Amnesia: The Dark Descent lo cambió todo. ¿Te acuerdas? Tras él se puso de moda otra vez el género de terror, y con mayor o menor influencia del clásico de Frictional Games llegaron infinidad de lanzamientos para conformar su época dorada actual. ¿Cuáles son los 10 mejores videojuegos de terror modernos? En este especial te los contamos en un repaso a títulos que en algunos casos te sonarán y en otros te sorprenderán.
Los tipos de videojuegos, en su mayoría, no han cambiado demasiado en los últimos 15 años. El género shooter en primera persona ha vivido evoluciones desde su popularización con Wolfenstein 3D, pero no cambios radicales. Lo mismo pasa con la estrategia, que no se ha modificado en sus bases demasiado desde que Westwood pusiera los pilares con Dune 2 hace ya algunas décadas. El género del terror, sin embargo, puede ser uno de los que más haya visto modificado su rostro en los últimos tiempos, y eso se ha debido a una serie de videojuegos que han puesto patas arriba este estilo de lanzamientos en momentos clave de su historia.
¿Qué provocó que los videojuegos modernos sean tal y como los conocemos? El brillante Amnesia The Dark Descent, de Frictional Games. Un título que fijó las normas del “todo vale” actual, que tiene tanta influencia ahora como en su momento la tuvieron los Alone in the Dark, Silent Hill o Resident Evil de turno, y bajo cuya inspiración surgieron una retahíla de juegos que han trufado la actualidad en los últimos ocho años desde su estreno para consolidar una nueva era de popularidad máxima para el género.
¿A partir de cuándo consideramos los "juegos modernos" en este especial? Como si del Antes (AC) o Después de Cristo (DC) se tratara, en 3DJuegos para este reportaje fijamos su inicio en el Después de Amnesia (DA), es decir a partir del año 2010 incluido. Por supuesto la decena de juegos de terror que encontrarás aquí no están en su totalidad influenciadas directamente por The Dark Descent, pero los que no beben de él desde luego sí han tenido en muchos casos el éxito que merecían gracias a la popularidad que ha alcanzado el género gracias a este clásico.
Así que, sin más dilación, vamos al grano. Estos son los 10 mejores videojuegos de terror modernos a partir de 2010 (Año Cero Después de Amnesia).
Alan Wake
Remedy (2010 - PC, X360)
Tras sorprender a propios y extraños con el primer Max Payne y asombrarnos a todos con su brillante secuela, Remedy lo tenía muy fácil para triunfar… Sólo tenía que darnos más de su policía alcohólico y atormentado. Sin embargo, el estudio nórdico rompió con todo y quiso crear otro héroe para el recuerdo: Alan Wake. Inspirado inevitablemente por obras de Stephen King o por películas como En la Boca del Miedo, cambiaron de tercio y lograron un juego estupendo.
¿POR QUÉ DABA TANTO MIEDO?
Si bien el punto fuerte a nivel argumental de Alan Wake era el de tratar de ser un thriller psicológico, lo cierto es que su acercamiento a las partes puramente relacionadas con el terror también funcionaban muy bien. La oscuridad como poderoso enemigo y la única alianza de nuestra linterna para acabar con los enemigos constituía una formidable herramienta con la que crear suspense, acción… y pavor.
Alien: Isolation
Creative Assembly (2014 - PC, PS4, XOne, PS3, X360)
Creative Assembly ya nos había agradado muy mucho con estupendos videojuegos de aventuras como Viking: Battle for Asgard, pero… ¿El terror? Los creadores de la monumental saga Total War demostraron que también sabían tocar esta tecla con un título aterrador, angustioso y claustrofóbico como pocos. Uno que demostraba que se podían hacer grandes cosas con la marca Alien, algo que vino muy bien tras el fiasco de Colonial Marines,
¿POR QUÉ DABA TANTO MIEDO?
La respuesta corta es clara: Alien, pero la larga es un poco más elaborada. Mediante la vista subjetiva, con el empleo de artefactos que por un lado ayudaban pero que por otro también inquietaban y con la siempre aterradora sensación de que el xenomorfo estaba acechando en cada esquina, Isolation es una de las experiencias más agobiantes de los últimos 10 años y la demostración de que se puede construir una IA enemiga inteligente y desafiante al mismo tiempo.
Amnesia: The Dark Descent
Frictional Games (2010 - PC, PS4, Linux, Mac)
Es el videojuego que puso en el mapa a Frictional Games. Cierto que los auténticos veteranos del género de terror ya los conocían por su trabajo en el muy estimable Penumbra, pero el videojuego que los hizo darse a conocer para el gran público fue Amnesia: The Dark Descent. Con él alcanzaron el grado de fenómeno, convirtiéndose en uno de los juegos de éxito sorpresa en Steam y contando con una legión de YouTubers chillones pasándolas canutas delante de la pantalla para disfrute de sus fans.
¿POR QUÉ DABA TANTO MIEDO?
