Benjamin Tennyson y sus amigos acceden por tercera vez a la industria de los videojuegos con un título desarrollado para fans, con el único atractivo de atizar y destruir enemigos a lo largo de unas horas.
Desde el momento de su fundación en el año 1999, Papaya Studios se ha encargado del desarrollo de varias adaptaciones de dibujos animados a la industria del videojuego. Su último trabajo hasta la fecha ha sido apoyado por la publicadora D3 Publisher, y se centra en el universo alienígena de Ben 10.
Vilgax Attacks es el nombre en clave de la tercera instancia de la serie de dibujos animados, la segunda entrega basada en la continuación Alien Force, que cuenta la adolescencia de Benjamin Tennyson. Desarrollada bajo el motor físico Havok, Ben 10 inicia su carrera en Xbox 360 y continúa su periplo en Wii.
Como protagonistas, un enemigo muy malo, Vilgax, que quiere hacerse con el universo, y un héroe adolescente, Benjamin, que quiere impedirlo como sea. ¿Cómo? Pues controlando el omnitrix y las diez posibles transformaciones alienígenas, requisitos más que necesarios para adentrarnos en un título híbrido entre beat 'em up y aventura.
El agotador viaje extraterrestre de Ben 10
La acción de Ben 10 Alien Force: Vilgaz Attacks comienza cuando nuestro archienemigo, el citado Vilgax, se hace con un proyector gigante (el Null Void) e invade la tierra. Para salvar el planeta, Benjamin deberá viajar por el espacio en busca de las fuentes de poder de este letal aparato y acabar con ellas. Para ello, contará con la ayuda de varios aliados, entre ellos el peculiar profesor Paradox.
En definitiva, un argumento muy común para un desarrollo rectilíneo, ideal para los más pequeños, en el que nuestro objetivo será básicamente llegar desde un extremo al otro dentro de un pasillo para enfrentarnos a una serie de rivales (o a un enemigo final) y continuar caminando. De hecho, será imposible perdernos, ya que en todo momento el juego nos indicará por dónde seguir cuando pulsemos el gatillo izquierdo del mando.
Desde el principio y hasta el final de un nivel, deberemos combatir en determinadas zonas con una cantidad de enemigos preestablecida, y esto no cambiará en ningún momento. Pero pese a ello, el potencial de Vilgax Attacks se halla precisamente en su modelo de juego beat 'em up.
El poderoso reloj omnitrix
Con un total de diez alienígenas a elegir, las batallas serán totalmente personalizables, siendo capaces de enfrentarnos a los enemigos con la transformación que mejor se adapte a nosotros. Cada forma poseerá un combo normal, uno más fuerte y un ataque especial (gatillo derecho) que podremos combinar entre ellos para conseguir ataques muy dañinos. Además, también podremos cubrirnos ante una ofensiva rival presionando otro botón.
Pero antes de poder realizar nada deberemos escuchar un tutorial (bastante confuso, todo hay que decirlo), que nos intentará explicar la manera de cambiar nuestra forma utilizando el omnitrix. Para elegir la transformación primero pulsaremos los gatillos, y para culminar la acción sólo hace falta presionar el pad analógico derecho. El control, pues, es muy sencillo e intuitivo, ideal para el público hacia el cual está orientado el título.
Cada criatura posee sus propias habilidades, las cuales además de servirnos en el campo de batalla, también nos serán útiles para poder superar las dificultades del terreno. Por ejemplo, Brancosaurus podrá destruir objetos que bloqueen el camino, mientras que el mono araña será capaz de agarrarse a salientes y escalar, entre otros muchos poderes.
Palos con una pizca de exploración
Así, Vilgax Attacks se convierte en un título híbrido entre beat 'em up y aventura, combinando la acción con algunos minijuegos como colarnos en un ordenador tomando la forma de Cerebrito. Además, se nos propone un sistema de desbloqueo de habilidades en forma de niveles: al eliminar enemigos se nos otorgarán puntos de experiencia, y al completar una barra de color amarillo podremos adquirir una habilidad para una de las transformaciones.
Gráficamente, el proyecto de Papaya Studio deja bastante que desear, con unas texturas demasiado pixeladas y luces muy normalitas. Para esconder los fallos en los modelos, se utiliza un aura alrededor de los personajes para evitar los posibles errores gráficos en sus acabados. Por otra parte, también existe un exagerado contraste entre luz y sombra para impedir al usuario ver defectos en el mapa, siendo en definitiva un juego muy oscuro que en muchas ocasiones no nos permite ver por dónde debemos caminar.
No obstante, tal vez el punto más negativo lo encontremos en el apartado sonoro, ya que a su inexistente doblaje al castellano se unen unas voces en inglés que tienen unos subtítulos en pantalla desincronizados. Pero la banda sonora, por otra parte, se hace muy amena al ser calmada, sin resultar apenas monótona, al igual que sucede con los efectos de sonido.
Ben 10: Vilgax Attacks es un título decente de unas diez horas de juego lineal con un control muy intuitivo y sencillo, un apartado gráfico desfasado (posiblemente adaptado de Wii) y un apartado sonoro regular, sin doblaje al castellano. Un título que podrá ser apreciable únicamente por los fans de la serie.
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