Ronald10CDL / 4 de marzo de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8 Muy Bueno

Bendiciones inesperadas
Los japoneses, en el mundo de los videojuegos, son reconocidos por varios motivos, pero el que más destaca de éstos es su calidad a la hora de crear RPG's. Buenas historias, grandes sistemas de combate, bandas sonoras increíbles y direcciones artísticas sublimes son varias, de las muchas, características que dotan al género J-RPG, e Infinite Undiscovery es un producto digno de pertenecer a él. La empresa Tri-Ace, los mismos creadores de Tales of Phantasia, Resonance of Fate y las sagas Star Ocean y Valkyrie Profile, todos muy conocidos dentro del género, publicaron en 2008 algo distinto: una entrega que mantiene una estructura siguiendo lo más básico del género con variaciones que lo hacen ser diferente, aunque, aun así, digno de recomendación.   

Historia
  
En esta travesía nosotros seremos Capell, un joven flautista del cual sabemos muy poco. Nos encontraremos encerrados en una mazmorra custodiada por unos guardias por motivos que se escapan, por los momentos, a nuestro entendimiento: el parecido físico a un personaje que dicha facción quiere atrapar. Así pues, y por el mismo porqué, una individua, que lleva por nombre Aya, se dispone a salvarnos de nuestro encarcelamiento pensando que somos el mencionado personaje, pero incluso luego de saber que no somos quien ella creía nos ayuda a escapar.  

 Posterior al escape y a superar varios inconvenientes, empezamos a entrar en contexto. La Orden, grupo que nos había encerrado, es una organización malévola que busca atar la Luna a la Tierra para que así su líder, Leonid, mejor conocido como el Dreadknight, pueda absorber su poder. Están utilizando cadenas para lograr su cometido, y éstas traen consigo abominables bestias que asolan las zonas cercanas a las cadenas y causan furor en todo pueblo y ciudad. Es por ello que la Fuerza de la Liberación van destruyendo cadena tras cadena para evitar que Leonid consiga el poder de la Luna y, por consiguiente, se convierta en un Dios. Lord Sigmund, líder de la rebelión y aquel con el que se nos compara físicamente, es el único con la habilidad de romper las cadenas, y junto a un selecto grupo de sus amigos viajan a través del mundo. Capell, escéptico sobre si unirse o no, termina por acompañarlos en su travesía, de modo que descubrirá muchos secretos sobre su pasado, el cual es más que desconocido, mientras hace muchos amigos y acaba por forjar una actitud propia.   

Si bien la historia trata sobre un fin, se le da gran importancia al viaje. Las metas siempre estarán claras en cada momento y nunca divagaremos en el mundo sin motivo alguno. Destruir las cadenas, hablar con los personajes más importantes de cada ciudad para lograr su aceptación y consentimiento en lo que la Fuerza quiere conseguir, ayudar a los amigos de Capell cuando éstos se encuentran en peligro... cada situación tiene un sentido y de cada una se aprende algo nuevo sobre el mundo que nos rodea y nosotros mismos. Infinite Undiscovery cuenta con un buen guión, una trama interesante, que se podría catalogar como cumplidora, que es resaltada, y a veces opacada, por los personajes que en ella se desarrollan, cada uno dotados con cierto carisma y comportamientos individuales, eso sí, no absueltos de clichés, los cuales también se encuentran en la historia como tal.   

Jugabilidad
  
En lo que difieren Infinite Undiscovery y muchos juegos pertenecientes al mismo género es en sus mecánicas jugables. Mientras la mayoría opta por un planteamiento más calmado, por turnos, y con una libertad y creatividad de combate un tanto limitada, esta entrega de Tri-Ace otorga la mayor libertad que está a su alcance haciendo de esto un híbrido entre J-RPG y A-RPG, puesto que es más táctico que un juego de rol occidental común y a su vez es más libre que uno japonés, es por ello que resulta una experiencia distinta a muchas del mercado pero nunca volviéndose algo extraño. Es tan sólo la combinación de varios aspectos entre ambas partes para formar un conjunto formidable en cuanto a diversión y posibilidades, y más que tener pegas se le podría criticar la falta de ahondar en ciertos aspectos, mas nada que deba dar muchos inconvenientes.   

