Bnbm / 29 de enero de 2022 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

6,5 Discreto

Un Souls-Like mal ejecutado
Creado por Dark Star Game Studios (un estudio indie formado por antiguos veteranos de Blizzard, Ubisoft y Konami), este título promete sólo con la premisa y por el currículum de quienes compones el equipo desarrollador.
Pero lamentablemente la falta de experiencia o quizás la ambición sin control les jugó en contra.

La comparación con la saga Souls es inevitable, pero eso no es algo malo.
Sinner toma el gameplay la forma de desarrollar la historia de la saga Souls, pero le da un toque personal mezclando aspectos de otros juegos como Mega Man o Shadow of the Colossus.

Controlaremos a un individuo errante que deberá redimirse de su pasado con el objetivo de reunirse con su amada.
Para ello deberá enfrentarse a los siete pecados capitales, pero representados por sus propias fallas.
La historia, aunque un poco vaga, posee la intriga suficiente como para llevarnos adelante, e ir descubriendo la identidad de nuestro protagonista, y cuáles fueron sus más terribles acciones.

Sinner nos introduce en un mundo obscuro y agonizante, donde sólo viven nuestros pecados.
No encontraremos enemigos débiles, puzzles, plataformas, ni nada que nos distraiga del inevitable choque con estos jefes masivos.
Nuestro objetivo será vencer a cada uno de estos jefes haciendo un sacrificio antes de enfrentarnos a ellos.

Pero Sinner prueba algo diferente: bajar de nivel en lugar de subir.
Al comenzar el juego, nuestro personaje estará equipado con un gran arsenal.
Podremos intercambiar nuestros estilos de combate en cualquier momento, por lo que cada uno elegirá como enfrentarse a los pecados.
El tema es que al elegir a cuál de ellos enfrentar, deberemos sacrificar stats, como por ejemplo golpear más débil, ser más vulnerable a los ataques, o tener menos estamina.
Este sacrificio es permanente, y mientras más jefes derrotemos, más débiles seremos.

Es aquí donde el juego nos exigirá pensar bien cada una de nuestras decisiones, ya que si elegimos mal podríamos llegar a casi al final y nos encontraremos con batallas imposibles de ganar.
Pero para esto Sinner también ofrece una solución que, también es un castigo: Si hicimos un sacrificio que en las próximas batallas nos perjudica, siempre podremos volver al lugar donde hicimos ese sacrificio y levantarlo, para recuperar ese bono.
El castigo es que el jefe que hayamos vencido con ese sacrificio revivirá, por lo que a veces para avanzar deberemos retroceder varios casilleros.

Mientras más profundizamos, más cosas buenas encontramos, pero lamentablemente lo negativo es muy contraproducente y termina opacando sus buenas ideas.
Como nos encontramos ante un boss rush, los escenarios son simplemente una excusa para enfrentar a nuestros enemigos y se nota.
El nivel casi nulo de detalle en todo lo que no sea jefes brilla por su ausencia.
No sólo por lo poco imaginativo, sino también por lo mal programado.

Algunos desniveles en ciertos escenarios obstaculizan a nuestro personaje, y evitarán que el mismo pueda esquivar o atacar libremente, llevándonos a docenas de muertes injustas.
Además como la mayoría de estos niveles son poco claros, caeremos cientos de veces en pozos sin fondo que, ni nos habíamos percatado de su existencia.
Y no me refiero a los Souls, donde el propio escenario a veces es parte del desafío (especialmente contra Lecho del Caos), sino que aquí ya es el colmo.

De igual manera todos sabemos que se centraron enteramente en los jefes y se nota, al menos la mayor parte del tiempo.
Todos tienen un diseño que representa no sólo al pecado en sí, sino al pecador.
Cada jefe tendrá su patrón que irá variando a medida que vayamos bajándole su vitalidad, manteniéndonos continuamente al borde del asiento.

Para vencer a este ejército de pecados tendremos el mismo sistema de Dark Souls a nuestra disposición, hasta el más mínimo detalle. 
Y cada movimiento nos quitará estamina, pero en Sinner no supieron regularlo bien, por lo que este detalle será nuestro peor enemigo durante todo el juego.

Tampoco olvidemos que mientras cada uno de los ataques nos puede matar al mínimo contacto, los nuestros le bajarán apenas un ápice de vida.
Pero lo peor es el hitbox, ya que por momentos, ataques que entraron de lleno jamás fueron registrados y, por el otro lado, ataques que nos pasaron a kilómetros de distancia nos terminan matando.

En conclusión, las buenas ideas abundan en esta obra, pero lamentablemente sus ejecuciones no son igual de elogiables.
Si toman a este título como una lección bien aprendida, entonces la gente de Dark Star Game Studios puede llegar a estar encaminada a ser una gran desarrolladora a la altura de los grandes.

Lo bueno:
- El diseño de los jefes. El jefe final.
- Las ideas nuevas son todas geniales.
- La historia promete mucho.

Lo malo:
- Extremadamente injusto. Su mala programación nos lleva a más muertes que su dificultad.
- Los gráficos en general. Los jefes se ven bien, pero los escenarios son flojos, aburridos y poco claros.
- Aunque la historia promete, nada cumple.

Elviscachon / 6 de noviembre de 2018 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

6,5 Discreto

Una muestra de Boss Rush
Sinner: Sacrifice for Redemption es un juego de Boss Rush con combate estilo Souls. Sin vueltas y directo al grano el juego te propone "Sacrificarte para conseguir la redención" enfrentando a las manifestaciones de los 7 pecados capitales, en forma de enormes y vistosos Jefes, donde cada avance, lejos de ser algo beneficioso, no hará mas que debilitarnos y arrebatarnos parte de poder para luego enfrentar al siguiente Boss en situaciones cada vez mas apremiantes.
La idea del juego es interesante.. Los jefes tienen diseños llamativos y es entretenido luchar contra ellos. Si vemos que uno de ellos definitivamente se vuelve un obstáculo demasiado complicado podemos tranquilamente recuperar nuestra ofrenda echa a algún otro y así recuperar nuestro poder para vencer a nuestro enemigo... pero esta acción devolverá a la vida al jefe anteriormente abatido.
El juego es entretenido y no se lo podría considerar como malo. El punto es que es extremadamente corto.. pudiendo finalizarlo en unas 5 horas si tu estilo de juego es estratégico y calculador.. pero una ves finalizado hay poco incentivo para volver... aparte de que una vez descubierto el orden mas efectivo de enfrentar a los jefes, así como descifrar cada uno de sus patrones resulta en una perdida de interés y motivación para volver a jugarlo, y de hacerlo que lo puedas completar en la mitad de tu tiempo anterior.
La ambientación del juego esta bastante bien. Ambiente oscuro y tétrico generando buena ambientación y a su vez veremos también escenarios variados enfrentando a los diferentes jefes. Por otro lado en lo que respecta al apartado gráfico y sonoro diría que ambos son correctos sin destacar de ningún modo.
No encontré problemas de rendimiento jugando al titulo, y los controles en teclado y mouse son cómodos y responsivos.
Para resumir es una experiencia agradable, pero es difícil recomendarlo debido a su corta duración, cero narrativa mas allá de una breve descripción de cada jefe. Cero personalización de personaje y ningún tipo de exploración tampoco. El juego es un Boss Rush y obviamente es lo único que ofrece, pero no creo que se lo pueda recomendar a alguien ya que, aunque simpático y carismático es un titulo olvidable.