Originalidad y creatividad se dan la mano en un surrealista juego de sueños y aventuras donde debemos ayudar a un pintor y a su perro a escapar de sus peores pesadillas. Una apuesta directa y sencilla en el género de las aventuras gráficas llevado a otra dimensión.
Si hay un lugar para dar rienda suelta a la originalidad y creatividad sin miedo a arriesgarse, hay que citar las plataformas de descarga, especialmente Xbox Live Arcade; que además actúan de escaparate para que muchos estudios pequeños puedan mostrar de lo que son capaces e ir adquiriendo experiencia en la industria para un hipotético salto futuro al formato físico.
Axel & Pixel cumple todos los requisitos: proyecto tremendamente original, arriesgado en su concepto, lleno de creatividad y con un pequeño estudio, Silver Wish, deseoso de adentrarse en la caprichosa industria del videojuego. Su nuevo título nos pone frente a una surrealista y simplificada aventura gráfica en la que destaca su tratamiento artístico y ambientación.
Una aventura gráfica simplificada
La trama argumental no deja de ser esperpéntica, no pillándonos por sorpresa tras ver la apuesta artística del título. Nosotros seremos Axel, un pintor en busca de su inspiración; y a su vez encarnaremos a Píxel, su inseparable perro. A pesar de tener a ambos personajes en la pantalla, prácticamente no tendremos que preocuparnos por aunar fuerzas entre ellos, ya que a excepción de contadas ocasiones, siempre irán prácticamente de la mano.
Al comienzo del artículo remarcábamos que el juego nos introducía en una aventura grafica simplificada, y es que a pesar de que el título nos propone un desarrollo point & click a la vieja usanza, cierto es que otros elementos de las aventuras graficas no están presentes, como el inventario, la combinación de objetos o el control mismo del personaje por el escenario.
En Axel & Píxel todo será sumamente sencillo, limitándonos a mover un pequeño cursor por los escenarios y a pulsar sobre las zonas interactivas de la pantalla. No vamos a controlar a los personajes señalándoles el lugar del escenario al que dirigirse, sino que los escenarios tienen una serie de puntos calientes donde podremos interactuar para que, a partir de ahí, todo se desarrolle automáticamente.
Esto es sin duda un punto que restringe bastante la experiencia de juego, puesto que nos limitaremos a recorrer el escenario con nuestro cursor pulsando en todos los lugares del mismo susceptibles de interacción. Además los puzzles carecen prácticamente de razonamiento con lo que la experiencia se convertirá en una prueba-error de nuestras acciones hasta que encontremos el orden adecuado.
Razonamiento ilógico como acto de superación
El juego, por lo tanto, es de una mecánica muy sencilla, aunque también cuenta con secuencias Quick Time Events para, por ejemplo, escalar una montaña pulsando correctamente los botones indicados. Igualmente, en otras ocasiones participaremos en puzzles donde debemos dar forma a algún tipo de rompecabezas. Del mismo modo a lo largo de la aventura se nos desbloquearán 3 minijuegos, uno donde controlaremos a un coche, otro a un globo y otro a un barco.
Los escenarios, 24 en total, pueden superarse bastante rápido, ofreciéndonos unas 4-5 horas de juego yendo con calma. En el caso de que nos quedemos atascados en alguno de ellos contaremos con la ayuda de 3 pistas por escenario, con lo que a excepción de los niveles más avanzados no tendremos muchas dificultades para finalizar la aventura. Apenas existe rejugabilidad, a excepción de encontrar huesos para Píxel y bocetos para Axel que están escondidos en los escenarios.
Un collage artístico interactivo
Como es habitual en este tipo de juegos se ofrece un aspecto artístico de nivel, valiente, por decirlo de alguna manera, con unos escenarios que cambian dinámicamente mientras hacemos acciones y que combinan sabiamente un estilo cartoon con un estilo mucho más real. Destacan especialmente los fondos del juego, que consiguen recrear esa personalidad única y surrealista que puede observerse en cualquiera de las screens que acompañan a esta review.
Aunque los personajes no cuentan con voces, sí que realizan sonidos en ciertos momentos que, con la música tranquila y los sonidos que desprenden simpatía, nos ayudan a sumergirnos en el sueño en el que nuestros dos personajes yacen.
El problema del juego es la poca participación del jugador, de hecho se interactúa bastante poco con la aventura. Nos limitamos casi en exclusiva a ir pasando el cursor por la pantalla y pulsando el botón de acción para ver que pasa. No existe un inventario al uso, ni tampoco combinaciones de objetos y no podemos controlar a nuestro personaje libremente. Todo esto dentro de la política del estudio de ofrecer un titulo sencillo, más enfocado a los niños que a un público general; título por lo tanto caracterizado por su simpleza y por sus pocos retos de juego.
Axel & Píxel es una bonita y original aventura gráfica si nos centramos en su exposición artística. Por otra parte su concepto de juego es tan directo como sencillo, con pocos retos y muy poca participación del jugador. Una aventura gráfica que destila buenas sensaciones pero que acaba siendo especialmente corta a pesar de su atractiva y surrealista propuesta.