Simple pero eficaz, el combate es, además de lo principal respecto a lo jugable, básico y fácil de comprender. No tiene muchas complicaciones y es en la buena ejecución de su simpleza en donde más destaca. Como en el argumento, los personajes que nos rodean son importantes y estos nos ayudarán en todos los combates, exceptuando algunos momentos específicos, e iremos acompañados de entre uno, dos y, como máximo, tres compañeros por grupo. Existen tres grupos que vamos a diseñar nosotros a nuestra preferencia, cada uno con la capacidad de llevar cuatro personajes y uno de ellos ejerciendo como líder. Esto genera, en determinadas situaciones, batallas masivas que proporcionan gran entretenimiento jugable y una vistosidad dignas de destacar. Como líderes de nuestro grupo, tendremos la capacidad de diseñar los comportamientos de los personajes manejados por la IA: que actúen libremente, ataquen en combo a un mismo enemigo, que guarden maná para otra ocasión, que se dividan y cada quien se encargue de un enemigo, entre otros mandatos que nos permitirán llevar un control sobre la batalla incluso cuando no podemos manejarlos directamente, ya que dichas indicaciones suelen seguirse al pie de la letra y facilitan el desenvolvimiento de los combates.  

En sí, los controles son básicos y no constan de mucha complicación. Uno para hacer los ataques básicos y otro para generar los movimientos especiales, mientras que los poderes, que pueden ser dos a elección del jugador y pueden ser cambiados en cualquier momento que el jugador lo desee, tanto para Capell como los demás, se utilizan dejando presionado uno u otro botón para hacer alguno de los dos poderes elegidos. También existe la capacidad de contraatacar, la cual consta de oprimir el gatillo izquierdo en el momento preciso del ataque, y así dejar al enemigo vulnerable a ataques críticos por unos segundos. Dentro de su sencillez cumplidora, se echa en falta algo más de profundidad en la gama de posibilidades tanto en el ataque como en la defensa, ya que no existe un botón para defender y los combos están bastante limitados porque sólo podemos utilizar tres movimientos especiales durante todo el juego, siempre siendo los mismos y sin ninguna variante alguna. Sin embargo, los distintos enemigos a los que nos enfrentaremos presentarán comportamientos diferentes entre sí, lo que nos obligará a cambiar de tácticas y, a veces, de poderes, por lo tanto esto opaca el hecho de que no existan tantos ataques disponibles, ya que el diseño de las técnicas a utilizar, el prestar atención a los movimientos enemigos y estar atentos a las acciones de nuestros compañeros ayudan a hacer de cada combate algo distinto, y que resulta meramente positivo.   

Como buen exponente del género, Infinite Undiscovery cuenta con aspectos que todo juego perteneciente a él debería tener. Esencialmente, el sistema de niveles está bien implementado. Siempre tendremos la capacidad de ver cuánta experiencia nos falta para pasar de nivel, lo que otorga una mejora tanto de vida como de maná, al igual que, en niveles específicos, nos permite adquirir nuevos poderes, claro está de mayor potencia. A la par que Capell, los personajes que nos acompañan también suben de nivel, e igualmente cuentan con las mismas mejoras. Todo esto sin olvidar que tras cada nivel se dará un aumento de nuestros atributos, referentes a ,entre otros, el ataque, la defensa y el porcentaje de proporcionar críticos. Los enemigos tampoco se quedan atrás; si bien éstos no suben de nivel, cada zona ostentará enemigos de mayor calibre, muchas de estas localizaciones con sus determinados jefes finales, y que mantienen un equilibrio de poderes entre nosotros y los adversarios, muy pocas veces con una ventaja demasiado notoria por parte de unos u otros. Cabe mencionar que, como flautista, Capell posee una flauta que permitirá encontrar tesoros y pasajes ocultos, pero con falta de profundidad y de relevancia realmente notable.  

La necesidad de contar con nuestros acompañantes será inminente. Más allá de sus grandes aportes en combate, en ocasiones, eso sí, muy contadas, vamos a requerir de utilizarlos como medios para conseguir información, haciendo que éstos conversen con los ciudadanos, u otras especies, y que obtengan pistas que a nuestro personaje no se le hubiese sido posible conseguir, y dada la falta de un diario y un narrador, el hecho de hacer uso de los otros personajes será vital para proseguir. que a nuestro personaje no se le hubiese hecho posible encontrar por sí mismo. También nos encontraremos con un sistema económico que posee los típicos usos en este tipo de juegos. La moneda es el Fol, y nos permite comprar armas y armaduras para cada uno de los personajes, todos con distinto armamento general y muy pocos con compatibles. El poderío de éstos se irán incrementando con cada mercader de las grandes ciudades, y proporcionan más ataque y defensa, mientras que existen otros accesorios como anillos o collares que aumentan características distintas. Igualmente, y dependiendo del mercader, podremos comprar botellas o polvos para curar tanto la vida como el maná durante la batalla, teniendo en cuenta que ésta nunca se detiene y que todo sucede en tiempo real, por lo cual es necesario distribuir bien las situaciones para restaurarse. No necesariamente deben ser comprados dichos elementos debido a que los enemigos, aunque no de forma muy abundante, sueltan ciertos elementos, e igual con los muchos cofres que encontraremos en todas las zonas.  

