156 nuevos pokémon, una región inédita, grandes mejoras, infinitas posibilidades multijugador y dos ediciones independientes para hacernos con todos una vez más. Game Freak nos presenta el que será probablemente el cierre de la serie en Nintendo DS con su videojuego más ambicioso hasta la fecha, uno que concentra la experiencia entrenadora de 15 años capturando pokémon.
Hace escasos días, los simpáticos "pocket monsters" celebraron su 15 aniversario con motivo de que, allá por 1996, a un entonces joven Satoshi Tajiri se le ocurriera la magnífica idea de convertir su pasión infantil de recolectar bichos en un sobresaliente -y más que adictivo- videojuego para Game Boy. Y en buena hora llegó, con una Nintendo que se tambaleaba por los preocupantes resultados en ventas de sus consolas de sobremesa: Nintendo 64 y Gamecube.
La serie Pokémon, con más de 30 videojuegos y unos 200 millones de unidades vendidas, se ha convertido en todo un fenómeno social recubierto de una serie de animación, películas e infinidad de "merchandising". Una descomunal fortaleza económica para los de Kyoto que, como resulta obvio, siguen queriendo alimentar gracias a nuevos lanzamientos como los de Pokémon Edición Negra y Edición Blanca (que llegarán el próximo viernes a las tiendas).
Desarrollado por los japoneses de Game Freak, esta nueva edición -dividida en dos títulos- cierra el ciclo de los pokémon en Nintendo DS justo unas semanas antes de que aparezca su sucesora tridimensional. Y lo hace con un planteamiento simplemente demoledor, ya que aparte de concentrar todas las virtudes jugables de los últimos 15 años, añade novedades en forma de 156 nuevos pokémon, un remozado apartado gráfico, nuevos tipos de batallas, potenciadas características de interconexión e incontables sorpresas.
Experiencia Pokémon
Muchos podrían criticar que todos los años tengamos la misma edición maquillada con nuevas criaturas. No obstante, sería un comentario no sólo superficial, sino completamente erróneo sobre lo que nos encontramos en este nuevo videojuego. Es cierto que sobre sus pilares jugables no se asientan nuevos cimientos. Seguimos contando con un estilo RPG tradicional, con batallas por turnos y un fuerte componente de coleccionismo; pero las mejoras introducidas son tan numerosas que incluso podríamos estar hablando de que la perfección es posible.
De hecho, gran parte de esto se debe a que nos encontramos ante la quinta generación dentro de la saga. Un número que implica novedades y algo todavía más importante: intentar atrapar a jugadores que habían dejado la franquicia hace unos años. Tal vez una consecuencia directa de ello consista en que el entrenador que manejemos (podemos escoger entre chico o chica) sea algo más mayorcito que el habitual, aunque el rasgo determinante tiene que ver con la tremenda adicción que conlleva agarrar una consola que lleve este cartucho insertado.
Pokémon siempre ha sido pura adicción, decenas de horas de aventuras y un afán de coleccionismo sin límites. Pues bien, esto es justamente lo que tenemos otra vez en una obra que también posee un mejor argumento y un desarrollo mucho más interesante que en pasadas ediciones.
Para empezar, es imprescindible comentar que ahora contamos con un nuevo escenario, Teselia, una masa continental de grandes proporciones (cuesta recorrerla), interconectada por puentes y que cuenta con hasta ciudades de rascacielos. En segundo término, porque en nuestro camino por convertirnos en los mejores entrenadores del mundo (ya se sabe, recorriendo gimnasios, derrotando a sus ochos líderes y participando en la Liga Pokémon) nos encontramos con una organización criminal -equipo Plasma- que prepara un oscuro plan tras el que se esconde un enigmático y más malvado líder aún.
Así pues, todos los ingredientes que necesitamos para dar comienzo a una epopeya coleccionista dentro de dos ediciones (Edición Negra y Edición Blanca) que poseen la misma trama, idéntico desarrollo pero distintos pokémon y alguna que otra diferencia en el mapa. En concreto, en un videojuego tenemos Ciudad Negra, mientras que en el otro gozamos en la misma localización de Bosque Blanco.
