Los chicos de Zipper Interactive tienen ya a punto la nueva entrega de su veterana saga de combate on-line con Special Forces, el nuevo SOCOM. Un videojuego muy interesante, más rico en contenidos que en inspiración, pero con infinidad de horas de vida en sus entrañas para respaldar su propuesta.
Las series SOCOM han venido siendo uno de los grandes estandartes del género shooter bélico en la marca PlayStation desde los inicios de ésta, a pesar de que habitualmente ha sido una franquicia no particularmente brillante en términos de crítica. La entrega Special Forces muestra las mismas fortalezas y debilidades de episodios anteriores, con un enorme número de contenidos aunque quizá no todo lo inspirados que esperábamos.
Pese a ello el nuevo SOCOM es un videojuego muy estimable, que resulta ciertamente recomendable para los aficionados a PlayStation 3 que buscan una experiencia on-line robusta y, sobre todo, un lanzamiento que les ofrezca un enorme entretenimiento a cambio de su precio.
Fuerzas Especiales -Experiencia Individual-
A pesar del esfuerzo de Zipper Interactive con Special Forces en el sentido de ofertar una campaña individual a la altura de lo que los grandes del género traen consigo, lo cierto es que la chispa que se muestra en los shooters recientes de compañías como Electronic Arts o Activision demuestra estar muy por encima de éste en cuanto a “pegada”, momentos memorables, ritmo, experiencia compacta...
Sus responsables confiaban tanto en el nuevo SOCOM que incluso despreciaron videojuegos precedentes de la saga en PlayStation 3 como Confrontation, asegurando que Special Forces era "el primer juego real de la franquicia en PlayStation 3". De este modo parecía garantizarse un salto de calidad sensible sobre su precedente que les permitiera luchar contra los grandes referentes del shooter bélico de fuerte componente on-line.
Es cierto que Special Forces es sensiblemente superior a Confrontation en prácticamente todos los sentidos, pero también hay que recalcar que algunos aspectos como el de la campaña individual y su ejecución dejan algo que desear. El efecto Hollywoodiense es más que obvio en toda la aventura, desmarcándose de este modo del frío y estático planteamiento de videojuegos precedentes, sin embargo falta carisma, algo de chispa y novedad en una historia que suena ya a mil veces vista.
En el juego seremos Cullen Gray, un comandante de operaciones especiales al cargo de un equipo de cinco hombres de una división armada de la OTAN. ¿La misión? Detener el malévolo plan de un revolucionario psicópata que busca atacar un país del sureste asiático que nunca se llega a concretar. Como en toda historia de grupo hay hueco para contar un buen argumento, pero Special Forces lo desaprovecha con diálogos bastante flojos y un desarrollo de personajes completamente inexistente.
Así pues a lo largo de las 14 misiones que compondrán la campaña el interés se derivará, como en tantos otros shooters, únicamente de la experiencia jugable y no de la narrativa. Los capítulos son particularmente llamativos ni variados, pero hacen un buen trabajo a la hora de entretener al usuario, aunque con el riesgo de que muchos de los aficionados lo vean como un mero entrenamiento para el multijugador por la tradición on-line de la franquicia.
Sería un grave error considerarlo así, puesto que las algo más de seis horas que trae consigo el juego a la hora de ofrecer experiencia individual son interesantes a pesar de su condición lineal en cuanto a mapeados y su diseño de escenarios y artístico. Tampoco ayuda particularmente la implementación de un sistema de coberturas que funciona bien en casi todas las ocasiones, pero que tiende a fallar en los momentos más inesperados: Por ejemplo en alguna ocasión levantaremos involuntariamente a nuestro personaje de su parapeto sometiéndonos al fuego enemigo o, por el contrario, abriremos fuego sobre nuestra propia barricada cuando aparentemente estábamos apuntando a los oponentes.
Sin embargo el mayor problema del título en el campo puramente jugable, y lo que empaña sensiblemente la por lo demás interesante propuesta del programa, es la torpeza absoluta de una IA mediocre. El enemigo no tiene ningún afán por utilizar el escenario a su favor ni tampoco por la propia conservación de su integridad... sencillamente corren hacia nosotros directamente, en la mayoría de los casos como pollo sin cabeza, y sin preocuparles poder caer abatidos por nuestro fuego con pasmosa facilidad y estropean a menudo buena parte del componente táctico que debería tener este Special Forces.
Fuego Pesado -Multijugador-
Lo que son elementos que quizá cojean de alguna manera en la campaña del nuevo SOCOM son aspectos que no son ni mucho menos tan preocupantes en un multijugador que vuelve a erigirse como el gran activo en cuanto a valor del juego de Zipper Interactive.
