Mario786 / 23 de noviembre de 2019 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

7,5 Bueno

Carreras en equipo divertidas pero con carencias
Team Sonic Racing es la más reciente propuesta de Sumo Digital y SEGA perteneciente a la rama de juegos de carreras del erizo de la saga "Racing", es decir, Sonic & SEGA All-Stars Racing y Sonic and All-Stars Racing Transformed. Esta entrega, de primeras, quiere centrarse únicamente en los personajes del universo del erizo azul, por lo que deja fuera de la ecuación a todos los personajes y circuitos pertenecientes a otros videojuegos de SEGA, algo que puede echar para atrás a más de uno. En mi caso, los juegos de Sonic son la creación de SEGA que más me interesa, pese a que he jugado y disfrutado muchos otros como Jet Set Radio, Super Monkey Ball o Alex Kidd, por ejemplo. Así que, de buenas a primeras, me llamaba la atención que todos los circuitos y personajes se centrasen en este universo en esta ocasión.

Si hablamos de números, Team Sonic Racing presenta 21 circuitos divididos en 7 zonas (a 3 circuitos por zona) y 15 personajes divididos en tres tipos distintos: velocidad, técnica y potencia. De estos 21 circuitos, tenemos 9 regresos de pistas de anteriores entregas, limitando los circuitos totalmente nuevos a 12. Es un número que se me antoja algo escaso, aunque es cierto que son pistas que lucen un diseño espectacular tanto a nivel artístico como jugable. 

El título nos ofrece un muy buen manejo de los vehículos que pone a nuestra disposición, con unos controles prácticamente idénticos a los de anteriores iteraciones de la saga. La gran novedad introducida en este título son las carreras en equipos de tres. La premisa, por supuesto, parte de que hay que tratar de conseguir que todos los miembros del equipo queden en el mejor puesto posible. De nada sirve que tú quedes primero si los otros dos miembros de tu equipo quedan en las últimas posiciones, puesto que no sumaréis la puntuación necesaria y no os haréis con el trofeo de oro. Para intentar llevar al equipo completo al primer puesto, hay que valerse de la gestión de la barra de megaturbo. Esta barra se puede llenar siguiendo la estela que dejan tus compañeros de equipo cuando van delante o cediendo cajas de objetos que se recojan por el trazado. Una vez llena, otorga un gran impulso, que es todavía mayor si se activa de manera sincronizada. El juego tiene un número correcto de items, pero quizá falla un poco en este apartado, debido a que en las carreras en equipo, pasaremos la mayoría del tiempo cediéndolos entre los miembros del equipo para poder rellenar la barra de megaturbo. Quitando eso, el título funciona jugablemente, y también nos permite disputar carreras individuales, lo cual se agradece.
El título también ofrece la posibilidad de modificar los coches con piezas que variarán atributos como velocidad, aceleración, peso, manejo o turbo. Estas piezas se van consiguiendo en una máquina expendedora de cápsulas de modificación, en la cual introducimos créditos, la moneda del juego. En esta máquina también podemos conseguir modificaciones puramente estéticas para los vehículos, por lo que hay bastantes opciones de personalización. Destacar que no hay microtransacciones, los créditos se consiguen fácilmente terminando carreras en cualquier modo. 

En el apartado visual, nos encontramos ante un juego francamente precioso a nivel artístico, con paisajes coloridos y repletos de vida extraídos de diferentes títulos principales del erizo. A nivel técnico, se comporta decentemente en Nintendo Switch. Jugando en solitario, se aprecian pocos defectos tanto en modo dock como en modo portátil, funcionando en ambos modos a 30 frames por segundo. Una tasa de frames que no se resiente en ningún momento... Salvo cuando pasamos a jugar en pantalla partida. El juego mantiene el tipo si dividimos la pantalla para dos jugadores, pudiendo tener algún resentimiento puntual, pero si queremos jugar cuatro, es totalmente insalvable. El rendimiento cae en picado y, aunque no imposible, se hace complicado jugar, sobre todo si estás acostumbrado a tasas estables de 60 fps o más en PC, como es mi caso. ¿Por qué adquirí el juego en Switch y no en PC, entonces? En primer lugar por la portabilidad que ofrece Switch, que hace al título genial para jugar partidas cortas en cualquier momento. Además, también me apetecía tener la edición física con el cartucho y la mayor parte del tiempo juego en solitario, modo en el que el juego no cojea técnicamente en ningún momento.

Uno de los apartados en los que más destaca Team Sonic Racing es en su banda sonora. Para el tema principal ha vuelto Crush 40 por la puerta grande con "Green Light Ride", que es sencillamente maravilloso (aunque en la versión de Switch omitieron la genial cinemática de inicio para que el juego entrase en un cartucho de 8 GB) y la música que nos acompaña en los menús y los diferentes trazados es también sublime, con ese toque desenfrenado que tiene cualquier buena banda sonora de un título del erizo.

Con respecto a modos, la principal baza del juego es "Aventuras en equipo", una suerte de modo historia en la que, partiendo de una premisa argumental sencilla (tampoco se requiere mucho más), nos ponemos a participar en diferentes carreras, torneos y, lo mejor, eventos en los que nuestro objetivo sobre el asfalto es diferente: recoger el mayor número de anillos mientras derrapamos, pasar por diferentes puntos de control en el menor tiempo posible, ser el último en la pista en una carrera eliminatoria, sobrevivir a un asalto de egg pawns... En definitiva, el modo historia es completo y muy rejugable, puesto que, dependiendo de nuestro nivel de ejecución en cada uno, recibiremos una, dos o tres estrellas. Completar la aventura con las tres estrellas en todos los eventos lleva sus horas, aunque hay algunos que, más que difíciles, son injustos (aunque no empañan la experiencia de juego). Además, se puede jugar en cooperativo, lo cual se agradece.
Luego tenemos los modos clásicos de un juego de conducción arcade: el gran premio, las carreras de exhibición, el modo contrarreloj y los modos online. Siempre ofreciéndonos la posibilidad de correr en equipos o en solitario.

En definitiva, Team Sonic Racing no es un título que revolucione el género de la conducción arcade y queda algo ensombrecido en variedad de modos, circuitos y personajes frente a sus rivales más directos (Mario Kart 8 Deluxe y Crash Team Racing: Nitro Fueled) y se queda algo por debajo de la anterior entrega (Sonic & All-Stars Racing Transformed), pero es más que competente en su conjunto. Si te gusta el género, le daría una oportunidad, y si eres fan del erizo azul, diría que es un título imprescindible. A la hora de elegir versión, lo único que hay que considerar es que la de Switch que nos ocupa cumple con lo que se espera en la parcela técnica, aunque flojee a la hora de dividir la pantalla a cambio de la portabilidad.