Al final, todo sirve para que nos pongamos en contacto con usuarios de la otra versión para hacernos con la nueva tropa de pokémon que nos llega. En concreto, 156 nuevas especies a encontrar. Aunque todo tiene un principio, y en este videojuego no iba a ser menos. Al comienzo de la partida, la profesora Encina nos pide escoger entre tres criaturas: Snivy (tipo planta), Tepig (tipo fuego) y Oshawott (tipo agua). Una decisión que determina nuestro avance, aunque aún más importante es recibir en ese mismo momento una Pokédex que, por cierto, presenta un renovado diseño en rojo y en rosa -dependiendo del sexo-, aparte de la típica información sobre los pokémon: características, hábitat...
Interesante es mencionar que podemos volver a llevar hasta seis pokémon al mismo tiempo con nosotros (guardando el resto en los PC), aunque más importante es saber que las nuevas especies evolucionan más tarde... y no solamente cuando ganan experiencia y suben de nivel: también pueden hacerlo mediante el uso de piedras de evolución. Pero si lo que os interesa de verdad es tener un Pokémon desafiante, entonces hemos de hablaros de que -por fin- las MT (capaces de enseñar habilidades) tienen ahora un uso ilimitado.
Esto probablemente será de gran ayuda durante unas batallas por turnos que reciben una importante remodelación estética. Son más dinámicas, y hasta los pokémon se mueven mientras esperan nuestras órdenes. La cámara también contribuye a dotar de mayor emoción a los impactos y al uso de habilidades, aunque lo mejor de todo es que se integran luchas triples (de tres contra tres) y contiendas de rotación (donde cambiar de pokémon sin emplear un turno adicional).
¡Hazte con todas las... mejoras!
Cabe la posibilidad de eliminar las escenas para hacer el proceso aún más rápido, contribuyendo de forma favorable a un título que también destaca por ofrecernos transiciones día/noche (dependiendo de la hora en que estemos jugando) y la introducción de las cuatro estaciones del año (cambian al principio de cada mes real), con diversos efectos tanto sobre el escenario como sobre los pokémon, que aparecerán con más o menos frecuencia.
La introducción de una urbe tan mastodóntica como Ciudad Porcelana (una versión a escala de Nueva York) supone también una demostración de lo que Game Freak ha querido evolucionar con esta entrega. La metrópolis es capaz de mostrar calles desde diferentes perspectivas, con modificaciones en tiempo real del ángulo de visión. Habitantes deambulan de un lado para otro, y hasta podemos ver bocadillos saliendo de sus cabezas para aconsejarnos que nos apartemos de su camino. Definitivamente, es la ciudad con más posibilidades del título, y podemos acceder a rascacielos, diferentes plantas y, cómo no, explorar sus tiendas.
En concreto, entrar a la Tienda Pokémon (presente asimismo en otros poblados), que recibe otra importante renovación, ya que se encuentra integrada dentro del Centro Pokémon, visiblemente reformado y adaptado a los nuevos tiempos. Eso sí, objetos nuevos a comprar no os esperéis muchos, siendo predominantes las clásicas pociones o pokéball (de múltiples tipos y con diversos efectos de interés). Ítems que costarán dinero, aunque mucho menos gracias al sustituto del Frente de Batalla: el Metro Batalla, otra incorporación que nos invita a subir en un tren con el fin de librar una serie de batallas (siete como mínimo). Si lo hacemos bien, se nos darán puntos que podremos gastar en objetos disponibles en cualquier tienda del juego.
Objetos muy importantes todos ellos, pero que no alcanzan el interés de C-Gear, un artilugio que aquí reemplaza al Pokétch de pasadas ediciones. Básicamente, ahora nos permite controlar varias funciones "wireless" del juego: batallas, intercambios de pokémon, códigos de amigo... y todo desde la pantalla inferior de nuestra consola. Sólo hay que habilitar nuestra conexión a Internet para disfrutar de las posibilidades multijugador de este nuevo título, que no son pocas.