Por su parte, muchos ámbitos del juego resultan muy descuidados, algunos más notorios que otros, pero que a fin de cuentas empañan lo que podría ser un apartado más sólido de lo que es. Ejemplo de ello es que la exploración está muy limitada. Si bien la cantidad, y amplitud, de las localizaciones, además de los personajes que en ellas habitan, es sumamente abundante, no hay mucho más que cofres, muchos de ellos inalcanzables y sin pista alguna de cómo llegar a ellos, y diálogos ciertamente vacíos y genéricos (excepto aquellos que nos ayudan a conseguir información) con la mayor parte del reparto, hace que todo se limite a la misión principal, exponenciando aún más por el hecho de que no existen misiones secundarias de peso, tan sólo algunos pocos objetivos mínimos con recompensas insignificantes. Más que secundario, la exploración en sí termina por ser vaga y nula al igual que muchos otros aspectos jugables que ofrece, o intenta ofrecer. Los encantamientos que se nos permite aplicar a nuestros personajes y la creación de objetos con distintos propósitos terminan por ser meramente anecdóticos, puesto que su relevancia a la hora de los combates es indistinguible y no existe nada que invite al jugador a utilizar estas habilidades. En general, Infinite Undiscovery se centra en sus combates y es por ello que sin dudas es lo más firme que ofrece en lo jugable, y si bien en muchos otros aspectos resulta gratamente cumplidor, hay puntos específicos que merecían un mayor cuidado teniendo en cuenta lo que quería ofrecer, y son ésos mismos los que logran una inconsistencia durante la experiencia, pero incluso con errores muestra un apartado global bastante ameno .   

Gráficos
  
La división oriental del género RPG jamás ha optado por un apartado gráfico que busque el realismo puro, e Infinite Undiscovery, sea por incapacidad, mantenerse fiel al estilo que los caracteriza o porque así se quiso, se apega a dicha afirmación. Aquel que busca este tipo de juegos sabe con qué se va a encontrar, no hablamos de fotorrealismo ni un cuidado arduo de todo lo visual, sino de un juego que quiere ofrecer una dirección artística que pueda opacar cualquier falencia gráfica, eso sí, sin descuidar en ningún momento aquello puramente gráfico.   

Un estilo animé es a lo que más se podría asimilar. Las definiciones faciales suelen ser perfectas debido a la falta de detalles específicos y, por ende, la falta de errores. Gráficamente los personajes se encuentran en un muy bien nivel, rostros bien desarrollados acompañados de un buen diseño general, tanto artística como gráficamente, aunque con errores de texturas en sus ropajes, mayormente notables en las no muy escasas cinemáticas. Al igual que con los personajes, las propias texturas aplicadas en los entornos no dan una muy buena impresión. Más allá de basarse en lo artístico, peca por tener definiciones de zonas, tanto rurales como 'urbanas', descuidadas en todo lo visible.   

No caben dudas en que, como todos los juegos del género, su dirección artística es la mayor base gráfica que poseen. Infinite Undiscovery es de este estilo, ofreciendo localizaciones fantasiosas y muy variadas entre sí, combinando un poco el realismo con la fantasía. Castillos, torres, pueblos, mazmorras, desiertos, mares, bosques... todos, artísticamente hablando, llevados de manera fenomenal, con un aire que los define y que, aun compartiendo muchas similitudes con otros juegos, propios en su ejecución. Sin embargo, la calidad de sus ambientes resulta apañada por la falta de profundidad que éstos tienen. Se puede apreciar su bella estética mas no interactuar con ella, funciona solamente como fondo y es que eso es, tan sólo estampas que quedan como anécdotas, y más todavía por el hecho de que muchas de estas zonas se encuentran vacías y la capacidad de explorarlas al máximo queda limitada. Eso sí, cabe reconocer la buena combinación de diseños que tienen los enemigos, ya que, a la par que su dirección artística, muestran ciertas 'inspiraciones' de otras entregas del género, pero incluso con ese aspecto han sabido darle un toque personal a sus obras  

Tecnología
  
Lo tecnológico es, probablemente por mucho, lo más deplorable de toda la experiencia. Si bien hay ciertos destellos positivos, además de uno que otro aspectos increíble de creer teniendo en cuenta el nivel global, en general no demuestra la calidad que sí otorga en otros apartados. En su mayoría son errores que no empañan mucho la travesía, sin embargo, de existir, existen, así que ensucian, aunque sea un poco, lo bueno que se logra en todo lo demás. No resulta común encontrar un juego perteneciente al mismo género que Infinite Undiscovery que logre destacar, o cumplir sobradamente, en lo meramente gráfico, y menos aún en lo tecnológico, y la obra de Tri-Ace, desgraciadamente, no es la excepción.  

