XXdanixXX / 4 de febrero de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8,2 Muy Bueno

Muy parecido al primero
Es una pena que la los juegos de la saga SMT no se an tan conocidos, ya que tiene muchos aspectos para ser muy buenos juegos, quizas los mejores J-RPG.
Para los que jugaron el primer DDS se darán cuenta que es muy similar, el sistema de combate y los gráficos son prácticamente iguales al DDS 1, hay pocas innovaciones con respecto a labilidad, por otra parte tiene una nueva historia ( que termina la del DDS ) y nuevos personajes.
Quizas si este juego ubiera salido mas como una expansion del DDS podria aver alcanzado un mayor puntaje, aun asi, aun ais e sun gran juego , como su predecesor, y muy recomendables para los fanáticos de los juego de ATLUS  y de SMT.

Momohime / 30 de julio de 2012 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8,6 Excelente

Nirvana
Este juego, más que una secuela al uso, es la continuación de una historia que queda colgada en la primera parte, por lo que podríamos considerar ambas entregas como 1 solo juego partido en 2. Debido a ello, hay pocas novedades en el apartado jugable, pero éste sigue rayando a un gran nivel, basándose en combates muy estratégicos y bien medidos, gracias a un sistema de batalla y a una dificultad perfectamente ajustados. Tanto esta entrega como la primera parte son muy exigentes, aunque quizá esta continuación lo sea un poco menos (en parte por la experiencia adquirida en el original, pues las situaciones son bastante parecidas).

La historia continúa justo donde se quedó y esta vez resuelve todos los enigmas, deparando más de una sorpresa y acabando de desarrollar a sus personajes, pero las mazmorras no están tan inspiradas, sin apenas puzzles interesantes.  Para acabar, la banda sonora y el diseño de personajes y monstruos son también muy destacables.

Esta secuela puede resultar un poco inferior al primer juego en términos globales, pero no debe medirse así, sino como la segunda mitad del mismo juego y la misma historia. Una historia alejada de lo que suele haber en el medio: sobria, seria y madura (y, en ocasiones, algo cruel), que merece ser disfrutada.