Por ejemplo, la Zona Nexo es una extensa región con una gran variedad de lugares de visitar. Planteado como el acceso a mundos de otros usuarios, nuestra misión como visitantes es cumplir misiones para obtener Poderes Regalo que mejoren nuestra capacidad para incrementar experiencia, para capturar o, inclusive, para reducir el precio de los objetos en las tiendas.
El C-Gear permite además la comunicación por infrarrojos (si disponemos de un amigo cercano) y mediante el Videomisor, una suerte de transmisión de vídeo para hasta cuatro usuarios simultáneos (dos en online y cuatro en local) que saca provecho de la cámara DSi. Pero lo más interesante no es esto, sino que gracias a sus posibilidades somos capaces de conectarnos a otra Nintendo DS -con cartuchos antiguos de Pokémon- e intercambiar criaturas ya jubiladas para hacernos con absolutamente todos. En total, la sorprendente cifra de 649 pokémon, que son los que se han conocido hasta la fecha.
No hace falta mencionar que, con respecto a las batallas multijugador, las funciones online de anteriores entregas se mantienen. Sin embargo, tenemos algunas novedades muy importantes. En primer término, el emparejamiento aleatorio, que permite que cualquier jugador pueda combatir a través de la Conexión Wi-Fi de Nintendo sin necesidad de claves amigo. En segundo lugar, que se habilita el uso de objetos (antes restringido) durante estos combates online. Todo gracias al conocido como Superlanzador, que se basa en la acumulación y uso de puntos para desbloquear la utilización de items.
Haciendo honor al espíritu de la franquicia, se añaden incluso eventos tan simpáticos como un Teatro Musical donde competir con hasta cuatro jugadores para ver quién es capaz de colocar los complementos más disparatados a sus pokémon mientras estos bailan en un escenario.
Seña de identidad de una serie que hace del multijugador una herramienta valiosísima de rejugabilidad gracias a, entre otros, las posibilidades del Pokémon Global Link. Envío de correo a otros usuarios mediante redacción simplificada, decargar apariencias para la Pokédex, acceso a una clasificación global para ver nuestra posición, seguimiento sobre estadísticas globales (pokémon capturados en el mundo, número de entrenadores que montan en bici...), etc.
En resumen, características casi innumerables que hacen de este Pokémon el más ambicioso de cuantos se hayan diseñado... y también gráficamente. La remodelación visual es, de esta manera, completa. Se apoya un mayor efecto tridimensional en cada uno de los emplazamientos de la aventura, y se fundamenta con una más trabajada presentación mediante una fusión entre "sprites" y modelados 3D que comparten una paleta de colores envidiable por cualquier creación audiovisual.
Y es que, en efecto, nos encontramos ante el producto interactivo Pokémon más vivo de cuantos hayamos apreciado, con cuevas, poblados, ciudades, desiertos... Una auténtica explosión artística encerrada en una estética semi-retro que rescata aromas melódicos y sonoros del pasado. Todo para expresarnos lo que es en realidad este Pokémon Edición Negra y Edición Blanca: una recopilación retrospectiva que trae al presente los grandes avances de la franquicia, sin olvidarse de que hay que seguir aportando nuevas características para mantener el espíritu de sus fieles entrenadores intacto.
Game Freak nos ofrece la experiencia Pokémon más completa y ambiciosa de la serie, con un videojuego que acumula 15 años de avances y los junta con interesantes novedades que convierten a Pokémon Edición Negra y Edición Blanca en títulos imprescindibles para los aspirantes a entrenadores. Adicción puramente Pokémon e infinitas características, en dos cartuchos que abren la quinta generación de la franquicia a la vez que cierran con broche de oro el camino de los japoneses en Nintendo DS.
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