Después de casi dos décadas desde su debut, la carismática mascota de SEGA regresa a PS3, Xbox 360 y Wii con un fantástico remake de la primera de sus aventuras en la consola Megadrive. Los seguidores de Sonic van a derramar más de una lagrimita de felicidad y nostalgia.
En 1991 SEGA decidió plantar cara a Mario creando su propia mascota. Y el resultado de su dedicación fue Sonic, un puercoespín azulado capaz de correr a la velocidad el sonido que, con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los iconos más reconocibles del mundo de los videojuegos. Sin embargo, no podemos negar que las últimas aventuras que ha protagonizado Sonic (y con alguna que otra honrosa excepción) no han sido las mejores de su trayectoria, por lo que SEGA ha querido resetear la saga y llevarla de nuevo a sus maravillosos orígenes.
Anillos, loopings y velocidad
Sonic 4 es, por tanto, un juego de plataformas 2D que presenta un desarrollo muy simple. En cada uno de los niveles (llamados actos), debemos recorrer el escenario a toda pastilla para tratar de alcanzar la salida lo antes posible. Y por el camino, también es necesario ir recogiendo la mayor cantidad de anillos dorados que podamos. A esta base tan simple se unen otros elementos como un diseño muy enrevesado de cada uno de los decorados (con saltos gigantescos, loopings, rampas y peraltes por doquier) y una buena gama de enemigos. Además, al final de las cuatro grandes zonas nos estarán esperando los correspondientes jefes finales.
Puede que, para todos aquellos que nunca hayan tenido el placer de disfrutar de las aventuras plataformeras de Sonic, este patrón de juego les resulte demasiado simple a primera vista. Pero que no se lleven a engaño. Como ocurre con los grandes clásicos como Mario Bros, Pac-Man, Out Run y tantos otros, esta simplicidad de conceptos esconde una jugabilidad poderosa, increíble, capaz de mantenerte pegado a la pantalla hasta que superas cada uno de los niveles.
Por desgracia, esto último sucede demasiado rápido en este título, pues dejando de lado el último enfrentamiento contra el Dr. Eggman, la aventura no os durará más de 3 ó 4 horas. Pero como también ocurre con estos títulos tan selectos, su rejugabilidad es muy alta, por lo que seguro que repetiréis varias veces la aventura tratando de superar vuestros records en la Contrarreloj, intentando acceder a todas las fases especiales en busca de las esmeraldas, buscando rutas alternativas y secretos en cada uno de los niveles… Desde luego, no os cansaréis rápido de Sonic 4, os lo garantizamos.
Además, otro de los factores que os animarán a jugar una y otra vez cada uno de los actos es el apartado gráfico. Como podéis contemplar en las imágenes, SEGA se ha esforzado en dotar a su creación de un apartado visual tremendamente atractivo. Y lo ha hecho sin perder el espíritu y la concepción artística de la aventura original de Megadrive, algo muy loable.
Cada una de las cuatro zonas en la que tiene lugar la aventura (Splash Hill Zone, Lost Labyrinth, Casino Street y Mad Gear Zone) presenta una ambientación única y una personalidad muy marcada. En todos ellos disfrutamos de varios planos de scroll parallax para dotar a los fondos de una mayor profundidad y, más importante aún, todos ellos muestran un colorido y gusto por el detalle ejemplar. En resumen, es un título realmente bello, especialmente las versiones diseñadas para PlayStation 3 y Xbox 360, ya que soportan HD.
La banda sonora tampoco desmerece y las bonitas melodías que nos acompañan en cada fase evocan claramente a las mismas que escuchamos en la 16 bit de SEGA… pero con una calidad de sonido infinitamente más alta. Los efectos son algo más parcos en cuantía, pero los que hay son realmente buenos.
Sonic 4 supone el regreso triunfal de Sonic después de unos años un tanto irregulares, y nos sirve de referencia para el venidero Sonic Colours de Wii y Nintendo DS, que aterrizará en unas semanas. Esperamos que éste sea tan bueno como Sonic 4.
Sonic vuelve por sus fueros y se adentra en una aventura plataformera 2D muy similar a la que protagonizó en Megadrive allá por principios de los 90. Su único defecto es que resulta corta a todas luces, pero mientras dura es una auténtica delicia, y más teniendo en cuenta que se trata de un juego de distribución digital. Sonic ha regresado en plena forma.
