Con sólo dos meses a la venta, Borderlands ya nos ha ofrecido dos expansiones, la primera el notable La Isla Zombie del Dr. Ned, y la segunda de kilométrico nombre: El Mad Moxxi’s Underdome Riot que nos ocupa. GearBox altera el espíritu del original con un cambio de perspectiva deliciosamente inesperado.
Borderlands tiene a punto su segunda expansión, y es que el Bazar de Xbox Live y el Store de PlayStation Network ya acogen entre sus listados de lanzamientos Mad Moxxi’s Underdome Riot, el nuevo y sorprendente giro para el exitoso shooter postapocalíptico.
El nuevo DLC no sólo supone un agradecido cambio de escenario, sino que también incorpora –y en esto resulta mucho más interesante- nuevas modalidades jugables con las que cooperar con nuestros amigos. Algo similar al modo Horda de Gears of War 2, que nos hará disfrutar con una verdadera carnicería al más puro estilo Borderlands.
Panem et Circenses
La básica premisa jugable de Mad Moxxi’s Underdome Riot es la de conocer a la voluptuosa y extravagante Moxxi que da nombre a la propia expansión. Esta particular viuda negra posee una suerte de coliseo romano que sustituye a leones y gladiadores por los cuatro héroes Borderlands y nuevas hordas de temibles enemigos.
Nuestro primer contacto con Moxxi y su legión de singulares acólitos tendrá lugar con nuestro viaje a la zona que se habilita al instalar la expansión bajo el nombre de The Underdome. Aquí entraremos en contacto con la peligrosa (no tan) jovencita en búsqueda de su cuarto marido, y también descubriremos su intención de coronar al más valioso de los héroes con un sangriento torneo que tendrá lugar en el coliseo que preside.
Todo se sucede en un mismo escenario por cada bloque y en base a oleadas de enemigos que, como es lógico, van aumentando poco a poco la presión sobre el jugador y la dificultad que entrañan. Así pues la primera horda estará fuertemente enfocada al cuerpo a cuerpo, la siguiente contará ya con armas de fuego y así irán mejorando su nivel progresivamente hasta llegar a la última oleada, la de los jefes, la más dura.
De este modo lo que tenemos ante nosotros son únicamente tres arenas en términos de decorados, pero una interesante parrilla de cinco oleadas por ronda y cinco rondas por cada una de las arenas disponibles. Puede sonar a algo escaso por lo que se refiere a los escenarios, y de hecho lo es, sin embargo en su faceta jugable el videojuego es suficientemente interesante como para que podamos hablar de mucha densidad de diversión dentro de un tamaño bastante pequeño.
En esa misma línea discurre también el videojuego en términos de tamaño, y es que ocupa la mitad de lo que la primera expansión –La Isla Zombie del Dr. Ned- supuso en su momento, poco más de 500 megas por el giga de su predecesor.
Panem et Circenses
Mad Moxxi’s Underdome Riot es un desafío muy serio. Tiene fallos y algunos aspectos que el jugador echará en falta como, por ejemplo, enemigos nuevos, o también como puede ser un aumento en el tope del nivel de experiencia que a muchos ya se les habrá quedado pequeño, sin embargo es retador y divertido.
Hay, además, elementos muy originales como las nuevas condiciones de combate que en ocasiones se alteran y que a menudo nos dejarán sin escudos, reducirán la presencia de la gravedad, dispararán la velocidad de los personajes y un largo etcétera de alteraciones.
Por otra parte también hay otro tipo de cambios, fundamentalmente destinados a adaptar la experiencia del juego original –algo más pausada- al ritmo y al corte vertiginoso que necesitan en esta expansión. Ahora no recibiremos experiencia por cada muerte como en el juego original, sino que la obtendremos al final de cada ronda y, por si fuera poco, se ha eliminado de la ecuación la recogida del botín de los cadáveres del oponente, sustituyéndose por los premios y pertrechos que la propia Moxxi reparte al final de cada ronda.
La penalización por muerte tiene también una forma curiosa de operar. Cuando un miembro del equipo, recordemos de uno a cuatro jugadores, muere es transportado de forma automática a la jaula de castigo en la parte superior de la pantalla. Ahí puede optar por rezar para que sus compañeros de andanzas no mueran, puesto que daría al traste con la partida, o por el contrario tratar de ayudarles disparando desde las alturas, aunque con las lógicas limitaciones impuestas por las rejas.
Borderlands Mad Moxxi’s Underdome Riot vuelve a demostrar el saber hacer de GearBox en términos de expansiones. Lejos de acomodarse ofreciendo más cantidad del mismo corte, sus creadores se lanzan a revertir la fórmula con un arriesgado cambio de enfoque.
Comprar Borderlands: Mad Moxxi’s Underdome Riot