Todos nos quedamos sorprendidos cuando Devil's Third fue anunciado en exclusiva para Wii U. Fue un anuncio que sin embargo no se hizo a bombo y platillo. De hecho, el juego no ha estado presente en muchos eventos. ¿La razón? Que puede que no fuera lo que Tomonobu Itagaki nos había prometido, resultando un título curioso, pero lejos de lo que se puede calificar como buen videojuego.
El desarrollo de Devil's Third no ha destacado ni mucho menos por resultar ejemplar. Su tiempo de creación se ha prolongado durante cinco largos años, y no precisamente para hacer el mejor título posible, sino más bien como consecuencia de diversos infortunios. Primero su productora, THQ, cerró por bancarrota. Luego sabemos que se produjeron cambios en el motor de juego. Muchos problemas para el primer título de Tomonobu Itagaki en su nueva empresa, Valhalla Games, la cual creó tras su polémica marcha de Tecmo.
Sin embargo, el videojuego ha conseguido salir adelante, consiguiendo el apoyo de Nintendo para lanzarse de forma exclusiva en Wii U. Conseguía así hacerse con un título de corte adulto que prometía contentar a los usuarios más "hardcore" de la consola. Cuando se anunció la exclusividad en el E3 2014, creció la euforia. El creador de Ninja Gaiden, ni más ni menos, trabajando para esta consola. Las expectativas eran grandes, hasta que recientemente lo probamos y os adelantamos que podría no ser lo que muchos esperaban.
Al final, tras probarlo más a fondo, hemos de decir que nuestra perspectiva no es tan negativa, aunque dista de ser un videojuego de acción que no os podáis perder. Es más bien un producto regular que no destaca en ninguna de sus facetas y que además presenta numerosos fallos a nivel jugable. Su planteamiento, apoyado en mezclar "hack and slash" con shooter es interesante, pero la experiencia resultante es repetitiva y poco profunda… sólo apoyada por un multijugador sorprendentemente elaborado.
Campaña a fuego y katana
La primera parada de Devil's Third es su campaña individual, un conjunto de misiones que podrían considerarse un pasillo enorme (con excepciones, por supuesto) hasta llegar al final del juego. El esquema es sencillo y bien conocido: avanza, enfréntate a los enemigos y cuando los hayas vencido a todos sigue hasta el siguiente "checkpoint". No es exageración, es así hasta al final del juego. Lo bueno es que de vez en cuando se presentan planteamientos que otorgan variedad, al estilo de ponernos detrás de una ametralladora o manejar un vehículo.
Ya sabéis, el esquema propio de un videojuego de acción y aventura propio del cambio de siglo. No es algo malo si se hace bien. El problema es cuando los elementos no resultan del todo divertidos. La repetición abunda, versando la práctica totalidad del juego en enfrentarnos una y otra vez a los mismos enemigos, porque además se repiten constantemente. Al menos hay jefes, algunos muy interesantes, pero incluso en estos casos la pauta para vencer es siempre la misma: esquivar y atacar, sin ofrecer mucho más...
La campaña para un jugador presenta el esquema propio de un videojuego de acción y aventura propio del cambio de siglo, pero se hace monótono
Pero algo positivo debe tener el juego: es difícil. Aquí Itagaki ha dejado su ADN en forma de partes que repetiremos una y otra vez para seguir adelante. No sólo por los jefes, sino por ciertas partes del juego que resultan complicadas, como enfrentarnos a un grupo de soldados armados hasta los dientes o acertar a acabar con unos francotiradores que nos hacen la vida imposible. A este respecto, el abanico de armas no es pobre, con rifles, ametralladoras, lanzacohetes, granadas y, por supuesto, nuestra katana.
La transición entre uso de espada y arma de fuego es sencilla, sólo hay que pulsar el botón correspondiente. Tal vez sea lo más destacado del título: la fluidez con que ambos sistemas (shooter y "hack and slash") se combinan a lo largo del juego. Si tenemos a un enemigo cerca, lo mejor es usar el cuerpo a cuerpo. Si está lejos, podemos evitarnos problemas acertándolo desde una distancia prudente. A este respecto, las coberturas puede decirse que funcionan, siendo importante usarlas para recobrar vida, ya que la regeneración es automática.
Por tanto, las mecánicas parten de una buena idea. El problema llega cuando este enorme pasillo que recorremos no ofrece nada especialmente estimulante a nivel de contenidos. Todo se limita a acabar con los enemigos de una zona para avanzar hasta la siguiente. Eso sí, las "intros" abundan y lo cierto es que cuentan con una buena ejecución, pero la trama no resulta ni mucho menos memorable, con un protagonista con el que no hemos logrado empatizar y un desarrollo algo torpe. Además, está completamente en inglés, y no uno especialmente sencillo.
Ivan es un preso de Guantánamo que es liberado para ayudar en una situación extrema: los satélites que circulan alrededor de La Tierra han dejado de existir. El caos ha dejado paso a una organización terrorista a la que deberemos hacer frente. En pocas palabras, un ejército de un hombre que se abre paso con una visceralidad cargada de desmembramientos (una de las pocas señas de identidad de Itagaki presentes en el videojuego). Todo para unas 8-10 horas de campaña que se hacen hasta largas dadas las características presentadas.