Así pues, empezando por lo más notable, las animaciones se muestran muy irregulares puesto que no actúan en armonía ni con la sincronía labial, que es pésima cabe decir, ni con el contexto que se narra, dando así cinemáticas que poco o nada de emociones transmiten al jugador. Un buen punto resulta el hecho de que la distancia de dibujado es extensa además de que no existe una apreciación muy notoria por parte del popping, al igual que con el clipping. Las texturas de las sombras se presentan, en todo momento, de una manera terrible y sin punto positivo alguno, y como la mayor parte del juego la viviremos durante el día, ya que los sucesos de noche suelen ser meramente cinematográficos, se hará más notorio aún. Uno de los más graves problemas debido a su constante aparición es la repetición de modelados; únicamente en las personas, dejan ver una gran cantidad de éstas en cada ciudad iguales entre sí, lo que le resta, y en demasía, nivel a lo visual en general.  

Lo bueno, si bien no es mucho en cantidad, posee la calidad suficiente para equilibrar la balanza. Su principal fundamento es la estabilidad de los frames. Incluso cuando se dan batallas masivas en donde están los 12 personajes disponibles en contra de una horda de enemigos, en donde cada uno ejecuta poderes destacablemente vistosos, además de con una gran calidad cabe destacar, siempre mantendrá el mismo nivel en la imagen, y por ello esa sensación de batalla colosal estará constantemente presente. La IA dispone de un gran comportamiento, mayormente en los aliados, pero sin desmeritar a los enemigos, aunque con momentos erráticos en los cuales los compañeros no acatan bien las ordenes y los enemigos se desentienden de la batalla, y a pesar de que son muy escasos, ahí se encuentran. La dificultad no es muy elevada pero tampoco es un paseo. Comenzamos con las modalidades Fácil y Normal para luego, si decidimos optar por la segunda, desbloquear las siguientes, además de que en ella obtendremos el contenido al completo que de jugar en fácil no veríamos. Para concluir merece una especial mención los efectos que presenta, tanto de poderes dentro de los combates como algunos momentos gráficos específicos, cuyo nivel es sencillamente genial.  

Innovación
  
A lo largo de todo el análisis se puede dejar entrever que Infinite Undiscovery no inventó la rueda, puesto que su fuerte no está en crear tendencias o ser un punto de referencia sino en ofrecer lo que, efectivamente, ofrece: un buen puñado de entretenimiento. Jugablemente no posee las mecánicas más únicas del género, argumentalmente no resulta un punto de inflexión para próximas entregas, gráficamente no supone una evolución en ningún aspecto y tecnológicamente es un ejemplo de lo que no se debe hacer en un videojuego, sin embargo, todo lo que tiene lo hace lo que es, y lo que es es simple y llanamente un juego digno de pertenecer al género J-RPG.  

Cuesta destacar algún aspecto innovador debido a que la existencia de alguno que sea totalmente relevante es prácticamente inexistente. El hecho de tener que utilizar a tus compañeros más allá de la batalla hablando con los ciudadanos para saber qué hacer a continuación sí que resulta un punto importante en este apartado, al igual que esos épicos combates en los que los 12 personajes se ven involucrados haciendo de lo que podría ser una pelea más algo sumamente masivo. El que siempre sea en tiempo real y no exista pausa alguna ni dentro ni fuera de los combates también es algo digno de mención ya que no es nada común ver un factor de esta estirpe, sin embargo, en general, Infinite Undiscovery no destaca por tener las mecánicas más únicas ni un global distinto a lo usual, sino por utilizar lo que tiene a su favor para ofrecer una grata experiencia.  