La clave de los videojuegos de terror modernos es la sensación de indefensión. Es algo que los Survival Horror orientales como Silent Hill cultivaron poniéndonos en la piel de personajes torpes para el combate, y que Amnesia magnificó hasta lo inimaginable no dándonos ni armas ni posibilidad alguna de defendernos. Sólo quedaba correr y esconderse… Y vaya si funcionaba para crear terror.
Layers of Fear
Bloober Team (2016 - PC, PS4, XOne, Nintendo Switch, Linux, Mac)
El Bloober Team puede que no sea tan popular entre los equipos que constituyen este especial, pero se está haciendo un nombre gracias a videojuegos como The Observer o este Layers of Fear que nos ocupa. Su gótica obra tuvo una populosa fase de acceso anticipado en la que los aficionados pudieron probar su atípica y siniestra propuesta de juego de terror con una inusual propuesta relacionada con un pintor, su arte y un cuadro que le atormenta.
¿POR QUÉ DABA TANTO MIEDO?
Muchas veces una historia bien contada es la mayor garantía de pasar un mal rato, y Layers of Fear se apoyaba precisamente en ello para crear el suspense necesario. La clave, no obstante, estaba en su capacidad para rematarlo con unos sustos de campeonato. No siempre es el videojuego más sutil del mundo en cuanto a la forma de plantear esos “golpes de terror”, pero definitivamente sí es un título muy efectivo en ese campo.
Lone Survivor
Jasper Byrne (2012 - PC, PS4, Wii U, PS Vita, PS3, Linux, Mac)
De todos los videojuegos que conforman este reportaje, probablemente el más minimalista y modesto sea Lone Survivor. Pero que eso no te engañe, es también un título de una calidad estratosférica y una experiencia que da miedo de verdad. Su fórmula 2D, su cuidada dirección artística y su atmósfera claustrofóbica donde tenemos que medir cada paso lo convirtieron en todo un fenómeno indie.
¿POR QUÉ DABA TANTO MIEDO?
Hay cuatro o cinco claves que no fallan a la hora de provocar terror. Recursos justitos, munición escasa, universo opresivo… Pero si a todo eso le unes un telón de fondo tan atractivo como el de Lone Survivor, lo redondeas todo. El videojuego se apoyaba en inspiraciones tan retorcidas y perturbadoras como Silent Hill o la obra de David Lynch para construir un pequeño infierno en dos dimensiones que requería pasar un mal rato para poder abandonar.
Outlast
Red Barrels (2013 - PC, PS4, XOne, Switch)
Surgidos a la sombra de Amnesia, brotaron como setas un sinfín de videojuegos de terror con puntos de partida o premisas jugables muy parecidas. La mayoría no valían demasiado, pero de entre todos ellos brilla con luz propia el angustioso Outlast. Red Barrels era un estudio debutante pero cargado de veteranos de gran talento, y ya desde la distancia parecían proponer algo arquetípico en términos argumentales (hospital psiquiátrico incluido), pero que podía tener mucho valor.
¿POR QUÉ DABA TANTO MIEDO?
La atmósfera es una palabra que se repite a menudo cuando se habla de videojuegos de terror, pero es que se trata de uno de los puntos clave a la hora de dar miedo. Outlast la conseguía proponiendo un lugar cerrado, oscuro y que escapaba a la razón, y donde únicamente estábamos armados con una videocámara. Con primera y segunda partes de la serie, DLC incluidos, hemos vivido al límite, huyendo de monstruos, batallando por pilas para la visión nocturna y, en definitiva, sufriendo.
Resident Evil 7
Capcom (2017 - PC, PS4, XOne)
La deriva de los Resident Evil hacia la acción no agradaba a muchos aficionados, pero Capcom sabía cómo devolver a su marca hacia horizontes más cercanos a lo que muchos buscaban. El giro hacia el terror de la séptima entrega agradó a todo aquel que tenía la mente suficientemente abierta como para aceptar un cambio de perspectiva y un escenario tan, en principio, poco propicio para la saga como Luisiana. ¿El resultado? Una joya.
¿POR QUÉ DABA TANTO MIEDO?
Tras tantos años de perspectiva en tercera persona (e incluso cámaras fijas), resultó un soplo de aire fresco apostar por la inmersión total de la cámara subjetiva. Además, el hecho de topar con una familia de seres humanos, como eran los Baker, tan alejados de los estereotipos de los zombies también sonaba muy interesante. Todos esos factores, junto con un diseño de niveles fantástico y una atmósfera muy cuidada redondearon con RE 7 una de las experiencias más aterradoras del 2017.
SOMA
Frictional Games (2015 - PC, PS4, XOne, Linux, Mac)
Como en el caso de tantos estudios con inquietudes, el caso de Frictional Games es paradigmático. Dejaron la segunda parte de Amnesia en manos de los creadores de Dear Esther y optaron por la vía más difícil. Levantar una nueva propiedad intelectual cuando tienes algo grande entre manos suena arriesgado, pero si además se trata de una aventura submarina de ciencia ficción tan metafísica y filosófica como esta… Sólo nos queda aplaudir.
