Sg91 / 15 de septiembre de 2020 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

5 Flojo

Un fantasma del pasado 
La saga Roller Coaster Tycoon tuvo un arranque y un desarrollo bastante bueno, logrando llegar a lo más alto con su tercera entrega. Sin embargo, ha quedado bastante relegada a un segundo plano por parte de Atari, relegándola a móviles y ahora a Switch, donde intenta destacar sin apenas éxito. Veamos por qué. 

En cuanto a jugabilidad se refiere, adaptar un manejo tan complejo como el de PC a consola no es tan difícil como aparenta, viéndose casos destacables hoy en día (Cities Skylines, Jurassic World Evolution). Aquí se ha optado por una simplificación que, si bien funciona, no destaca por nada en particular, siendo más anecdótico que otra cosa. Ni muy bien ni excepcionalmente mal. 

Los gráficos han sido readaptados a consola, manteniendo un poco la estética cartoonesca que tanto ha caracterizado a la saga, pero teniendo en cuenta lo que es capaz de hacer esta consola, se queda un poco bastante justo en ese sentido. De nuevo, no son muy buenos, pero no son tremendamente malos, se dejan ver. Lo justo y necesario. 

El sonido no está mal implementado, se pueden oír multitud de efectos a lo largo y ancho de los parques, desde los visitantes potando cuando se marean hasta las propias atracciones también, además de otros sonidos incidentales. Hay música cuando te alejas mucho, pero es tan ratonera como cabría esperar. Una vez más, ni bien ni mal. 

En cuanto a innovación se refiere, aquí el juego sufre varios recortes muy serios; en primer lugar, ésta versión es un port de la versión de Android ligeramente retocada. Se emplea la pantalla táctil para la gran mayoría de las opciones, lo cual no está mal, pero al hacer esto se simplifica casi todos los procesos que hacían a Roller Coaster Tycoon grande, entre ellos la propia gestión del parque, que es prácticamente inexistente. Se pone todo el foco en la decoración, poniendo un especial pero inservible énfasis en ésta, siendo determinante para el éxito del parque. Los principales servicios como animación, seguridad, limpieza o mantenimiento tienen su propia caseta desde donde los empleados spawnean y con un rango de eficacia determinante para poder cubrir la totalidad del parque, dejando la gestión de los mismos como algo meramente anecdótico. Salvo el precio de los tiquets, las tiendas o las atracciones, que da igual si los inflas o los quitas, el resultado va a ser siempre el mismo y no vas a perder dinero. La construcción de montañas rusas, lo que siempre ha destacado de estos juegos, sí que retiene algo de jugo y es más o menos flexible, pero está muy limitado en comparación a todo lo que se podía hacer en PC. El rendimiento por lo general es bueno, pero si te alejas demasiado con el zoom el juego se vuelve tonto y los FPS caen por alguna razón que a día de hoy sigo sin entender muy bien por qué. 

La saga Roller Coaster Tycoon vio su apogeo en su tercera entrega, pero ésta en concreto no es más que un pobre y poco trabajado intento de resucitarla del olvido.