Con una nueva historia donde sólo se conservan los coches, los derrapes y el olor a gasolina, la saga Driver regresa intentando recuperar el prestigio que perdió hace un par de años. Esta vez, tenemos Nueva York a nuestros pies, así que, adelante.
Esta vez nuestro protagonista, “Tk”, es un chaval de pueblo que llega a Nueva York con 18 años, en el año 78. Allí consigue introducirse en el mundillo de los coches y los garajes, haciendo de la gasolina su vida. Poco a poco, tendremos que hacernos un nombre en el mundo oscuro de las dos ruedas, participando en carreras, ayudando a ladrones a huir de la policía, etc. Esto nos hará suficientemente conocidos en el ambiente, para que nos salgan nuevos jefes que nos encargarán más trabajos, prácticamente todos relacionados con las cuatro ruedas. Por supuesto, en el camino iremos haciendo amigos y otros no tan amigos, y así, pocos meses después, ya afincados en la ciudad, nos tienden una trampa por la que caemos en manos policiales y gracias a la cual pasaremos 28 años en la cárcel (que se pasan en un suspiro ;) ), por lo que regresaremos a la calle en este año 2006 con un único objetivo: vengar a nuestros traidores. Como podéis imaginar tanto la ciudad como el ambiente en el que nos movemos ha cambiado mucho y tenemos una nueva historia por delante. ¿Interesante, no?
Esta es la interesante historia de este nuevo Driver. Además tenemos a nuestra disposición toda la ciudad de Nueva York en sus dos épocas, y todos los vehículos que circulan por ella, sus islas, sus diferentes barrios, sus parques, rascacielos, calles… todo recreado virtualmente para el disfrute de nuestras aventuras. De momento, parece que el nuevo Driver promete. Su espectacular presentación, en la que no sabrás si es video real o animación, así como sus fantásticas escenas de introducción antes de cada fase, nos animan a seguir.
Como complemento a la historia principal, circulando por la ciudad podemos encontrar coches o vehículos con símbolos especiales que nos abrirán misiones extra con las que conseguir dinero, misiones en las que tendremos que trabajar como taxista, ganar carreras en circuito, intentar superar records corriendo entre checkpoints, ayudar a ladrones a escapar de la policía… muy variado y divertido.
Dos versiones de Nueva York
Como ya hemos comentado, la ciudad de Nueva York, en dos épocas bien distintas será la que sufra de nuestras fechorías. La ciudad, gráficamente hablando, está perfectamente conseguida con unas texturas un poco simples, imaginamos que para no perjudicar la velocidad del juego, pero muy efectivas y particulares para cada una de las dos épocas.
Cada barrio cuenta con su estilo propio, pasando de los barrios de casas bajas y sucias, a pleno corazón de Manhattan, por medio de túneles y puentes. Al llegar a alguna zona característica, como Times Square, por ejemplo, el detalle aumenta y nos permite distinguirla sin problemas por rasgos tan significativos como sus grandes carteles publicitarios. Las aceras están llenas de peatones deambulando, aunque se echa en falta algo más de animación en la ciudad. Un detalle muy conseguido es el efecto de suciedad y papeles tirados en la carretera en algunos barrios que, al pasar a toda velocidad, salen volando al típico estilo de las películas, o los frecuentes y oscuros callejones llenos de basuras o vallas, que nos librarán de no pocos problemas.
Curiosamente no hay muchos atascos en esta ciudad. El número de vehículos disponibles de todo tipo supera los 30 en cada época, pero no dan mucha sensación de variedad, aunque dependerá de cada barrio, claro. Cada uno cuenta con sus características y su estilo de conducción está bien diferenciada. Podremos “coger prestado” cualquiera que nos guste, y tunearlo en nuestro garaje con bastantes posibilidades, dependiendo del dinero que hayamos conseguido.
Por supuesto, esto no es una ciudad sin ley, y la policía patrullará la ciudad regularmente, y si nos ve robar un coche o pasar a 200 km/h, no dudará en perseguirnos duramente y bloquearnos los puentes o diferentes caminos que podamos seguir, según un indicador de nivel de búsqueda que irá subiendo o bajando según nuestros actos. Afortunadamente, siempre habrá cerca un callejón por donde despistarlos. Aun así, si conseguimos despistarlos, seguirán en estado de alerta durante un tiempo, sobre todo por la zona donde nos han perdido, muy curioso y divertido, por lo que tendremos que ingeniárnoslas para esquivarlos o esperar que pase el tiempo.
Movimiento muy mejorado
Para manejar a nuestro protagonista usaremos los dos sticks del mando, ayudados por las diferentes teclas. El control es sencillo, tanto moviéndonos a pie, como conduciendo, y ha sido muy mejorado respecto a la antigua versión. Cada vehículo cuenta con sus propiedades de velocidad y maniobralidad, y no es lo mismo conducir un deportivo tuneado a tope, que un autobús, y se nota. Como único defecto sólo nombraría unos pedales de giro y freno muy sensibles, que nos dejarán parados en cuestión de milisegundos. Tras unos minutillos podemos adaptarnos sin problemas.
También podremos disparar mientras conducimos de forma sencilla y efectiva, mediante un sistema de apunte automático. El control a pie también es bastante sencillo, y la forma de apuntar semiautomática ha mejorado sensiblemente, corrigiendo uno de los defectos más desesperantes de su antecesor. Algunas veces, la cámara de detrás nuestro se pierde un poco, sobre todo al bajar de un vehículo, pero como la podemos controlar a nuestro gusto, no suele haber problemas.
También tenemos disponible una cámara subjetiva en cámara lenta espectacular, que aunque no es apta para jugar, si lo es para deleitarnos un rato con nuestros paseos por la ciudad.
Una Espléndida banda sonora
Los efectos sonoros del juego son igualmente bastante correctos, pero lo verdaderamente sorprendente es la espléndida banda sonora que le acompaña. Cada vez que subamos a un coche, la radio empezará a sonar con temas muy conocidos de la época en la que nos encontramos, es decir, desde David Bowie, Blondie, Iggy Pop, hasta Suicide. En este caso, no existen distintas emisoras como en otros títulos del estilo, pero si podemos cambiar de canción si no nos gusta, simplemente pulsando el botón arriba de las teclas de mando.
Tras la enorme decepción que me dejó la tercera entrega, esta vez, la cuarta ha sido una gran y positiva sorpresa. Tenemos un gran juego con un gran argumento que se convierte en dos historias. Una ciudad como Nueva York correctamente diseñada en dos épocas diferentes, con grandes extensiones, buenos gráficos y movimientos, y estupenda música para disfrutarla.
Parallel Lunes se encuentra en un género muy de moda, dominado indiscutiblemente por el que en mi opinión, es el mejor juego de la historia de PS2, el increíble GTA San Andreas. Ciertamente, no consigue superarle ni en variedad, ni en extensión, ni en experiencia de juego, pero su acción, su interesante argumento, y ese continuo olor a rueda quemada que nos deja, le hace quedar muy por encima de otros títulos del mismo género y devuelve a una saga mítica a su merecedora posición. Esperemos que los chicos de Reflections y Atari sigan con esta línea.
¿Quieres tener toda Nueva York a tus pies? Mejor dicho, ¿a tus ruedas? Si es así y quieres verte sumergido en toda una aventura repleta de acción, carreras y bajos fondos, durante dos épocas distintas, estás ante tu juego. Una gran título que nos hace olvidar la decepción de la anterior entrega.
