SantiJFry / 7 de enero de 2019 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8 Muy Bueno

El Ashen ha despertado
Ashen nos presenta un cautivador mundo que lucha por salir de las tinieblas y alcanzar una nueva era de Luz.

A lo largo de un hermoso mundo abierto con estampas realmente hermosas y cautivadoras, deberemos ir realizando pequeños recados a distintos NPCs. Estos recados son muy simples, y se presentan como una excusa para ir desarrollando la misteriosa historia de cada uno de ellos y así ir avanzando a lo largo del mapa y la aventura. 

La jugabilidad es estilo Dark Souls, pero más simplificada, ya que únicamente se basa en combate a melee, con armas de una mano, dos manos (hachas, alabardas, mazos, martillos y borras) y la capacidad de disparar lanzas.  Al matar a enemigos obtendremos "escoria" que podremos utilizar para mejorar cierto equipamiento o comprar diversos objetos. Estos puntos de escoria no se utilizarán para mejorar el personaje, ya que nuestro personaje irá mejorando su salud y energía automáticamente a medida que vayamos completando misiones. En este caso, en lugar de hogueras, activaremos unos monolitos, y a través de algunos de ellos (no en todos) podremos realizar viaje rápido gracias a una criatura que nos transporta entre ellos distintos puntos del mapa. Cada vez que muramos deberemos empezar desde el último monolito activado y perderemos los puntos obtenidos, teniendo la opción de recuperarlos si conseguimos volver al punto donde nos mataron. 

A lo largo de la aventura nos podrá acompañar alguno de los NPCs para ayudarnos y darnos apoyo durante los combates, existiendo la posibiliad de deshabilitar esta opción y viajar solo. También dispone de multiplayer, lo que nos permitirá ser acompañado por  (o acompañar) otros jugadores. 

Aunque no hay una inmensa cantidad de distintos enemigos, si son de diseños variados. También deberemos derrotar varios jefes finales para poder progresar en la aventura. 

Resumiendo, Ashen es un juego con una jugabilidad inspirada en la fórmula Souls pero con un diseño de niveles más abierto y menos laberíntico, un juego humilde pero muy cuidado, con una historia misteriosa y personajes entrañables, con un diseño artístico muy conmovedor que nos sumerge constantemente en hermosos paisajes y alguna que otra enorme mazmorra, capaces de crear, en parte también gracias a una excelente y relajante banda sonora, atmósferas muy oníricas.