Pasando sin pena ni gloria en su versión retail, Matt Hazard recibe la vigorosa y explosiva aventura que merecía con Blood Bath and Beyond, esta vez en formato descargable. Adictiva jugabilidad en dos dimensiones que recuerda a clásicos como Contra o a grandes recientes como Shadow Complex. Un videojuego más que correcto que ofrecerá un puñado de horas de diversión sin complicaciones a quienes se aventuren con él.
Debemos confesarlo. El estilo satírico de Matt Hazard en su primera aventura se nos atragantó. Eat Lead: The Return of Matt Hazard recibió un 5,4 en su calificación en 3DJuegos, considerándolo como un título que hacía lo justo para pasar el aprobado, y que lamentablemente no aprovechaba las enormes características diferenciadoras con las que contaba para convertirse en algo genuino –sentido del humor, interesantes parodias…-.
Sus creadores, no contentos con aquel lanzamiento, consideraron que el personaje de Matt Hazard continuaba teniendo enorme potencial, y ni cortos ni perezosos se pusieron a trabajar en un nuevo videojuego, aunque en esta ocasión algo menos ambicioso. Sorprendentemente este título, que aparentemente tiene menos pretensiones que su predecesor, es netamente superior.
Blood Bath and Beyond no es un videojuego memorable, pero sí consigue lo que el original no logró, convertirse en una aventura divertida con la que pasar un buen rato. En definitiva un lanzamiento olvidable pero nada vergonzante.
Baño de Sangre
Los que no jugaran a Eat Lead no sabrán nada de Matt Hazard, de modo que daremos unas rápidas pinceladas de lo que este paródico personaje supuso en su momento. Con este superhéroe de videojuegos sus creadores pretendían parodiar la industria, con el clásico supervillano obligando a nuestro protagonista a recorrer los diferentes niveles del título que, en su mayoría, eran imitaciones en clave caricaturesca de grandes mitos de los videojuegos.
La idea de base era buena, y el videojuego trataba de bromear con mayor o menor acierto a lo largo de la campaña. Lamentablemente este atípico protagonista que contaba con un pasado ficticio supuestamente repleto de éstos, tropezaba con una jugabilidad aburrida, reiterativa y tremendamente monótona que echaba por tierra cualquier propuesta.
Blood Bath and Beyond, sin ser un juego memorable, está un peldaño por encima de su predecesor, aun tratándose de una producción mucho menos ambiciosa. De nuevo el título está repleto de humor, e incluso cuenta con algunos golpes de humor medianamente divertidos, cargando en esta ocasión incluso contra sus propios creadores. “Podrás encontrar una copia de Eat Lead en la papelera más cercana”, llega a apuntar uno de los personajes del videojuego mofándose de los desarrolladores de la primera parte.
Por lo que respecta al argumento poco más que comentar. El enemigo de Matt vuelve a amenazarle y nos obliga de nuevo a recorrer, en esta ocasión en 2D, niveles que tratan de imitar incluso en sus apartados visuales a los videojuegos a los que homenajean.
Metralla de 8 Bits
Una vez descrito por encima el corte del argumento toca hablar de la jugabilidad. Aquí el concepto es muy clásico, por lo que si ya hemos disfrutado de grandes videojuegos del género de las 2D como Contra ya habremos visto prácticamente la totalidad de lo que Blood Bath and Beyond puede dar de sí.
Así pues recorreremos los diferentes capítulos de derecha a izquierda o viceversa acabando con nuestros enemigos y con pequeñas pruebas de plataformas, teniendo que saltar ocasionalmente o incluso resolver pequeños rompecabezas: casi todos ellos relacionados con rápidas pruebas de ingenio para encontrar la manera de continuar.
Por lo demás lo único que diferencia a Blood Bath and Beyond en el campo jugable sobre lo que vimos hace ya una década en el género es su interesante sentido del humor –que también se traduce en fórmulas jugables-, así como en el empleo de la profundidad de campo que al más puro estilo Shadow Complex también lanzará enemigos contra nosotros por el fondo de la pantalla.
Aquí, al contrario que en el título de Epic Games y Chair Entertainment, la maniobra no se realiza de forma automática, sino que tenemos que tirar del gatillo izquierdo del pad para apuntar hacia el fondo de la pantalla, teniendo aquí ya la opción de disparar fuego normal con nuestra arma –botón izquierdo del pad-, o lanzar granadas –gatillo derecho-.
En lo que se refiere a la faceta visual el título cumple sin hacer grandes esfuerzos. Cumple en la faceta gráfica con escenarios coloristas, cuidados, texturas adecuadas y una carga poligonal muy interesante; y cumple también en lo tecnológico con unas físicas deliciosamente exageradas para que los cuerpos mutilados de los enemigos salpiquen la pantalla con ritmo habitual y cómicos resultados.
Por lo que respecta al sonido éste es variado y satisfactorio. Las voces están en perfecto inglés, con la única traducción de los textos, y si bien el nivel del doblaje es francamente bueno, lo cierto es que las frases se repiten en demasía.
Blood Bath and Beyond es acción con scroll horizontal al más puro estilo de la vieja escuela, y como tal es un agradable revival para con los viejos tiempos. Más allá de ello no hay nada especialmente memorable u ofensivo en la nueva aventura de Matt Hazard, un espectáculo de acción que salpica con algo de personalidad una fórmula ya algo anticuada.