Un multijugador enorme
El título presenta una serie de trofeos a encontrar en los niveles, una modalidad "Score Attack" y un ranking online de puntuaciones que dudamos que motive a alguien a rejugar la campaña. Lo que sí que está más cuidado, y esto hay que reconocerlo, es la vertiente multijugador. El planteamiento es interesante. Como en la campaña, se nos insta a proteger a los EEUU de la situación de pánico que se ha generado como consecuencia de la destrucción de satélites. Crearemos entonces un personaje, escogiendo cara, pelo y voz, entre otros.
Este editor (si es que puede llamarse así) no es nada potente, pero sí la cantidad de uniformes, accesorios y armamento que conseguiremos posteriormente. La dinámica es bien sencilla: participar en encuentros multijugador para ganar "dollens" (la moneda del juego) y al mismo tiempo obtener experiencia para ir subiendo de nivel. La parte más positiva es que hay muchísimas opciones de juego, nos hemos quedado sorprendidos, y todas para un máximo de 16 jugadores simultáneos.
Tenemos el clásico todos contra todos y un "team deathmatch", así como otros planteamientos al estilo de capturar cargamentos (Cargo Capture) a lo largo y ancho de los mapeados, que por cierto presentan un buen equilibrio de propuestas. Luego está Close Quarters, un modo por equipos en que sólo se permiten armas cuerpo a cuerpo, y Guardian, con la interesante tarea de proteger la zona del mapa que hemos conquistado. Ignition es el tradicional planteamiento de activar bombas, dejando a los rivales la tarea de desactivarlas.
La vertiente online supone prácticamente otro videojuego, de hecho es mejor
Por otro lado, saliéndonos de lo típico nos encontramos con Chickens (recolectar gallinas para ganar puntos) y Carnival (obteniendo frutas para tirarlos a la exprimidora), pero a decir verdad se trata de 10 modalidades que no sorprenden por una extrema originalidad. Sí por las mecánicas, ya que comparten los atributos de la campaña: un shooter con elementos de "hack and slash", algo que resulta fresco. Eso sí, habrá que ver si esta propuesta -tan dispersa y con tantos modos- acaba siendo positiva para el juego, porque prevemos que va a ser complicado encontrar partidas (no habrá juego cruzado con usuarios de PC). Veremos cómo se comporta durante los primeros meses...
Otra parte importante del conjunto es que hay facciones y clanes, incrementando enormemente la complejidad del lanzamiento, con muchísimas posibilidades, desde cuánto dinero recibirás por ser miembro hasta la posibilidad de establecer requisitos de entrada. Se trata de un planteamiento en el que podremos crear nuestra propia fortaleza, suponiendo un modo en sí mismo. Con la forma de editor, esta opción nos permite colocar edificios y armamento de defensa con el fin de conquistar nuevas zonas y finalmente dominar el mundo.
En consecuencia, la vertiente online supone prácticamente otro videojuego, con un contenido realmente abrumador. Aún así, no nos ha terminado tampoco de convencer. Puede que esté a un mejor nivel que la campaña, pero nos hemos topado con un "frame rate" muy mejorable, con continuas ralentizaciones que empeoran la experiencia. No tiene chat de voz para los que se lo estén preguntando, pero sí soporte para teclado USB, haciendo que la comunicación por texto sea más rápida que utilizando el GamePad.
El demonio de Itagaki
Devil's Third ha sido uno de los títulos más esperados de Wii U, y el resultado no puede decirse que haya sido del todo malo, pero dista bastante de lo que prometía Tomonobu Itagaki y su compañía Valhalla Games. El desarrollo del mismo estamos seguros de que ha sido complicado, con todas las idas y venidas que ha tenido, pero aún así el mismo planteamiento del juego resulta desfasado en sus mecánicas, con un acabado regular no carente de errores de programación.
También resulta desfasado gráficamente. La interacción con los entornos es muy pobre, así como la calidad de las texturas. Hay momentos mejores que otros durante el juego, pero rara vez nos sorprendemos por lo que vemos. Las "intros" están muy trabajadas, pero los enemigos clónicos y la sensación de que hemos pasado por el mismo sitio varias veces no habla bien del producto obtenido. Eso sí, la banda sonora nos ha gustado, y diríamos que hasta desentona de lo buena que es. La actuaciones de voz tampoco están mal, pero repetimos que hubiesen sido necesarios unos subtítulos en español para enterarnos mejor de lo que ocurre.
En resumen, un juego con un resultado aceptable pero que no entra dentro del campo de lo recomendable. Cada jugador deberá valorar sus pros y sus contras, siendo sin duda el multijugador su mayor valor, aunque con las dudas que suscita el hecho de que pueda tener éxito en Wii U. Por ello, incluso en este punto somos escépticos, aunque habrá que esperar para ver su evolución…
Campaña genérica y de acabado regular unida a un multijugador trabajado pero que aún así genera dudas. Este es el resumen de Devil's Third, un videojuego que lejos de cumplir lo prometido por Itagaki, se convierte en un título de acción con un planteamiento interesante (shooter con "hack and slash") pero que resulta monótono y algo desfasado en sus mecánicas. No existen muchas alternativas en Wii U, y por ello es una opción, pero lejos de la calidad que deseamos para un videojuego.
Comprar Devil's Third- La acción "hack and slash" y shooter se combinan de forma efectiva a efectos jugables
- Las intros están trabajadas y la música posee una elevada calidad
- El multijugador es realmente grande, con muchos modos y posibilidades
- La campaña es monótona: enemigos clónicos, repetición de situaciones...
- Acabado regular, con gráficos desfasados, bugs y un frame-rate inestable
- Aparece sin subtítulos en español, lo cual puede hacer difícil seguir la trama