¿POR QUÉ DABA TANTO MIEDO?
El miedo de SOMA es a lo que no comprendemos. No malinterpretes esa frase, hay muchos momentos de angustia total made-in Frictional Games en su fórmula y algunos monstruos y criaturas para el recuerdo. Pero el verdadero pavor que provoca SOMA es uno que no puede describirse sin caer en destripes gratuitos de su argumento, y al que sólo se alcanza a comprender su verdadera dimensión con la aventura debidamente terminada.
The Evil Within
Tango Gameworks (2014 - PC, PS4, XOne, PS3, X360)
Cuando Shinji Mikami y su equipo de Tango Gameworks presentaron los primeros tráilers de The Evil Within, la gente se comenzó a frotar las manos… Y con razón. Los antecedentes del creativo y el buen aspecto que tenía todo lo relacionado con el videojuego de terror que comenzaban a cuajar prometía alcanzar las más altas expectativas y, por fortuna, el título cumplió. Después llegaría una también muy estimable segunda parte que aprovechaba el germen terrorífico del original para ampliar sus miras.
¿POR QUÉ DABA TANTO MIEDO?
Construido como episodios, al igual que en la secuela pero con éstos más centrados y más independientes entre sí, The Evil Within es como un paseo por las peores pesadillas de Mikami y su equipo. Criaturas de pesadilla agrupadas por bloques temáticos y dotados de un ritmo muy cuidado que sólo palidece en algunas innecesarias secuencias de acción masiva que son los únicos momentos donde, por desgracia, se pierde el punto de mira de lo que se está haciendo y, con él, el terror.
Until Dawn
Supermassive Games (2015 - PS4)
Creando a posteriori un potente universo que ya lleva a sus espaldas otros dos videojuegos que lo exploran (Rush for Blood y The Inpatient), Until Dawn se construye como un fenomenal culto al slasher adolescente: ese género del cine donde los chavales son masacrados uno detrás de otro. Algo tan tópico en las películas se convierte aquí en un ingenioso tour de force narrativo para Supermassive Games que demuestra que nuestras decisiones importan a la hora de construir una historia con empaque.
¿POR QUÉ DABA TANTO MIEDO?
A menudo lo que aterra son las consecuencias. Hay muchos momentos que dan miedo en Until Dawn, no en vano el videojuego comienza haciéndonos un pequeño test para saber cuáles son nuestros peores temores, pero lo que de veras provoca terror en su fórmula es el saber que un descuido y cualquiera de nuestros personajes puede morir para siempre. La historia sigue con su ausencia, claro, pero en el caso de los protagonistas más simpáticos es un duro castigo… y en el caso de los cretinos, que también los hay, una bendición.
Menciones Especiales… Terroríficas
Hay diferentes videojuegos que, por unas razones o por otras, no han tenido cabida en una selección de 10 juego como representantes de los lanzamientos de terror modernos, pero que no podemos pasar por alto. Por ejemplo, P.T. es una experiencia verdaderamente aterradora, pero su descarte fue fácil porque no es un videojuego en sí mismo. Las siglas representan un Playable Teaser que era exactamente lo que su nombre describía, un avance de la idea de lo que pretendía conseguir un Guillermo del Toro y un Hideo Kojima en auténtico estado de gracia para hacer levantar una saga Silent Hill que, en los últimos tiempos, pasa sin pena ni gloria y que, con esta demostración jugable que aparentemente no iba a pertenecer al juego completo, nos hizo pasar un terrible mal rato.
¿Más cosas? Little Nightmares no es estrictamente un juego de terror, es más bien algo parecido a títulos de exploración y rompecabezas 2D como Limbo o Inside, pero con un telón de fondo muchísimo más retorcido y grotesco que, en algunos momentos, sí coquetea con el miedo puro y duro. Detention, por su parte, es un formidable título coreano que juega con nosotros merced a su extraordinaria atmósfera donde sus creadores se apoyaban en la realidad de su opresor país para construir una fábula de fantasía y terror muy acertada en forma de aventura gráfica estilo “point-and-click”.
El 2017 también dejó buenos representantes. Narcosis, por mencionar uno, que saca partido de la siempre inmersiva realidad virtual para sumergirnos, valga la redundancia, en las profundidades del océano en una desesperada aventura por sobrevivir. Darkwood, por citar otro, también gozó de excelente acogida entre público y crítica con su visión en perspectiva cenital y sus acongojantes secretos escondidos entre la espesura de sus fríos bosques. Por último, el año pasado también nos dejó a Rutger Hauer en The Observer sumido en una aventura con bastante de walking simulator, pero con un opresivo estilo cyberpunk que venía firmado por los creadores de Layers of Fear… Toda una garantía de pasar un mal rato.