Los Sims se visten de estilo clásico con Medieval, una grata sorpresa. El estilo cambia pero no la simpatía y la diversión que deparan estos simpáticos personajes. Cumple misiones, embárcate en aventuras y gobierna un reino con mano dura o con amabilidad: La decisión está en tus manos.
Los Sims se reinventan con Medieval, un nuevo videojuego de las series que se desmarca de lo que ésta ha venido siendo desde sus comienzos. Maxis busca reorientar los spin-offs de la franquicia con esta entrega ambientada en el pasado, que cambia el prisma de las series orientándolas en una dirección algo diferente. No es que con esta entrega Los Sims dejen de ser "Los Sims" propiamente dichos, pero sí es cierto que el soplo de aire fresco que insufla este capítulo es serio y puede llegar incluso a desorientar a algunos aficionados.
La libertad que ha caracterizado a la marca sigue presente, aunque se matiza con unas bases algo más rígidas. Misiones y metas para los que se ven abrumados por la "falta de horizontes" de la descomunal libertad de entregas anteriores suponen el gran titular del nuevo concepto del videojuego. Medieval sorprenderá positivamente a unos y desagradará a otros, pero lo cierto es que es en resumidas cuentas un videojuego muy interesante.
Reinventándose a uno Mismo
Con todas las modificaciones y novedades que incluye, lo que no cambia en Medieval es que controlamos los destinos de personas: los propios Sims que dan nombre a la saga, en las actividades cotidianas de su vida diaria. No obstante, si en episodios precedentes debíamos prestar atención a infinidad de aspectos como la higiene, la vejiga, etcétera... en esta ocasión sólo tenemos que preocuparnos de dos de ellas: La energía y el hambre. Esta reducción entronca firmemente con el hecho de que el videojuego está más centrado en cumplir misiones que en nuestro libre albedrío.
Y es que Maxis no se ha conformado con cambiar de época a sus Sims, sino que le ha dado una vuelta de tuerca a todo el concepto. En el videojuego seremos una suerte de dios, El Guardián, que decidirá los destinos de una serie de personajes en cuyo pellejo nos iremos introduciendo, y que al contrario que lo que era tradicional en la franquicia no nos permite encarnar a cualquiera, sino sólo a un grupo de caracteres muy concretos. Cada uno de ellos, además, tendrá trabajos y tareas muy específicos que cumplir, de modo que todo el concepto está mucho más encorsetado en esta ocasión.
¿Es esto algo negativo? Según se mire. Los deseosos de crear sus familias y disfrutar de sus vidas, deseos y disgustos sin cortapisas encontrarán en Medieval un videojuego excesivamente cerrado en cuanto a planteamiento, casi como si de un título de aventuras se tratara. Los que, sin embargo, se agobiaban por la excesiva libertad de Los Sims disfrutarán aquí del camino algo más circunscrito que se propone en esta ocasión, y que tiene mucho más de la expansión Trotamundos en cuanto a su funcionamiento con misiones que al último capítulo de las series: El propio Los Sims 3.
De hecho hasta tal punto está constreñido el concepto de Medieval con respecto a la franquicia en general, que se presenta un aspecto denominado concentración que está dedicado fundamentalmente a ayudarnos a enfocar nuestra actividad hacia las misiones que se proponen para no despistarnos en otras lides. ¿Qué logramos cumpliéndolas? No sólo progresar en la propia aventura, sino también obtener puntos de experiencia que nos permitirán florecer.
Así pues en el videojuego cada héroe Sim tiene 10 niveles de progreso dentro de la profesión que hayamos escogido para él, y las obtendremos no sólo cumplimentando los mencionados objetivos, sino también llevando a cabo acciones secundarias propias de nuestra profesión. Según vayamos avanzando, como es lógico, iremos mejorando las habilidades y desbloqueando nuevas destrezas, aunque todo ello se llevará a cabo de un modo muy automatizado.
Nuestros protagonistas podrán contar con un aspecto genérico o podremos definirlo con una herramienta muy similar a la de Los Sims 3, aunque con algunos ajustes, pudiendo definir de su carácter dos virtudes y un carácter negativo, el llamado Defecto Fatal: Elementos que tendrán una importancia capital en nuestra forma de relacionarnos con el mundo que nos rodee y con los personajes que lo moran. Cada profesión que escojamos lleva asociada un edificio que debemos erigir para liberarla: Así, por ejemplo, para ser monarcas deberemos construir la Sala del Trono en el reino, para ser Caballero el Cuartel o para ser Bardo la Taberna.
