Con una jugabilidad rompedora dentro de la serie Oddworld, y un apartado técnico a la altura de lo esperado, el último gran título de esta mítica saga se remasteriza en HD con la intención de lograr en PlayStation Network el éxito que no consiguió en la Xbox original.
El equipo liderado por Lorne Lanning fue capaz de reinventar sus exitosas aventuras Abe’s Oddysee y Abe’s Exoddus con su primera entrega en tres dimensiones, Munch’s Oddysee, pero sobre todo con el que ha sido hasta la fecha el último capítulo de este genial universo, Stranger’s Wrath. Título que dejaba de lado a los inofensivos protagonistas de anteriores entregas para presentar a un curtido cazarrecompensas con una notable fuerza física y una poderosa ballesta, que podía enfrentarse directamente a sus rivales en un claro giro hacia la acción que sorprendió a todo el mundo. Sin embargo, lo que hizo grande a este título, y es algo que se mantiene a día de hoy tras casi siete años desde su lanzamiento, es la perfecta simbiosis que existe entre todos los estilos de juego que Oddworld Inhabitants combinó con tantísimo acierto en el original.
Calidad que no se vio reflejada en el éxito comercial del juego, que no logró hacerse un hueco entre los aficionados de la Xbox original y motivó a sus creadores a abandonar el desarrollo de videojuegos. Pero el equipo de Just Add Water ha apostado por traer de vuelta este título en una versión adaptada a la alta definición, que permitirá a los usuarios de las consolas de Sony disfrutar del final de una saga que nació en los circuitos de la primera PlayStation.
Mascotas asesinas
A primera vista Stranger’s Wrath poco o nada tiene que ver con las primeras aventuras bidimensionales protagonizadas por el entrañable Abe, pero bastan un par de minutos para darse cuenta que esta es una impresión equivocada. Sí, hay fases de acción que se desarrollan con una vista subjetiva, y sí, nuestro protagonista tiene la capacidad para defenderse a golpes de los enemigos; pero también estamos ante una aventura repleta de exploración y plataformas, con un ligero componente del género rol –podemos comprar mejoras o munición en una tienda-, y una historia que nos cautivará tanto por su mensaje como por la forma en la que se nos narra, tomando como auténtico motor de la acción al protagonista de la aventura, el misterioso cazarrecompensas Stranger.
Por supuesto, el impacto inicial que supone contemplar el mundo de Oddworld desde una perspectiva en primera persona es comprensible, pero como decimos, en ningún caso debemos confundir este Stranger’s Wrath con un juego de acción cualquiera. Sobre todo por la importancia que ha adquirido la estrategia a la hora de afrontar los combates gracias la citada ballesta que nos permitirá hacer uso de dos tipos de munición a la vez, y la gran fuerza que mostrarán unos rivales que al mínimo descuido terminarán con nuestra vida de forma implacable. Por eso, la mejor solución suele ser la eliminación sigilosa de los enemigos aprovechándose de elementos del entorno como barreras que proporcionan cobertura, o zonas de hierba alta que camuflan nuestra posición, y claro está, los distintos tipos de munición con los que contará Stranger.
Bombas tóxicas capaces de aturdir temporalmente a varios enemigos a la vez, feroces trampas vivientes que se abalanzarán sobre sus presas para morderles incansablemente, munición especializada en atrapar y acallar a los rivales, ataques explosivos, balas de largo alcance… La variedad de munición con la que nos encontraremos resulta encomiable, pero además destaca la facilidad con la que podemos intercambiar constantemente de recursos para adaptarnos a las nuevas situaciones de batalla que se nos presenten. También es importante tener en cuenta el propio escenario, ya que habrá elementos como precipicios o trampas mortales que nos permitirán acabar con los enemigos de forma brutalmente rápida; aunque no hay que olvidar que somos cazarrecompensas y vivimos de capturar forajidos, así que si lo hacemos con vida (bastante difícil por cierto), obtendremos una mejor recompensa en forma de Moolah –la moneda del juego-.
Se busca: Vivo o Muerto
La posibilidad de escoger entre la vida y la muerte de nuestros rivales es otro de los elementos que otorgan un toque de distinción a Stranger’s Wrath, que nos permite dañar progresivamente la salud de los contrarios o fatigarles hasta un punto en el que nuestras trampas sean imposibles de evadir. Algo que en el nivel de dificultad más elevado (esta adaptación incluye más opciones al respecto) puede convertirse en todo un logro con algunos de los súper forajidos con los que nos toparemos, y que destacan, como es habitual en el mundo Oddworld, por sus ingeniosos nombres y diseños (McBoomBoom por ejemplo). Igualmente, el que nuestra munición esté compuesta por animalitos y fieras que tendremos que cazar durante la partida demuestra, una vez más, que este no es el típico juego de acción, sino una perfecta simbiosis entre acción subjetiva, plataformas y aventura en tercera persona, sigilo y exploración; una fusión que incluso ahora, después de casi siete años, continúa siendo prácticamente única.
Por supuesto, Stranger’s Wrath no es perfecto y falla en aspectos como sus secciones de plataformas, que no son ni tan numerosas ni están tan pulidas como esperábamos de un juego de Oddworld –a veces el protagonista parece demasiado limitado en sus movimientos-, en ocasiones la cámara en tercera persona puede dejarnos algo vendidos, y tal vez le falte algo más de variedad en su desarrollo de la acción. Pero aun así, lo apasionante de la historia, que de la nada va creando una genial atmósfera en torno a nuestro héroe, su considerable duración con unas 15 horas de juego, y lo divertido y sorprendente que resulta exterminar a los forajidos probando nuevas estrategias de combate, es algo que no podemos obviar.
El mundo por el que nos moveremos también resulta muy chocante al principio, pero poco a poco nos daremos cuenta que pese a esa estética del Salvaje Oeste, seguimos dentro del universo Oddworld con sus ruinas ancestrales, zonas boscosas o regiones industriales. En este sentido, Just Add Water ha ido más allá del habitual paso de adaptar el juego a la alta definición mejorando el acabado de las texturas, rediseñando su interfaz, ampliando hasta el doble el número de polígonos en todos y cada uno de los objetos y personajes con los que nos encontraremos, y aumentado la fluidez de Stranger’s Wrath hasta casi unas constantes 60 imágenes por segundo. Mejoras que convierten a este título en una grandísima remasterización, y uno de los títulos más espectaculares y grandes que se pueden encontrar en PlayStation Network.
Como punto negativo, se le puede achacar una importante falta de variedad en el tipo de personajes, ya que hay muy pocos modelos distintos de pueblerinos y forajidos con los que relacionarse. Algo que se puede trasladar perfectamente al apartado sonoro, que también peca de lo mismo en el tema de las voces. Eso sí, al menos en esta ocasión el juego sí cuenta con los textos en español, aunque solo los que se corresponden a vídeos y diálogos, dejando las charlas entre pueblerinos y forajidos, que no tienen un peso argumental –suelen ser tonterías con gracia y poco más-, sin textos en pantalla.
Vencer a los prejuicios es el primer paso para disfrutar de este fantástico juego de acción y aventuras ambientado en el universo Oddworld que no desmerece en absoluto el legado de los originales, ofreciendo un nuevo enfoque jugable poco visto en la industria y sumamente apetecible. Por 12,99 euros, pocos juegos de PSN pueden hacen sombra a Stranger’s Wrath.
