La cuarta entrega de uno de los mejores simuladores de construcción y gestión de ciudades llega por fin a nuestros PC’s. La espera de 8 años ha merecido la pena, Sierra y Tilted Mill han realizado un estupendo trabajo. Desempolva tu toga y tu corona de laurel, el mejor “city builder” ha vuelto.
Uno de los subgéneros más populares hace años era el de los juegos de gestión de ciudades. La saga Sim puso el listón alto con sus geniales SimCity, y era muy habitual encontrar numerosos títulos de estas características en las estanterías de los centros comerciales. Con el paso de los años y la aparición de un mercado cada vez más centrado en los juegos de acción, la estrategia “civil” fue quedando relegada al olvido; se seguían produciendo títulos de estas características a un ritmo razonable, pero la cantidad y calidad de juegos de antaño no se volvió a ver desde entonces.
Caesar, fue uno de los máximos exponentes de este género. Hace ocho años lanzaron su última entrega, Caesar III, un programa sensacional que nos brindaba la oportunidad de dirigir los destinos de una ciudad en el Imperio Romano, con unos gráficos excelentes para su época, y una jugabilidad a prueba de bombas.
Roma no se construyó en un día
Mucho tiempo ha pasado, pero de nuevo tenemos otro Caesar delante, la espera para los fans ha sido larga, y podemos decir que nos encontramos de nuevo ante un producto de calidad.
Tilted Mill ha respetado la fórmula original de Caesar, y ha optado por realizar muy pocos cambios en el apartado jugable, básicamente lo que han hecho ha sido trasladar la esencia del juego a los juegos de la actualidad, lo que se traduce en una mejora general en el aspecto gráfico, y algunos matices importantes en la jugabilidad. Tras ver el producto final, parece que Sierra ha acertado plenamente asignándole su desarrollo a los creadores del más que correcto Los Niños del Nilo, otro simulador parecido.
La dinámica del juego es sencilla, pero llena de posibilidades. Deberemos construir ciudades romanas, llevando a cabo una serie de objetivos diferentes en cada escenario. Para ello sólo contaremos con un mapa vacío y con algo de dinero, y así deberemos ocuparnos de realizar las labores arquitectónicas, además de las de gestión, es decir que los ciudadanos tengan alimentos y estén contentos.
Caesar IV tiene varios modos de juego, algunos de ellos sólo accesibles terminando los anteriores. Para empezar tenemos el clásico modo escenario en el que no estaremos encorsetados por los objetivos que se nos propongan, y podremos construir y gestionar con total libertad y sin intromisiones del exterior. Es un estilo de juego muy divertido y abierto, pero algo disperso, y con la ausencia de metas puede resultar algo desconcertante para algunos.
Los que busquen objetivos claros y una evolución, tienen en el modo carrera su estilo de juego. Aquí deberemos seguir las órdenes del César y realizar las tareas que nos encomiende, y de este modo ir evolucionando desde un punto de vista más orientado a lo económico o a lo militar, según nuestro propio estilo.
El aspecto bélico también sigue presente, y nos obligará a crear defensas y legionarios para defendernos de los bárbaros que atacarán nuestras ciudades ocasionalmente.
Existe también un novedoso componente on-line, pero no en el sentido tradicional, si no más bien orientado hacia las comparativas entre jugadores, creando una especie de ranking mundial en Internet.
Quién te ha visto y quién te vé
El aspecto gráfico de Caesar ha sufrido una gran evolución, los que todavía teníamos en mente los entrañables gráficos de la tercera entrega nos llevamos una grata sorpresa al observar cómo ha cambiado todo lo que se refiere a la tecnología desde entonces.
Para empezar, y uno de los detalles más útiles, es la nueva cámara, que nos permite situarla donde queramos, proporcionándonos una total libertad a la hora de seguir las evoluciones de nuestras ciudades.
El motor gráfico ha sufrido innumerables cambios para adaptarse a los nuevos entornos tridimensionales de los que disfrutamos en la actualidad, y proporciona unos gráficos sensacionales y tremendamente detallados, que harán que en ocasiones nos quedemos embobados observando la ciudad repleta de vida y de movimiento, olvidando nuestras labores.
A todo esto hay que sumar una dirección artística excelente que refleja en todas las construcciones todo el sabor añejo de las edificaciones romanas, y que también es muy fiel en los ropajes y costumbres de la plebe .
El apartado sonoro es así mismo notable. Correctas melodías nos acompañarán durante las incesantes horas que pasaremos desarrollando nuestra ciudad, aunque su limitado número puede acabar haciéndolas algo repetitivas.
Caesar IV es un juego excelente. Un reencuentro esperado para los fans del género y una oportunidad maravillosa para todos aquellos ajenos a los juegos de gestión que quieren probar un título de estas características. Una jugabilidad sobresaliente basada en la libertad a la hora de llevar a cabo los objetivos, y unos gráficos renovados y muy vivos, aportan el marco necesario para que este nuevo Caesar iguale e incluso supere al anterior.
