Ocultos en las sombras, urdiendo durante años un maléfico plan de conquista, los alienígenas de la serie XCOM han iniciado la invasión a la Tierra sin que nada parezca vaya a detenerlos. ¿O sí? Descúbrelo en este juego de acción táctica que aun a pesar del cambio de perspectiva, mantiene la esencia jugable que caracteriza a esta mítica saga estratégica. No es perfecto, y tal vez echemos en falta una mayor complejidad jugable, pero es un buen punto de partida para esta nueva saga.
Tras un dilatado proceso de desarrollo que por momentos parecía nunca iba a llegar a buen puerto, por fin tenemos en nuestras manos el ambicioso The Bureau: XCOM Declassified. Y el resultado, si bien no perfecto, es bastante bueno... aunque con matices. Principalmente porque hablamos de un destacable juego de acción táctica de esos que ya no abundan, pero también, porque aun a pesar del cambio en su perspectiva jugable, el título hace honor a la saga que representa con un grado de fidelidad más que aceptable.
Y es que aunque se ve y se juega distinto a lo que estábamos acostumbrados, a su vez, lo nuevo de los creadores de Bioshock 2 logra que sientas que tienes en tus manos un nuevo videojuego de la veterana serie estratégica XCOM; lo que obviamente supone todo un logro para el equipo de 2K Games, que una vez más ha vuelto a dar vida a un producto de gran calidad al que, sin embargo, le ha faltado un mayor grado de complejidad en sus rutinas jugables, amén de más contenidos de juego, para alcanzar el estatus de clásico que esperábamos como fieles seguidores de esta veterana saga estratégica.
La guerra, mejor en equipo
Desde el principio del proyecto, cuando aún estaba en manos del equipo de Irrational Games y apostaba por la acción en primera persona, este nuevo XCOM ha incidido siempre en la necesidad de cooperar con los aliados para derrotar a un enemigo más numeroso y con una tecnología militar infinitamente superior a la de los humanos. Y eso es exactamente lo que nos propone The Bureau: XCOM Declassified. Título que no olvida las raíces estratégicas de la serie en la que se basa, poniéndonos en la piel del ex agente del FBI William Carter, al que guiaremos directamente mientras controlamos los movimientos de dos agentes de campo adicionales en nuestra particular lucha contra los invasores del espacio.
Todo ello a través de una perspectiva jugable en tercera persona que recuerda a la vista en títulos como Gears of Wars o Mass Effect, sistema de coberturas incluido, pero a la que debemos sumar la posibilidad de impartir en tiempo real una amplia variedad de sencillas órdenes siguiendo en este caso un estilo de juego similar al de la serie Brothers in Arms. ¿El resultado? Un gran título de acción táctica en el que ya de primeras se nos enseña que las heroicidades y las acciones en solitario nunca acaban bien. Al contrario. La muerte es la única recompensa que espera a aquellos que decidan tomarse la guerra por su cuenta sin apoyarse en los aliados.
No en vano, nos enfrentamos a un enemigo muchísimo más numeroso y con una tecnología militar infinitamente superior a la que usaremos en los primeros compases de la partida; lo que obviamente tiene implicaciones en lo jugable. Por tanto, será necesario coordinar a la perfección los movimientos de los dos agentes bajo nuestro mando aprovechándonos, de las habilidades especiales de las que harán gala dependiendo de la clase de personaje a la que representen, de entre cuatro especialidades distintas –reconocimiento, ingeniero, apoyo e infantería-, si lo que queremos es sobrevivir a esta particular guerra de los mundos.
Buscar coberturas, flanquear a los enemigos, llamar la atención de ciertos rivales para obligarles a abandonar posiciones seguras, colocar minas o torretas defensivas sobre el terreno de juego, ordenar un ataque aéreo sobre una zona concreta, potenciar ciertas habilidades defensivas de los aliados… las opciones, sin ser exageradamente amplias, son más que suficientes para mantenernos atrapados durante las más de 15 horas de juego que puede llevarnos completar la campaña principal del programa, que en todo momento sabe cómo sorprender con nuevas clases de enemigo o entornos de combate más y más peligrosos. Lo que es una gran virtud, sin duda alguna.