El aficionado a los videojuegos que esté viéndose superado por estos cambios debe ante todo conservar la tranquilidad, y es que Electronic Arts se ha tomado muy en serio la accesibilidad de Los Sims Medieval con un tutorial que se desglosa en varias líneas. Los pop-ups de consejos serán una constante a la hora de facilitarnos información, y los primeros minutos nos llevarán de la mano para hacernos una idea de lo que tenemos entre manos de una forma muy clara.
Guía del Monarca Medieval
En nuestra labor de Guardián no sólo tendremos que dirigir los destinos directos de los moradores de nuestro reino, sino que también deberemos tomar algunas decisiones de macrogestión: Cuando comenzamos la partida sólo hay una estructura disponible en el reino, pero de una forma muy ligera y agradable iremos aumentando las edificaciones y posibilidades de nuestras tierras con elementos como las responsabilidades, el modo vivir (libre), etcétera.
Las ambiciones, por su parte, son uno de los puntos más interesantes del videojuego, en tanto en cuanto se relacionan al mismo tiempo con el crecimiento del reino así como con las alternativas jugables que tendremos con el personaje. Las decisiones que tomemos a la hora de agrandar o hacer avanzar nuestro reino van liberando nuevas ambiciones, esto son objetivos a un plazo mayor que se escalarán en función de la profesión escogida por nuestro jugador. Un sentido de la progresión que entronca directamente con el ya mencionado para los personajes.
En el momento en el que cumplimos una Ambición habremos ganado la partida, lo que significará que nos introduciremos en el modo puramente libre que nos permitirá jugar con alguno de nuestros héroes, aunque con la ventaja/desventaja de no tener objetivos directos que cumplir. ¿Queremos comenzar otra de las 12 ambiciones disponibles? No nos quedará más remedio que empezar otro reino desde cero.
Por otra parte el elemento de las estructuras sustituye una de las partes más geniales de Los Sims, y es la de la construcción de los edificios a nuestro gusto. Al margen de que hayamos mencionado un planteamiento más ceñido a los objetivos, en Los Sims Medieval se sigue pudiendo hacer actividades del tipo de casarse, relacionarse socialmente, etcétera, aunque todas ellas tienen menos peso; y en esa misma línea entronca la posibilidad de decorar nuestros aposentos, aunque todo ello con las limitaciones que el juego atesora también en el resto de aspectos.
El lector puede pensar a estas alturas del análisis que los recortes han destruido la experiencia de Los Sims, pero aunque sea complicado de explicar lo cierto es que buena parte de su encanto sigue intacto a pesar de su planteamiento mucho más limitado. Los Sims Medieval no es tan bueno como Los Sims 3 o, especialmente, Los Sims 2; sin embargo sigue siendo un videojuego más de notable, que nos deparará un buen número de horas de entretenimiento.
Simpatía al Poder -Gráficos y Tecnología-
Por dar con un titular claro para el apartado visual de Medieval cabe mencionar que se trata de una versión renovada y pulida de lo que pudimos ver en su momento en Los Sims 3. El nuevo juego de Maxis saca partido de algunos aspectos que brillaron en la última entrega, especialmente su focalización hacia extensiones superiores de tamaño, y lo hace con mejorada fluidez y mayor capacidad de llegar a un gran número de PCs que en capítulos precedentes.
El estilo estético es importante en un título de Los Sims, y Medieval se hace fuerte nuevamente en una dirección artística que apuesta más que nunca por un estilo cartoon que ya han venido viendo las series. Aquí las animaciones son más simpáticas y el diseño de los personajes mucho más ligero, lo cual se une a unos escenarios que por la época y la temática se prestan más que nunca a apostar por la simpatía y el colorido máximo.
Eso sí, es importante matizar que con el parche 1.10 que se descarga automáticamente al conectarnos a internet por primera vez el videojuego se reinician las misiones que tengamos en curso, de modo que es importante que actualicemos el videojuego antes de empezar a jugar o que finiquitemos las partidas pendientes antes de hacerlo.
Por lo que respecta al audio, éste va muy en la línea de lo que Los Sims ha venido ofreciendo como marca. Extraordinaria música, divertido simlish para los diálogos y extraordinarias voces en nuestro idioma para, por ejemplo, presentar las escasas cinemáticas que veremos.
Medieval es un inicio muy esperanzador para lo que puede ser un gran soplo de aire fresco en la experiencia Los Sims. Tiene algunos recortes en la antaño característica libertad de la saga, pero las novedades buscan un nuevo público y el juego cuaja un resultado notable si tenemos esto en cuenta.
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