Viste con traje de cuero negro, tiene habilidades felinas, trepa por las paredes y está para comérsela. Lástima que al final la gatita sea un poco mansa.
Una vez más nos encontramos con una nueva adaptación de una película taquillera a su versión videojuego. Esta vez, casi se ha recurrido hasta a su lanzamiento en paralelo para intentar aprovechar al máximo el filón. Una escultural y sexy súper heroína de los cómics interpretada por una bellísima Halle Berry, un gran repertorio de movimientos, una buena ambientación y… poco más. Otro de esos títulos a la sombra de una película sólo apto para los fans del personaje.
Adiós patience philips. Hola catwoman
Patience Philips es una mujer normal que trabaja en la empresa de cosméticos Hedare Beauty. Su monótona vida da un giro de 360 grados cuando accidentalmente descubre un terrible secreto relacionado con la multinacional en la que trabaja. Para encubrirlo, sus jefes deciden liquidarla, y parecen lograrlo. Pero un misterioso gato salva su vida en el último momento y resucita convertida en una auténtica mujer felina con superpoderes gatunos: fuerza, agilidad y unos sentidos felinos tremendamente agudizados. Desde ese momento, Patience se convierte en Catwoman, una súper heroína que no dará tregua a sus malvados jefes hasta descubrir toda la verdad y revelar el entuerto.
Este es el argumento de Catwoman, y su efecto en el juego reside en una historia de revancha que mezcla la acción con las plataformas con una línea de juego bastante similar a la película y dirigida por las sencillas secuencias que irán apareciendo durante su desarrollo.
Terrible visión gatuna
Jugar a Catwoman es una mezcla de un mal mecanismo de combate, numerosos saltos, balanceos y sencillos puzzles de situación. Catwoman puede saltar de tejado en tejado, escalar muros, utilizar sus inigualables "sentidos de gato" y evitar los objetivos enemigos con su gracia felina. Además, puede usar su látigo para balancearse en el aire y utilizar todos los elementos del entorno para atrapar o golpear a sus enemigos. ¡Y se emplea a fondo! El mecanismo nos recuerda muchísimo a Prince of Persia, sólo que en este último el control estaba realmente bien diseñado para ello, cosa que no sucede en Catwoman. En ciertas ocasiones, resulta frustrante saber lo que tienes que hacer y no poder llevarlo a cabo porque los controles de juego no cooperan en absoluto en tus intentos. Si a esto le sumamos que una cámara de visionado muy poco afortunada y rígida nos impide dar los saltos o combatir con la precisión que necesitaríamos, la cosa se pone chunga. En muchas ocasiones nos veremos obligados a recurrir a la vista subjetiva para examinar el entorno y poder dilucidar de donde nos vienen los golpes o como afrontar el combate. Muy incómodo la verdad.
El combate
Durante los 12 niveles con qué cuenta el juego, deberemos poner a prueba todas las habilidades felinas de Catwoman, tanto de agilidad como las de combate. En los momentos de acción contaremos con un repertorio de golpes muy abundantes que agrupan patadas, latigazos y puñetazos. Gracias al látigo podemos atrapar enemigos, desarmarles e incluso arrojarles objetos del escenario. Curiosamente, Catwoman no acaba con sus enemigos, si no que simplemente los espanta. Después de una buena tanda de golpes, estos saldrán huyendo apaleados, pero con vida. Al principio hace gracia, pero conforme llevas un rato jugando te das cuenta de que no aporta nada más que un aumento del tiempo de combate totalmente innecesario. Además, las peleas no son muy difíciles (excepto por la penosa cámara de juego), y al final pasan a ser mera rutina.
El desarrollo del juego, aunque al principio resulta entretenido, se vuelve un tanto monótono enseguida. Toda la aventura consiste prácticamente en avanzar, explorar los decorados, superar plataformas, acabar con varios enemigos y… más de lo mismo una y otra vez. Y eso que el diseño de niveles no está mal del todo; diferentes alturas, objetos móviles, diferentes superficies que afectan al personaje… pero su efectividad queda mermada gracias a su empobrecida interacción con el personaje debido a la cámara y control de juego.
La jugabilidad deja bastante que desear, pero Catwoman trata de suplir su carencia con sus gráficos y ambientación, que lucen bastante bien. El modelado y animación de Catwoman es realmente excepcional; su similitud con el personaje de la película (la espectacular Halle Berry) es sorprendente, y la suavidad y cantidad de movimientos es amplísima.
El apartado sonoro da la talla. Los diálogos están doblados a nuestro idioma con bastante buen acierto, y la banda sonora y efectos de sonido no son nada malos.
La aventura protagonizada por Catwoman tiene aspectos que están bien conseguidos, como su ambientación y especialmente el diseño y animaciones de la protagonista. Lamentablemente, una fórmula de juego repetitiva basada casi exclusivamente en saltar y golpear, un control no muy depurado y una cámara de juego rígida muy desconcertante, terminan cansándote a las pocas horas. Si te gusta Catwoman, la película o la serie de cómics, puedes plantearte su compra. Si no se dan ninguna de estas tres premisas puedes buscar entre otras alternativas más completas.