Hasta tal punto es así, que disfrutar de la acción en los niveles de dificultad más elevados supone un reto solo apto para los jugadores más veteranos que, eso sí, disfrutarán de lo lindo cuando vean caer a brigadas de enemigos alienígenas gracias a una acertada estrategia de combate. Algo que, por otro lado, requerirá de toda nuestra atención y agilidad mental dado que estamos obligados a actuar bajo presión, y en cuestión de segundos, ante toda clase de imprevistos como puede ser la aparición repentina de enemigos desde posiciones que no teníamos cubiertas. Y eso, creednos, puede desestabilizar a cualquiera. Pero… ¿quién dijo que fuera fácil repeler una invasión alienígena?
Ciencia y Acción
Fiel al espíritu XCOM, The Bureau otorga una gran importancia a la investigación de nueva tecnología militar, aunque obviamente no llega al nivel de complejidad jugable visto en la saga estratégica principal. En este caso concreto, hablamos de la posibilidad de usar ciertas armas alienígenas que recuperaremos durante el transcurso de las misiones, a las que debemos sumar una amplia variedad de mochilas especiales con las que podremos modificar algunos de los atributos principales de cada uno de nuestros agentes. Mejoras de salud, resistencia al fuego enemigo, aumento del alcance de las habilidades especiales, experiencia adicional en el empleo de ciertas armas de fuego… por poder, podremos incluso reducir los tiempos de espera en el uso de las habilidades especiales. La elección está en nuestra mano.
Lo que más nos ha gustado, sin embargo, es que este tipo de objetos especiales se ofrecen como recompensa a los jugadores más dedicados que cumplan con ciertas tareas secundarias en la base de operaciones XCOM, de la que hablaremos a continuación, o durante el transcurso de las misiones, al descubrir alguna de las muchas zonas secretas desperdigadas por los escenarios de juego. Niveles preeminentemente lineales guiados por una muy buena narrativa, en los que hay poco margen para perderse. Aun así, hay que destacar que los entornos de combate son espaciosos y están repletos de recovecos desde los que atacar o ser atacados, por lo que en este sentido no deberíais preocuparos. The Bureau es lineal en lo que a su historia se refiere, pero no así en lo que respecta a los combates.
En este sentido, durante las batallas será esencial coordinar adecuadamente las habilidades especiales de nuestros agentes para sobrevivir a los alienígenas, que desde un principio mostrarán un nivel de agresividad brutal. Por eso, parte esencial de la estrategia de combate radica en identificar a los blancos más peligrosos para acabar con ellos antes de que causen demasiados problemas. Y no hablamos únicamente de enemigos con una potencia de fuego desmesurada. También nos toparemos con alienígenas capaces de crear torretas defensivas, generar escudos protectores sobre sus aliados, dar vida a drones de combate aéreo, e incluso capaces de meterse en la mente de nuestros aliados y obligarles a pegarse un tiro en la cabeza. Básicamente, las mismas acciones con las que contaremos nosotros mismos.
Precisamente por ello, antes ensalzábamos la facilidad que tiene The Bureau para sorprender constantemente sin apenas modificar ni un ápice sus rutinas de juego. Pero es que todo está tan bien hilado, y la acción resulta tan atractiva y desafiante, que es difícil no pasarlo bien con lo nuevo de los creadores de Bioshock 2. Un estudio que ha demostrado un enorme talento creativo en lo que respecta a dar vida a un mundo de juego creíble con un gran trasfondo argumental.
Pieza clave para entender gran parte del encanto que atesora el programa, que desde el primer minuto nos atrapará con esa repentina y devastadora invasión alienígena con la que da inicio la aventura, para seguidamente inquietarnos con los maquiavélicos planes enemigos, sus terroríficos métodos de conquista, o las desesperadas historias de los supervivientes, con quienes podremos charlar directamente o, en la mayoría de casos, conocer sus historias mediante grabaciones sonoras o escritos, muy del estilo Bioshock. En este sentido, el programa de 2K Marin también incluye alguna que otra decisión de vital importancia para el desarrollo de la trama, que nos pondrá en situaciones muy comprometidas que modificarán el desenlace final de la aventura. Y en algunos casos, ya os avisamos, con resultados francamente sorprendentes.
