que celebra su décimo aniversario de la mejor forma posible, ofreciendo una de las mejores entregas de la franquicia en los últimos tiempos.
Subiendo el Nivel
Este año hemos prestado bastante atención a NBA 2K10 en términos de avances e Impresiones Jugables porque hemos considerado que lo que 2K Sports pretendía lograr con esta edición era una serie de inclusiones a las que merecía la pena hacer un seguimiento especial.
Para empezar una de las incorporaciones más llamativas es la de NBA Today. Con esta herramienta incorporamos a la jugabilidad de NBA 2K10 todos los datos del mercado de la NBA, las últimas noticias y las estadísticas debidamente actualizadas del mejor torneo de baloncesto del mundo. Es, por establecer algún paralelismo, similar a lo que Adidas Live Season en su primera versión supuso para FIFA 09, y no tanto parecido a lo que hemos podido ver en la edición de este año del simulador futbolístico de EA Sports.
Así pues contaremos con el 2K Insider que nos dará pistas sobre cómo está marchando el campeonato y algunos consejos, algo molesto por otra parte por sobreabundancia de éstos, y también con un sistema que sigue los rendimientos de los equipos en la liga para presentárnoslos como los más recomendables para disputar partidos rápidos.
El modo My Player es, por otra parte, la mayor incorporación del videojuego en cuanto a modalidades, y nos permite crear un jugador de la nada y convertirlo en una estrella con el paso de diferentes temporadas o jugar con él a través de Internet.
Si optamos por llevar nuestro jugador a internet podemos disputar partidos junto a otros usuarios de todo el mundo y recibir puntos extra que, sin embargo, no incrementarán nuestras estadísticas como sí lo hará el juego off-line. Se trata de la única incorporación a una vertiente multiplayer muy continuista, pero igual de brillante que en episodios anteriores.
En la faceta solitaria de My Player deberemos seguir la típica trayectoria de un jugador desde los partidos amistosos y de exhibición dentro de las ligas alternativas y veraniegas, hasta alcanzar el nivel de práctica y experiencia necesario para que un equipo “de verdad” nos fiche y podamos empezar a jugar en la liga NBA. Después de cada partido accederemos a un pequeño informe que nos mantendrá al tanto de nuestros progresos y mejoras adquiridos.
Por otra parte el modo Asociación, del estilo manager, también ha cambiado en algunos aspectos, y aunque las modificaciones han sido principalmente estéticas su repercusión en la jugabilidad es obvia, puesto que ayudan a llegar antes de un punto a otro de los menús. Las D-Leagues han sido, sin embargo, el mayor y más innovador avance en este campo, que nos permitirá hacer un seguimiento de nuevos jugadores para incorporar a nuestro equipo casi a modo cantera. Por otra parte se ha incorporado también la posibilidad de personalizar el draft, y también la alternativa de compartir o descargar los de otros usuarios.
Escalada de Ritmo
Las modalidades de juego son importantes puesto que en buena medida constituirán las partes entre las que se va a repartir nuestra experiencia jugable, sin embargo es sobre la cancha como verdaderamente podemos juzgar las mejoras del videojuego.
El primer elemento que nos va a llamar la atención será el del sprint que se sitúa en uno de los gatillos y que sirve, tanto en defensa como en ataque, a modo de turbo, sustituyendo los sistemas precedentes.
NBA 2K10 también incluye un nuevo procedimiento de energía que ya abordamos en los diferentes avances y que sirve esencialmente para medir precisamente la cantidad de tiempo que podemos esprintar. Se trata de una medida interesante y más completa que la que pudimos ver en entregas anteriores, y que también incluye la reducción de la barra de Stamina si llevamos a cabo las acciones defensivas de mayor exigencia física.
Son medidas que contribuyen a mejorar la sensación de simulación, y que ayudan a perfeccionar elementos como el hecho de que los partidos no acaben en correcalles, y también que nos obligue a mover el banquillo, incrementando las opciones tácticas y la necesidad de contar con una plantilla profunda para las rotaciones durante el partido.
Por otra parte vuelve la defensa fija que funciona apretando un botón y fijando la marca de un atacante con el balón o sin él. Gracias a esta maniobra podemos acercarnos a la amenaza y defender mejor la posición por zonas, siempre muy cerca de nuestro oponente y sin dejarle gran libertad de movimiento. El procedimiento funciona bastante bien y tiene las necesarias dosis de accesibilidad en primera instancia pero complejidad a medio plazo, aunque puestos a sacarle alguna pega con los deportistas más técnicos y los jugadores más ágiles la verdad es que cuesta menos de lo esperado quitarse de encima el marcaje.
La otra única pega que tenemos en el, por lo demás, impecable funcionamiento del videojuego es la de una IA que, en ocasiones, parece algo torpe. En ataque algunas ocasiones se equivoca en las jugadas de ataque con una selección de tiros totalmente errónea o con unos pases que no acaban de resultar inteligentes; en defensa, por otra parte, también hemos comprobado una presión excesiva en determinados momentos que a menudo acaba desembocando en faltas algo torpes.
Equipo Ganador
En la parte visual NBA 2K vuelve a ser el exponente gráfico que tradicionalmente y, salvo alguna excepción puntual, ha constituido la saga de 2K Sports.
Así pues las animaciones vuelven a ser uno de los principales focos de atención del videojuego en lo estético, y es que su acabado es formidable y tremendamente realista. Idéntica conclusión se puede extraer del aspecto de los jugadores, cada año más parecidos no sólo en calidad sino también en número, y de infinidad de elementos que han recibido este año más trabajo que nunca como el público, la pelota o el parqué.
Sin embargo en la vertiente tecnológica hay que constatar que el título pierde algunos enteros en lo que se refiere a su optimización, puesto que en ocasiones la tasa de imágenes por segundo baja más de lo deseable. En los momentos de mayor intensidad dentro del perímetro hay alguna caída notoria en el frame rate, lo que acaba desembocando en una ligera falta de precisión que puede costarnos algún punto.
Por lo demás el videojuego llega a nuestro país con la clásica política de 2K Sports de no traducir las voces de los comentaristas, Harlan-Kellog-Miller que, como de costumbre, hacen un trabajo fantástico; y mucho más dinámico y natural que nunca. Sin embargo, si bien sería interesante que en el futuro se tomaran decisiones a este respecto, el problema no pasa a mayores puesto que el videojuego está totalmente traducido en sus textos, e incluye un manual también en nuestro idioma.
NBA 2K10 ofrece suficientes innovaciones donde importa, en el campo de juego, como para volver a hacer recomendable su compra para los fans del baloncesto. Gran apartado gráfico, estupenda jugabilidad y una esperanza de vida dentro del lector de nuestra consola auténticamente abrumadora.
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