LordOscuro99 / 15 de octubre de 2016 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

¿El mejor videojuego de la historia? 
A lo largo de mi hobby como jugador, pocas veces me he encontrado semejantes obras como Candy Crush. Mejor dicho, ninguna vez. Candy Crush Soda Saga es la auténtica deconstrucción y redefinición de jugabilidad, expuesta a la última potencia. Sin duda alguna estamos hablando de una obra que puede ser comparada con autores como Shakespeare, cantantes como Frank Sinatra y directores como Francis Ford Coppola. 
El juego posee una historia que, a pesar de quedar en segundo plano en comparación con el gigante jugabilístico que es, llega a dejar en pañales a cualquier guión escrito por Scorsese y a cualquier novela de Cervantes. Cuenta la historia de una niña, y de cómo consigue resolver a gracias a su habilidad los distintos problemas de la gente que se va encontrando. Es así como de una premisa simple se crea una historia tan humilde, pero a la vez soberbia, una historia sencilla pero brillante, dulce pero emotiva. Candy Crush Soda Saga te hace nudos en la garganta nada más ver lo que hay en él, te enternece y hace que sólo existáis el juego y tú. Te pone los pelos de punta, te revuelve el estómago y consigue hacerte estallar en lágrimas a medida que pasa todo. Cada personaje te marca el corazón y te transmite mensajes apasionantes.
Candy Crush Soda Saga consigue hacer madurar el medio como ninguna obra lo ha hecho, ya que crea una historia mucho más madura que la de Spec Ops, Grim Fandango, Journey, To The Moon, Shadow of the Colossus y todos esos juegos que al fin y al cabo sólo crecen debido a la sobrevaloración de sus nombres. Candy Crush manda un mensaje de esperanza al mundo, nos hace ver qué tan simple es ayudar a alguien y hacer que su vida mejore. Nos hace ser conscientes de que todos tenemos el poder suficiente como para convertir este mundo en el mejor lugar posible, y que sólo siguiendo nuestro camino lo haremos. Quizá sea pronto para decir esto, pero si todo el mundo jugase a Candy Crush el mundo se volvería mejor, ya que Candy Crush es un auténtico estilo de vida. El mundo puede mejorar, todos podemos mejorar y ser felices durante el resto de nuestras vidas... Y para ello sólo debemos jugar Candy Crush. Es increíble cómo este juego te puede cambiar la vida radicalmente a bien.

Ahora hablemos de la jugabilidad, sin duda lo mejor del juego y seguramente la mayor creación que haya hecho el ser humano. Candy Crush consigue que lleves una vida mucho más pacífica y menos material gracias a los micropagos. Los micropagos en este juego son increíblemente caros, y esto es una absoluta ventaja ya que lo que quieren los desarrolladores de King es que seamos capaces de vencer esa dependencia consumista que tengamos, que seamos capaces de vender todo lo nuestro para así llevar nuestra nueva pacífica vida de renuncia basada en observar la naturaleza y jugar a Candy Crush. 
Ahondando más en las mecánicas jugables, podemos estar hablando de la mejor jugabilidad que pueda tener un videojuego. Consiste en un match-three basado en agrupar caramelos. Este modelo jugabilístico es fantástico ya que deja total margen al jugador para hacer los niveles con total libertad y soltura, además, todo sale del azar, es decir, que hasta en lo aleatorio este juego consigue dar un nuevo significado a la palabra perfección. Sin duda alguna, es increíble, apasionante y admirable cómo se consigue deconstruir la jugabilidad que conocemos y conseguir hacer así cambiar cualquier dimensión existente dejando total soltura al jugador a un mundo que rebosa de vida a raudales, con una coherencia perfecta a pesar de sus dimensiones y cómo consigue hacer que, mediante un match-three, se creen narrativas estupendas vividas por nosotros. 
Aparecerán distintos obstáculos en los niveles, y son todos infinitamente variados y perfectos. Son lo suficientemente complejos para que nos planteemos cómo es que pueda haber tanto potencial en algo tan aparentemente simple. Sin duda te hace plantearte cómo demonios es que has estado perdiendo tiempo de tu vida en cosas tan fastidiosamente vacías, cuando era tan fácil como jugar a Candy Crush, ya que si todo el mundo lo juega y le encanta eso sólo demuestra qué tan perfecto es. Sin duda que cada píxel de pantalla de Candy Crush es, de por sí, una obra maestra individual, ya que todos ellos juntos crean un cataclismo, una perfección increíble que va a dejar en su sitio a cosas que, hasta hace nada, llevaban el reconocimiento de todo el mundo. Candy Crush es el comienzo de una nueva era no sólo en los videojuegos, sino en la humanidad.

El estilo gráfico es apasionante, hasta el punto que hace que podamos ver como una ventana al futuro a todo lo que nos queda por ver. Es como si parte de la tecnología futurista viniese al presente y nos haga ser testigos de lo impresionante que es el futuro. Las texturas, la iluminación y los efectos crean un modelado 3D perfecto y armónico. Es como si un juego de la PlayStation 10 corriese en nuestro móvil a una velocidad totalmente estable. Eso sí, hablando del apartado artístico vemos cómo genios como Goya o Van Gogh llegan a ser humillados ante semejante obra. La paleta de colores es muy extensa, todo rezuma tanta vida que parezca que estés delante de una bolsa de caramelos. Ni qué decir que todo es tan armónico y tan pausado que comsiguencon creces dar esa sensación de tranquilidad. Muchas veces vamos a parar de jugar sólo para dejarnos atraer por el precioso escenario que tenemos ante nuestros ojos. 

La banda sonora también es devastadora, hasta el punto de que seguramente sea lo mas cercano a oir un dialogo emtre ángeles. Se plasma un lenguaje edénico y precioso, una composición perfecta. Sin duda, cuesta creer que lo que escuchamos haya sido creado por un ser humano. La composición es tan perfecta que ni le falta ni le sobra una nota. Parece que el mismísimo Mozart haya resucitado. Vamos a llorar con muchísimos temas, entre la inmensa galería de millones y millones que tenemos... y todos ellos son perfectos. Esto es, sin duda, un auténtico soplo de aire fresco cañaz de abrirnos la mente y transmitir ideas increíbles.

Posiblemente cueste decirlo, pero Candy Crush es una obra maestra. Me echo a llorar cada vez que pienso en lo absoluamente perfecto que es, y de lo lejos que está cualquier juego de alcanzar su perfección. Si quieres vivir lo que he vivido yo, si quieres inundarte de los valores de Candy Crush y si quieres ascender comovser humano, deja de leer este análisis. Ponte a jugar a Candy Crush, puede que me lo agradezcas, puede que hasta nos volvamos amigos. Deja de leer, y cuentale a todo el que no lo sepa la existencia de este juego. Juntos podemos hacer algo grande, y esto es una realidad gracias a Candy Crush.