Es de agradecer el esfuerzo redoblado por prestar atención a la campaña individual, puesto que todo lo que sean contenidos abundantes en un videojuego nos permite estar de enhorabuena, sin embargo la clave de la franquicia ha sido siempre el multijugador: Y Special Forces no es ninguna excepción.
Los modos competitivos, contra todo pronóstico, han cambiado sensiblemente desde lo que hemos visto en episodios precedentes de la serie SOCOM. Principalmente debutan una serie de modos de juego, aunque no son particularmente variados y pueden dar una sensación de agotamiento que confiemos se palie con algún contenido descargable que los expanda.
Tres de los modos son tremendamente estándar dentro de lo que un apartado on-line de shooter ofrece: Hay un combate a muerte por equipos bajo el nombre de Supresión, otro de captura la bandera... Sin embargo el más llamativo y el que más se sale de los patrones de lo que estamos acostumbrados a ver es el que pone a uno de los hombres de un bando en el pellejo de un artificiero. De este modo el equipo tiene que protegerle mientras el aficionado que haya recibido ese papel va caminando hacia los diferentes objetivos de los mapas y desarma las bombas.
A pesar de algunas limitaciones jugables del programa y a la escasez de modalidades, lo cierto es que los nueve mapas para hasta 32 usuarios de las modalidades competitivas dejan un buen sabor de boca y, como decimos, son el principal bastión jugable del lanzamiento.
Por lo que respecta a unir fuerzas con otro aficionado en la campaña hay que dejar claro que los seis escenarios de cooperación que funcionan a modo de campaña especialmente diseñada para ello suponen un buen acompañamiento. Hay dos tipos de misiones que pueden disfrutarse en esta media docena de localizaciones, y el poder superarlo junto a otros tres amigos supone uno de los grandes activos de calidad e interés del título. También podemos disputar las misiones en solitario con la torpe compañía de la IA en nuestro equipo.
Nueva Confrontación -Gráficos y Tecnología-
A nivel visual SOCOM: Special Forces es un título francamente competente, por momentos incluso notable, que compone el que es visualmente el referente de la saga ahora mismo.
Entre los puntos positivos del juego podemos listar algunos de gran importancia como el acabado de modelos de los personajes, unas animaciones no particularmente variadas pero sí muy bien realizadas, un código de red bien pulido para no ofrecer problemas de lag, una tasa de imágenes por segundo alta y estable, soporte 3D y unos efectos de luz francamente interesantes.
En lo no tan bueno hay que recalcar especialmente la irregularidad de algunos elementos. Las texturas son pobres en su mayoría si exceptuamos los personajes, algunos efectos de humo y explosiones están por debajo de la media, y la mencionada linealidad del mapeado no se beneficia en absoluto de un acabado de niveles incomprensiblemente genérico y repetitivo. A nivel artístico el videojuego es bastante ingenuo, muy poco aporta Special Forces en ningún sentido, seguramente consciente de su incapacidad de contar con una personalidad acusada ya desde el comienzo de sus primeros pasos como franquicia. La idea de ambientar todo el videojuego en una zona tan concreta y reducida de la geografía asiática no ha sido una gran ayuda en este campo.
En cuanto a las aplicaciones tecnológicas que el juego trae consigo, cabe destacar principalmente el uso de Move del que el juego ha venido siendo abanderado de este detector de movimiento prácticamente desde su anuncio. El juego puede disfrutarse de este modo en tres maneras diferentes: Con Move, con el periférico de arma de Move y con el mando corriente. En nuestro caso hemos preferido emplear Dualshock 3 como método predilecto de manejo en este caso, aunque sin embargo es de agradecer el esfuerzo de Zipper Interactive, que sólo se ve enturbiado por algunos aspectos algo toscos en la personalización del manejo.
Por lo que respecta al audio, puede que nos encontremos ante el apartado del combo video/sonido más completo y rotundo de todo el videojuego. El doblaje es francamente bueno a nuestro idioma, y el título cuenta con notables efectos de audio y una banda sonora de no particular peso pero sí de buen acabado.
El mayor problema de Special Forces es que es demasiado genérico. Hay poco reconocible o de personalidad en una experiencia muy rica en cuanto a cantidad de contenidos, pero algo más limitada en cuanto a la calidad de los mismos. Es el mejor SOCOM de consola de sobremesa en años, pero aún así le falta recorrido para ser el abanderado del juego on-line que en el pasado fue.
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