Sonido
  
Es típico, en el buen sentido de la palabra, que el género J-RPG ostente juegos con una banda sonora que posea una calidad, mimo y variedad que destaque de entre los demás géneros. Los japoneses siempre han mostrado énfasis en que sus juegos tengan la mayor calidad sonora posible y suelen lograrlo la mayoría de las veces. Decir que Infinite Undiscovery es una excepción sería erróneo, básicamente porque respecto a calidad cumple de forma sobrada, el problema viene por parte de la cantidad de temas y la variedad de estos. Es cierto que suenan de una forma sublime e inspiradora, mas también es cierto que los temas se repiten constantemente para muchas situaciones, por lo tanto, la cantidad que presenta es bastante finita, y mientras que la variedad es escasa ya que la estirpe de estos temas suele ser emocional para lo cinemático y tenso e inspirador para lo jugable, forman una banda sonora un tanto irregular. A su vez, en ocasiones, los temas que corren no suelen representar lo que ocurre en la historia, lo que crea una disonancia y desvía la atención de las emociones que se intentan transmitir. El hecho de que muchos diálogos sean sin voces le hace perder la intensidad a los momentos que suponen emotividad. Y, cómo no, peor aún teniendo en cuenta que el juego no está doblado al español, ni en voces ni en subtítulos.  

Asimismo, otro de los graves problemas que tiene Infinite Undiscovery es la relación sonido-tecnología, específicamente la de animación-voz. Si bien las voces como tal están dotadas de mucha expresividad, su armonía respecto a la sincronía labial y a los movimientos corporales de los personajes a los que se les ha impuesto dichas voces no está tan bien cuidada. Las voces reflejan emociones de forma sobresaliente, pero se ve muy opacada por animaciones toscas y a destiempo que sólo producen situaciones extrañas. Por último, los efectos sonoros poseen un nivel cumplidor, ni más ni menos que eso. No acaban siendo especiales pero mantienen un estándar de calidad.   

  En conclusión, Infinite Undiscovery vale la pena. A los seguidores del género de seguro les resultará una entrega más que gratificante, y a aquellos que no sean tan asiduos les puede significar su incursión en el rol oriental debido a que su estructura se presta a no ser tan estricta como un J-RPG puro sino que busca crear un equilibrio entre lo bello de lo oriental y lo divertido de lo occidental. Es un muy buen juego, tiene fallos notables en cada uno de sus apartados pero sus aspectos positivos y su grandiosa propuesta jugable hacen que la balanza se decline a su favor. No es la revolución del género, sin embargo, no es necesario ser catalogado de esa forma para reconocer lo que este juego es: una obra de calidad.

Digitalzone / 28 de diciembre de 2012 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

3,2 Terrible

Decepcionante
Una historia malísima con unos personajes ñoños (sobretodo el protragonista) y sin personalidad, exceptuando a alguno que otro. El sistema de combate al menos no aburre aunque es simple como ninguno. Lo único bueno del juego es que es muy facil y corto. 

Parece mentira que sea de los creadores de Resonance of Fate y Star Ocean (para el que haya jugado a este el personaje es igual a Edge pero todavía más soso)

Cuatro9999 / 15 de junio de 2012 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8,9 Excelente

Todo un juegazo 
Este juego es una obra maestra, a los que les gusta el rol no les puede faltar en la estantería de juegos, la lástima es que solo esta en inglés. 
El argumento de la historia es muy bueno. El final es una pasada, a mi me gusto mucho.
El sistema de combate es a tiempo real, la dificultad no es muy elevada, cuando te pasas el juego desbloqueas una dificultad mayor, la duración más de 60 horas. (Dependiendo de la persona que juegue). En resumen es una maravilla de juego.

Gamer360 / 20 de septiembre de 2008 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,8 Imprescindible

Un rpg para recordar
Todo me parecio excelente, las pelas, el rol, sobre todo la historia profunda los extras
son muy enfatizados, lo que nos lleva de la mano a un mundo impresionante...

K3k0x / 10 de septiembre de 2008 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,7 Imprescindible

Infinite undiscovery analisis
La verdad  que  el juego esat  muy bien yo lo estoy jugando en ingles  el unico idioma  que  hay y no representa  ninguna  difilcutad  aunque  aveces  me pierdo un poco y no se  que hacer  en cuanto a  jugabilidad  esta  bien gragicos estan los hanbientes  muy detellados  aunque  los  personajes  las armaduras  en algunos  flojean un poco,sonido es  lo mejor  que tiene  tiene  unas  melodias  guapisimas  y tanbien podemos  tocar  la flauta xD
y la  innovacion que decir de  ella  pues  que  no es  omo otros  rpg  este  no es  por  turno y los ataques  los  tenemos  que controlar  dandole  a el boton A  y B  no esperan ni nada pues  nada  os recomiendo que  lo probeis.Ami me  gustaria  tener  una  guia  por que  sin guia...