Porque la historia, si bien al principio parece bastante típica, pronto despunta con luz propia gracias a la riqueza argumental con la que se ha construido el mundo de The Bureau. Y la base de operaciones de XCOM es el mejor ejemplo de ello, dado que sus "habitantes" se comportarán de forma asombrosamente creíble desempeñando sus funciones con total normalidad, charlando entre sí sobre cuestiones directamente relacionadas con el desarrollo de la acción, e incluso saludando y reaccionando a los movimientos de nuestro protagonista, William Carter. Y esto mismo se puede aplicar al resto del juego, en el que nos toparemos con un sinfín de pequeños detalles que dotan al programa de una ambientación de película. Mención especial para los Sonámbulos, que son uno de los mayores aciertos del juego.
El Enemigo Desconocido
Como en el resto de aventuras XCOM, The Bureau nos da la oportunidad de movernos libremente por una base de operaciones secreta en la que podremos gestionar el equipo y las habilidades de nuestros agentes especiales, charlar con un buen puñado de personajes que nos darán información vital para entender los planes de conquista de los alienígenas y, claro está, afrontar desde allí cualquiera de las misiones que propone el juego de 2K Marin.
En este punto hablamos de tareas de investigación que por norma resolveremos dentro de la propia base, dando solución a sencillos problemas como puede ser escanear partes del escenario en busca de enemigos infiltrados; misiones de campo en las que tendremos que mancharnos las manos de sangre amarilla combatiendo directamente a los enemigos –hay también misiones secundarias que nos dan acceso a suculentas recompensas-; y otras tareas en las que intervendrán únicamente nuestros agentes, a los que enviaremos alrededor de toda Estados Unidos sin que nosotros podamos intervenir en estas tareas.
Dicho lo cual, conviene recordar que en The Bureau, la muerte de nuestros agentes será permanente, por lo que andar haciendo el tonto durante las batallas puede suponer el quedarnos sin efectivos de gran valor para misiones sucesivas, ya que nos tocará reclutar a nuevos soldados a los que habrá que entrenar desde cero. Y no es tarea sencilla, teniendo en cuenta que los enemigos se mostrarán igual de implacables tengamos en nuestro equipo a unos veteranos o a completos novatos.
Aunque atractivo a simple vista, todo esto tiene un pero, y es que el programa de 2K Marin coquetea casi siempre con todas estas posibilidades de juego, pero nunca profundiza en ellas. Y eso, al final, le pasa factura. Obviamente, por mucho que se llame XCOM, no podemos exigirle el grado de complejidad jugable que atesora la saga estratégica en la que se basa; sería un error. Sin embargo, hay detalles que sí deberían haberse trabajado más. Por ejemplo, la muerte de los aliados. Algo realmente trágico en la serie principal, pero casi anecdótico en The Bureau, suponiendo más un leve contratiempo en el desarrollo de las misiones en sí, que a nivel general. Eso sin contar con que verdaderamente es muy difícil perder a una unidad en combate, puesto que podemos "revivirla" con demasiada facilidad incluso en situaciones de guerra adversas, lo que le resta mucho encanto al programa.
Y lo mismo podemos decir de la investigación de nueva tecnología, que resulta demasiado superficial, hasta el punto que las armas alienígenas no suponen un plus de calidad excesivamente grande con respecto a las armas convencionales; o en lo que respecta a las misiones protagonizadas por nuestros agentes, que están en un muy segundo plano sin cobrar el protagonismo que sí tienen, por ejemplo, en la serie original. ¿Que mueren? Vale, los cambiamos por otros y punto. Entendible en cierto modo, pero no por ello menos decepcionante tras las promesas vertidas por el equipo de desarrollo.
Por otro lado, tras ensalzar en repetidas ocasiones el magnífico trabajo que ha llevado a cabo el equipo de 2K Marin a nivel narrativo y de ambientación, no queremos obviar tampoco lo llamativo que resulta este XCOM Declassified en su faceta audiovisual, gracias sobre todo a la gran variedad de localizaciones por las que nos moveremos y, principalmente, al mimo y cuidado con el que se han diseñado todas ellas. Y es que miremos donde miremos, siempre encontraremos pequeños detalles de calidad que denotan años de esfuerzo a nivel creativo, con escenarios en los que prácticamente ningún elemento decorativo se repite. No hay nada especialmente llamativo ni muy original, y sin embargo, resulta atractivo e impresiona en ciertos aspectos.
