Tras infinidad de lanzamientos de las series de Los Sims en consolas que, ciertamente, no estaban a la altura; estábamos verdaderamente impacientes por ver la primera traslación real de la fórmula que millones de fans han adorado en PC, y que ahora da el salto a Xbox 360 y PlayStation 3. Los Sims 3 está ya en consolas, y si exceptuamos algunos matices es un videojuego muy recomendable.
Los Sims 2: Mascotas, Los Sims 2: Náufragos, MySims, Los Sims 2: Vecinos y Mascotas... hay una cantidad ingente de videojuegos de Los Sims que han ido apareciendo en consolas en los últimos años, y que sin duda se aprovechaban de la imagen de marca más conocida de la historia del entretenimiento interactivo para hacer los deberes por las justas, y presentar un producto que distaba mucho de ofrecer las cotas de libertad y calidad que sus homónimos de PC sí han venido ofreciendo.
El mejor intento en este sentido hasta ahora fue el de PlayStation 2, la primera Xbox y GameCube lanzado en 2005, y que si bien seguía quedando a enorme distancia de las versiones para ordenador, por lo menos sí trataba de ofrecer un estilo jugable que siguiera la misma línea.
Sin embargo Los Sims 3 en Xbox 360 y PlayStation 3 es el primer título de la saga en consolas que nace con la intención de ofertar exactamente la misma experiencia jugable que en PC. El veredicto sólo puede ser muy positivo, puesto que mantiene la esencia con mucha habilidad y sólo una serie de problemas tecnológicos y de hardware, lo suficientemente graves como para afectar a la jugabilidad, han terminado impidiendo que el juego se alce con una nota más alta.
Justicia Kármica
Si has estado viviendo en una cueva los últimos años debemos aclarar en primer lugar que Los Sims es un simulador de vida real. Esto quiere decir que en él llevamos a cabo tareas rutinarias de la vida cotidiana como ir a trabajar, relacionarnos socialmente o construir nuestro hogar; y que la habilidad de Maxis, sus responsables, ha sido la de convertir este concepto, tan poco atractivo a priori, en un fenomenal bombazo que ha copado las listas de software y que ha divertido a millones de fans de todo el mundo.
Esta fórmula que nos permite dirigir las vidas de nuestros personajes -unidades familiares- literalmente como queramos, se traslada con gran habilidad por parte de Electronic Arts al control del pad, obviando las torpezas que parecen derivarse de cualquier título de este tipo que no se maneje con teclado y ratón.
Nuestros primeros pasos en Los Sims 3 deben comenzar necesariamente por la edición de los personajes que vamos a encarnar, modificando un buen número de parámetros referentes a su rostro, físico, pelo, color de piel, forma de cara, nariz, boca, orejas y ojos. Además de las ropas, pudiendo escoger diferentes opciones de vestimenta para determinadas ocasiones, como la ropa deportiva, la elegante, la casual, etcétera; que podremos cambiar en cualquier momento con una cómoda y solitaria presión de botón.
Lo que los que probaron Los Sims 2, tanto en PC como en consolas, detectarán como novedad lo que se describe como Rasgos a la hora de personalizar nuestro personaje, y que divide sus posibilidades en cuatro categorías: Mentales, de Estilo de Vida, Físicas o sociales. Aquí disponemos de cinco ranuras para equipar estos rasgos de entre toda la oferta, y serán estos elementos los que acaben conformando el carácter de nuestro Sim y también el tipo de deseos que desearemos que lleven a cabo. Aquí encontramos talantes como el de Demente, Culo de Sofá, Distraído, Snob, Mezquino, Torpe, Experto Culinario, etcétera, para alcanzar más de 60 opciones de entre las que elegir, y que ofrecen una forma de esbozar la personalidad de nuestros personajes de forma muy precisa.
