ShenDark / 23 de agosto de 2012 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,7 Imprescindible

La Joya de Suzuki
Fui a comprarlo cuando salió en las tiendas. No podía dejar de disfrutar de esta joya de los videojuegos en la que seguro iba a convertirse este “Shenmue2”. Y me pasé horas y horas disfrutando de la historia que este gran genio, "Suzuki", nos regaló a los pacientes propietarios de la Dreamcast. 

Sentirte en el mismísimo corazón de HongKong, ganándote la vida, aprendiendo el paciente mundo de las artes marciales, escuchando los discursillos de tus maestros y con el único propósito de vengar la muerte de tu padre, pues que queréis que os diga, acabas sintiéndote el más japo de todos los japos. En serio, tienes la impresión de estar viviendo ahí mismo, jugando a los dardos con los malacatosos de los peores bares, entrando en verdaderas escenas de película de acción, buscando peleas callejeras o en dojos más o menos autorizados y cada día “volver a empesar”. Y que decir de los QTE, simplemente geniales. 

Poder jugar en los salones recreativos al Out Run es motivo de lagrimillas varias recordando viejos tiempos ochenteros en los que te dejabas la paga y veías cómo cada una de las gigantescas monedas de 25 pesetas se perdía para siempre en pos del talento de Suzuki. 

Vale la pena vivir esta aventura, ese momento final en el que te aventuras en un pueblecito perdido en las montañas, te da una paz interior imposible de explicar a aquellos que no hayáis probado este Shenmue.  

Nada, que me siento orgulloso de haber vivido un peazo de la historia de los videojuegs más sobresalientes. Shemue, grande!