También nos ha encantado la crudeza que atesora el videojuego, que no se corta ni un pelo en mostrar el horror originado por los alienígenas. Seres capaces de aniquilar ciudades enteras de un suspiro, o matar sin escrúpulos a niños indefensos. Pero lo mejor es que descubráis por vosotros mismos esta pesadilla explorando a conciencia cada escenario de juego, ya que os garantizamos en más de una ocasión quedaréis sorprendidos por el nivel de detalle con el que 2K Marin ha dado vida al mundo de The Bureau. Algo también visible en el diseño de personajes, con rostros bien definidos y animaciones realistas y muy trabajadas, que exprimen de forma eficiente el prolífico motor gráfico Unreal Engine 3.
Los alienígenas, por descontado, también tienen un gran peso en la acción, así que no serán pocas las ocasiones en las que los veremos muy de cerca para comprobar también en estos casos el talento creativo de 2K Marin, que ha sabido dotar de una gran personalidad artística a su obra. Título que además cuenta con un doblaje al castellano de película, unos muy buenos efectos de sonido, y una banda sonora que acompaña perfectamente a la acción. En este sentido, también se incluyen temas clásicos de la década de los 60 que ambientan algunas de las localizaciones por las que nos moveremos, aumentando en estos casos la sensación de estar verdaderamente en ese contexto histórico.
En cuanto a la inteligencia artificial, pocas pegas podemos poner al respecto, ya que los enemigos y aliados se comportarán de forma realista en la mayoría de ocasiones. Así pues, no será nada raro ver cómo un enemigo recula al sentir que tiene todas las de perder, o se lanza al suelo para protegerse de una granada. Y lo mismo harán nuestros aliados, que sin necesidad de indicarles cada dos por tres qué deben hacer, reaccionarán a las circunstancias del combate de forma creíble y acertada. Sin embargo, por desgracia, no siempre ocurre así; y también tendremos que lidiar con ciertas actuaciones que nos pondrán de los nervios. No en vano, ver cómo nuestros aliados se lanzan hacia los enemigos en plan kamikaze para buscar una posición de cobertura nada segura resulta de lo más frustrante. Igualmente, a veces las tropas dependen demasiado de nuestras órdenes, quedándose sin hacer gran cosa durante el transcurso de una batalla en la que simplemente deberían disparar al único objetivo posible. No es lo habitual, repetimos, pero sí podría haberse trabajado mejor este apartado.
Y poco más podemos decir acerca de The Bureau: XCOM Declassified. Durante un tiempo, todo apuntaba en contra de este ambicioso proyecto con el que 2K Games pretendía llevar la veterana serie XCOM a un nuevo escenario de juego. Pero al final, el resultado ha sido más que satisfactorio. Obviamente, nos hubiera encantado que el programa fuera mucho más complejo a nivel jugable, que hubiera más opciones de combate y misiones -demasiado pocas en nuestra opinión- o que la investigación de nueva tecnología y los diálogos tuvieran un mayor peso en la acción, siguiendo el estilo de la serie principal. No ha sido así.
Aún así, The Bureau es un muy buen juego de acción táctica con el que es muy difícil no pasarlo bien. Su argumento, aunque no cuadra demasiado con la historia narrada por los XCOM originales, es atractivo y sorprendente en algunos aspectos. Y a nivel jugable, si bien no perfecto, también supone un gran punto de partida para explotar esta nueva vía dentro del universo UFO.
Muy distinto al estilo clásico de la serie XCOM, pero con la esencia jugable que ha convertido a esta saga estratégica en una de las más queridas por los usuarios de PC, The Bureau es un muy buen juego de acción táctica que destaca por su accesibilidad y su gran trasfondo argumental. Le ha faltado un mayor grado de complejidad jugable, variedad de situaciones y más misiones para alcanzar el sobresaliente, pero como punto de partida para una nueva franquicia, el resultado es notable.
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