Con la llegada de más videojuegos de espíritu independiente, estamos viendo nuevos, atrevidos y reflexivos planteamientos sobre la guerra. La pregunta que nos hacemos es: ¿deben servir estos videojuegos para hacernos reflexionar? Hablamos con el guionista principal de This War of Mine para debatir esta interesante cuestión.
Tu hija está enferma. Vives en medio de una guerra y no tienes apenas recursos para mantenerla con vida. Piensas en que podrías adentrarte en la peligrosa noche de una ciudad en escombros para obtener medicinas y algo con que alimentarla. Pero entonces piensas… ¿y si no hago más que empeorar la situación? ¿Qué pasaría si me largo y uno de esos merodeadores sin escrúpulos irrumpen en la casa? El tiempo pasa, las noticias que proyecta la radio son cada vez peores. El abatimiento es total.
Esto es la guerra, o al menos la visión que nos muestra This War of Mine, uno de los más importantes videojuegos antibelicistas de la actualidad. Pawel Miechowski (guionista principal) nos comenta en una entrevista (con motivo del lanzamiento del juego en Switch) que "hay videojuegos que van sobre la guerra y otros que son antiguerra". Con mirada fija en el suelo y tono reflexivo nos asegura que existe espacio para todo tipo de experiencias, pero tiene la sensación de que hay títulos que banalizan los conflictos bélicos: "Muestran sólo una parte de la guerra, como si fuese un festival de superhéroes en que se disparan millones de balas para acabar con todos los problemas".
¿Es la guerra así? Miechowski afirma que disfruta con licencias como Call of Duty o Battlefield. "Sin embargo, ni son retratos reales, ni están cercanos a lo que realmente ocurre en una guerra", continúa el desarrollador de 11 bit Studios. Para el creativo polaco, existe espacio para otro tipo de juegos. Habla de Spec Ops: The Line, al cual ensalza por su brillante intento de hacernos ver la crudeza de la guerra, que convierte a los humanos en seres despreciables. Lo usó como inspiración para su título, en que trata de dar una visión distinta, en este caso desde la perspectiva de aquellos que más sufren un conflicto armado: los civiles.
El otro lado de la guerra
This War of Mine tuvo como origen una investigación. El hermano de nuestro entrevistado, Grzegorz Miechowski (CEO de 11 bit Studios), se había interesado profundamente por la historia de aquellos que vivieron la guerra de Bosnia (1992-95). Leyó múltiples historias, y se fue empapando de la emoción que contenían las entrevistas: "Sí, fue mi hermano el que planteó la idea. A partir de dichas vivencias, decidimos crear un juego que recreara ese mundo, aproximándonos con el máximo respeto a esa realidad".
Nos comenta Miechowski que recurrieron a historias de familiares, porque en Polonia casi todo el mundo tiene algún pariente con cosas que contar sobre la Segunda Guerra Mundial. El propio desarrollador narra que su abuela y personas de su entorno sobrevivieron comiendo unas plantas (pigweeds): "Era horrible, pero era lo único que tenían". Esta y otras tantas historias están reflejadas en el videojuego, con el FAMA Collection of Art como una de las más fuertes inspiraciones. Se trata de un museo virtual sobre la historia de Sarajevo, el cual contiene entrevistas con civiles que expresan las calamidades de la guerra.
En ese momento, mi reacción fue una combinación entre sorpresa y admiración. Los desarrolladores de 11 bit Studios se habían esforzado en conocer cómo se vive una guerra. Esa perspectiva estaba muy alejada de la mayor parte de videojuegos bélicos que había tenido la oportunidad de probar. Recuerdo pasármelo en grande con los Medal of Honor, más en concreto Allied Assault (2002). Son juegos en que entras en contacto con armas, vehículos, escenarios… pero poco más. No empatizas con los personajes, y acabas conociendo poco o nada sobre el drama de la guerra y sus implicaciones. La descontextualización es total.
Estoy en contra del pensamiento de que los videojuegos son sólo entretenimiento y diversión
Pensé entonces en si esto podía ser un problema. Mucho recrear situaciones, ¿pero qué hay sobre la representación de la guerra? La respuesta de Miechowski fue contundente: "Nadie debería relacionar un videojuego con la realidad. Los juegos son juegos. Eso sí, estoy en contra del pensamiento de que los videojuegos son sólo entretenimiento y diversión, porque eso puede llevar a pensar que la guerra es divertida". En efecto, la guerra no es divertida. La mayor parte de videojuegos han tendido a centrarse en lo contrario… aunque hay excepciones.
Tenemos ejemplos antibelicistas como el de Valiant Hearts, un maravilloso relato sobre la Primera Guerra Mundial en el papel de varios protagonistas que sufren las consecuencias del conflicto. Licencias como Wasteland, Fallout o Metro han incidido en las nefastas consecuencias de la guerra nuclear. El videojuego independiente DEFCON (2007) puede servirnos de ejemplo unificador para todos ellos. En el juego tienes que asumir pérdidas humanas, porque es la única manera de "ganar" la guerra. Conclusión: no hay vencedores, sino vencidos. En la misma línea se mueve This War of Mine: "Realmente, en el juego no tomas decisiones buenas o malas, porque no importa lo que hagas: sólo hay víctimas".
Aunque resulte paradójico, Miechowski no pretendía con su juego mandar un mensaje de concienciación, sino simplemente representar cómo puede afectar a la gente un conflicto bélico. Para ello, el desarrollador nos comenta que no necesitaba incorporar violencia extrema a la fórmula, pero que aún así no se han puesto barreras: "Queríamos ser respetuosos con la forma de contar las cosas. Hemos mostrado la maldad del ser humano, pero sin necesidad de hacerlo explícito en la pantalla".
Los polacos de 11 bits Studios se han tomado tan en serio su propuesta, que se modelaron a sí mismos para protagonizar el videojuego. Los personajes que vemos son avatares de los propios creadores, como perfecta manifestación de lo que perseguían: meterse dentro del drama de la guerra. This War of Mine ha contado con un equipo central de sólo 12 personas, y sin apenas darse cuenta, han logrado un éxito que jamás habrían esperado.
Ahora para ellos lo más sencillo sería realizar una secuela, un This War of Mine 2, pero Miechowski nos comenta que esta es la visión que querían ofrecer, y que la van a dejar ahí. Han culminado su tarea: "Fue una gran experiencia crear este videojuego, y que la gente lo apreciase. No puedo imaginar hacer una continuación. ¿Más sufrimiento? Hacer un juego de guerra es una de esas cosas que sólo ocurren una vez en la vida".