No obstante cuando empezamos a movernos por el juego propiamente dicho, y tras escoger el número y aspecto de los Sims que van a conformar nuestra unidad familiar y ubicarlos en el solar o casa que deseemos, empezaremos a notar algunas novedades específicas de la versión de consola. Se trata de los poderes del Karma, que se obtienen con puntos que a su vez desbloqueamos cumpliendo pequeños deseos que nos piden nuestros simpáticos personajes. Algunos de estos poderes están disponibles al comienzo, pero los más interesantes son los que iremos liberando: Como el de hacer que regrese un ser querido muerto en forma de fantasma, el de eliminar el mal humor de nuestros Sims o el de bañar a nuestras criaturas en dinero.
Sin embargo el gran reclamo de Los Sims 3 continúa residiendo también en consolas en el hecho de que ahora el jugador puede abandonar las paredes de su casa para salir de ésta y visitar las ciudades con entera libertad, aunque en consolas con tiempos de carga intermedios. Ahora ya no hay límites y no tenemos que esperar a que alguien pase delante de nuestro porche para conocerle como en el pasado, de modo que podremos caminar hasta otra casa para visitar a los vecinos o, por ejemplo, visitar un parque para pasar la tarde o acercarnos al estadio para ver un partido.
Corsés Tecnológicos
La ciudad aquí está mucho más concentrada que en PC por motivos de hardware y no resulta tan interesante de explorar. Sólo hay una, y lo cierto es que es algo pequeña sin demasiada gente con la que relacionarnos ni tampoco grandes entretenimientos o lugares que visitar. Las urbes que había disponibles en compatibles estaban mucho más logradas, esto es atribuible a los problemas de hardware derivados del desarrollo en consolas, deficiencias que se trasladan también a la omnipresencia de tiempos de carga prácticamente para cada acción que llevemos a cabo.
El hecho de que cada viaje lleve casi 30 segundos de tiempo de carga hará que nos planteemos muy seriamente cuánto nos conviene realizarlo. Estas duraciones se reducen ligeramente si instalamos el videojuego en nuestro disco duro -obligatorio en PlayStation 3-, pero a pesar de ello siguen siendo demasiado largos. Es por ello recomendable crear unidades familiares con no demasiados Sims, puesto que si por ejemplo tenemos un grupo de cuatro personajes y cada uno de ellos está en un lugar diferente de la ciudad -algo que seguramente dictará la variedad de intereses que mostrarán-, podemos pasar bastante más tiempo viendo las estáticas pantallas de carga que disfrutando del juego para tenerlos a todos mínimamente controlados.
Por lo demás hay muy poco que objetar en cuanto a la traslación de la fórmula a consolas, que en el resto de facetas es prácticamente perfecta. Podemos manejar nuestro icono -aquí convertido en un enorme cilindro verde- con el stick izquierdo del pad, y girar la cámara o hacer zoom con el stick derecho, quedando el resto de botones y gatillos para desplazarnos por los diferentes menús o accionar las informaciones sobre nuestros entrañables personajes.
Resulta especialmente chocante que la navegación por todo lo que se refiere a menús e interfaces sea tan orgánica y tan bien ajustada al mando de la consola, y que por el contrario la propia experiencia jugable esté tan seriamente lastrada por tiempos de carga casi constantes. Los Sims 3 en Xbox 360 y PlayStation 3 es, por lo demás, un videojuego tremendamente interesante, que nos deparará abundantes horas de entretenimiento y que, si obviamos sus problemas técnicos, se convertirá en un juego que tardaremos tiempo en sacar de nuestra consola.
El esperado Sims de consolas Next-Gen está ya entre nosotros, y el veredicto es muy positivo. Si exceptuamos algunos serios problemas técnicos que pueden plagar la experiencia jugable, la adaptación al control del pad es impecable y la abundancia de objetivos a corto plazo garantizan que incluso los que se abruman con la excesiva libertad de Los Sims, encontrarán acomodo y diversión en su propuesta.
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