Porculio / 23 de enero de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,5 Imprescindible

Juegazo, para quemarte las neuronas
Asistimos a un juego de los que llamo atemporal, dejando aparte el apartado técnico, que con el tiempo se desfaza, en este caso  no se nota tanto, ya que se trata de un juego de estrategia militar intuitivo y muy adictivo e aquí su prinicipal punto fuerte, y es que un juego es para jugar y divertirse principalmente, si tienes la posibilidad de adquirirlo y te gusta la estrategia no pierdas la oportunidad. Además aprenderás parte de la historia del antiguo Japón, que nunca viene mal, el saber no ocupa lugar.

    La valoración la hago atendiendo al momento en que se hizo el juego.

Capitanjosesito / 16 de noviembre de 2011 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,3 Magnífico

Bueno, pero un poco anticuado
La verdad es que el juego no tiene muy buenos gráficos, en eso le doy un 4, pero tiene mucha jugabilidad. Las batallas son impresionantes, sobre todo tiene una muy buena innovación. Lo mejor es la pregunta de ¿Quién será shogun? Bueno, el juego es bueno, solo un poco anticuado en los gráficos, pero eso es de esperar de un videojuego echo en el año 2000. Mi nota total es un 9,3. Las batalla online también son impresionantes. Creo que a los usuarios que lo prueben les gustará.

Cotagrado / 4 de diciembre de 2010 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,3 Magnífico

De los mejores juegos que existen
Bueno, un juegazo que em compré el otro día y estoy viciado si no fuera por ese estúpido wow ¬¬ xD.
Para empezar tiene unos gráficos muy buenos, bueno no los comparo con los de ahora evidentemente porque serían un birria, pero son buenísimos para la época en la que salió a la venta, ya solo por el mero hecho de poder echar batallas en 3D, ver tus tropas cargando a toda velocidad contra otro ejército sin distinguir muy bien que hace cada uno no como en los últimos Total War es una gozada (al menos en mi opinión).
Respecto al sonido está muy bien el ruido de los arcabuceros al disparar o la música ambiental.
En innovación evidentemente un 10, no se ven juegos del Japón feudal todos los días ni de la lucha de sus Shoogunatos.
La jugabilidad al principio un poco engorrosa par a mi pero porque estoy acostumbrado a los otros TW, por ejemplo en el campo de batala las unidades se mueven con el botón izquierdo, por lo que al principio me era un poco lioso, pero al final resulta ser más fácil que los otros sobre todo respecto a la colocación de formaciones por sus líneas, todavía soy incapaz de hacerlo en el Medieval2 o en el ROME.
la tecnología es muy buena, ya solo de la optimización del juego(cualquier ordenador puede tirar de él) la IA está bastante lograda y te puede poner en apuros en algunas ocasiones.
En resúmen uno de los mejores juegos de estrategia que existen y que marcó una época y ahora estoy más ansioso por el Shoogun 2. 
Lo recomiendo a todo aquel amante de la buena estrategia.

Xisk / 25 de febrero de 2010 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,6 Imprescindible

El nacimiento de la nueva estrategia
Este juego es, simplemente, una de las grandes innovaciones en la estrategia militar a tiempo real. Hasta el momento en que salió a la venta, la por entonces poco desarrollada estrategia informática se basaba en el estilo de juegos clásicos como Age Of Empires, Command & Conquer o Starcraft. Gracias a este juego, basado en una película que trataba sobre el mismo tema en general.
El juego consta de una campaña y, después, varias posibilidades para desarrollar batallas, todas ellas adaptadas a diferentes estilos de juego: por ejemplo, batallas donde escogemos a nuestras tropas, o, al contrario, batallas rápidas y equilibradas según el flexible nivel de dificultad que nos ofrece.
Las batallas se desarrollan en mapas reales, en los que el terreno, las condiciones climáticas y las defensas juegan un importante papel. Tras desplegar a nuestras tropas (que pueden llegar a alcanzar hasta más de cien hombres por unidad) podemos empezar la batalla, en la que la superioridad/inferioridad numérica, el cansancio, la moral, la sensación de seguridad, el clima, etc. afectan en gran medida al rendimiento de los soldados. Las batallas pueden llegar a durar más de una hora, dependiendo del número de tropas, la experiencia, la potencia de estas tropas, el terreno, etc.
Pero el interés del juego sobre el jugador/usuario medio radica en la campaña, en la que podemos escoger una de las varias "familias" o "clanes" en los que se dividía el Japón feudal, cada una con sus unidades especiales, carácterísticas y posesiones (a pesar de la ambientación, el juego no es al estilo "manga" o "anime", que está tan de moda actualmente). Hecho esto y unos pocos "trámites" más, se abre ante nosotros un gran mapa del Japón feudal, por el cual nos vamos moviendo y podemos observar las diferentes provincias en las que se dividía el territorio, cada una controlada por un clan. El sistema de juego es, entonces, coger los "peones" de nuestras tropas y arrastrarlos a la provincia que deseemos atacar, por un sistema de turnos en el que cada ejército puede realizar un movimiento por turno. Pero eso és solo la base, ya que cada provincia dispone (o puede disponer en caso de que no esté construido) de un castillo/fortaleza/guarnición en la que hospedar nuestras tropas. En cada provincia se pueden construir nuevos edificios, y eso confiere al juego un extenso abanico de posibilidades del estilo "gestión", como por ejemplo las cosechas, la felicidad de la población, los impuestos, etc. Además, con el edificio adecuado para  cada caso, podemos crear "agentes", tales como diplomáticos, ninjas (asesinos), shinobis (espías), etc. Además, el juego también dispone de un amplio sistema de diplomacia, un poco al estilo de juegos como Civilization III.
Lo que confiere la "guinda" a este ya magnífico juego es el avance a través del tiempo, con sus sucesos aleatorios y/o históricos, como la llegada de exploradores de Europa, que, si son aceptados, podremos disponer de nuevas unidades y edificios.
El tema del dinero es simple: al finalizar cada año (o turno), y tras la actuación de los rivales, se hace un balance con los ingresos de impuestos, cosechas, etc. y las pérdidas con la producción de tropas, la construcción de edificios, etc.
La interfaz de juego, tanto en la campaña como en la batalla, es simple e intuitiva a la vez, lo que, complementada con unos gráficos excelentes por la época (que alcanzan su máximo esplendor en los mensajes e imágenes, al estilo dibujos japoneses tradicionales) y una banda sonora digna de este título, dejan un buen sabor de boca al haber "degustado" este excelente juego, el cual pone los cimientos de lo que, más tarde, serí la saga de juegos estrátegicos militares e históricos con más buena reputación mundial: los excelentes Total War.