De Demon's Souls a Elden Ring, estas son las historias que cuentan los dragones de Miyazaki

De Demon's Souls a Elden Ring, estas son las historias que cuentan los dragones de Miyazaki
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Los dragones son unas criaturas formidables, y en la literatura fantástica y en los videojuegos se han representado de mil formas: violentos, inteligentes, como hijos de una incandescente madre, pero, ¿y qué hay de los dragones de Hidetaka Miyazaki? En este artículo exploramos lo que significan para el autor de Dark Souls y el más reciente Elden Ring.

Los dragones son un elemento crucial en el universo de Hidetaka Miyazaki. Nos los hemos encontrado desde Demon's Souls y han ido ganando fuerza, presencia e importancia juego tras juego. En Elden Ring, nos topamos con uno aterrizando sobre un pantano a los pocos minutos de juego, y si viajamos a ciertas zonas putrefactas y encarnadas, los veremos casi a manadas. ¿Y por qué es interesante analizar algo tan concreto como el dragón? Pues porque aunque los mundos de sus videojuegos sean independientes los unos de los otros, lo que nos transmiten sus elementos estéticos siempre es similar. La luna, las mareas, el fuego, la luz, la sangre, los gigantes, los pantanos en la saga Souls o los dragones simbolizan algo en todos sus títulos, y ese "algo" refina su mensaje y crece de Boletaria a Las Tierras Intermedias.

A mí me ha entusiasmado volver a encontrarme con sus dragones en Elden Ring. Hay pistas de ellos en el combate de Godrick El Injertado, en los seres híbridos que invaden Morne, en iglesias de comunión dragontina y en las piromancias. Pero empecemos por el principio. Dark Souls nos narra en su intro la extinción de los dragones a manos de Gwyn. El dios empuñó sus rayos y arrasó con ellos en una gran guerra que involucró a sus hijos y a todo el mundo. Esta batalla comenzó a causa del miedo y de la ambición desmedida del hombre contra el curso natural de las cosas. Y justamente eso simboliza el dragón en el Soulsverso en un principio: la naturaleza, el cambio salvaje y la vida animal.

Pero antes de seguir, un aviso: habrá spoilers ligeros de Demon's Souls, Dark Souls, Sekiro y Dark Souls II, y de Dark Souls III algo más intensos centrándose en el Pico del Archidragón. De Elden Ring serán súper ligeritos, palabra. Es decir, del reciente videojuego de Hidetaka Miyazaki no voy a destripar nada de su historia, solo la relación que existe con un valor de las estadísticas del personajes y un par de iglesias en las que hay indicios de dragones, así como su vinculación con la piromancia. Es decir, si habéis jugado unas diez horitas a Elden Ring y habéis coqueteado con los Souls, podéis leer sin miedo. No voy a desvelar nada, al contrario, lo que quiero es fomentar vuestra curiosidad. Es un artículo para que penséis: "oye, no me había fijado en eso, voy a investigarlo". Dicho esto, vamos allá.

Suscríbete al canal de 3DJuegos en YouTube

Fuera caretas: adoro Dark Souls II. Yui Tanimura, director de este y codirector de Elden Ring, supo recoger muy bien el testigo de Hidetaka Miyazaki. Entendió su mundo, sus referencias estéticas y sus símbolos, y fue más allá. Lo más hermoso de esta secuela son sus gigantes. Estos seres, al morir, se transforman en árboles que sueñan. Lo curioso del asunto es que podemos encontrar muchas pistas que sugieren que Aldia, hermano del rey Vendrick, quería crear dragones artificiales partiendo de los gigantes. En su opinión, ambos comparten el mismo origen: la naturaleza, la tierra y el pasado. Esta idea tan potente no muere en Dark Souls II. Tanimura comenzó con el desarrollo de Dark Souls III mientras Miyazaki creaba el maravilloso Bloodborne. Eso le permitió transportar gran parte del lore de Dark Souls II al III. No es casualidad que en esta tercerca parte aparezca una hija de Manus y un cuadro con Nashandra, pero lo mejor es lo que ocurre en el Pico del Archidragón.

El dragón de Miyazaki representa la naturaleza, la paz y el cambio animal

De Demon's Souls a Elden Ring, estas son las historias que cuentan los dragones de Miyazaki

Amo el Pico de Archidragón. Al llegar a este lugar de luz, tras abandonar las sombras de la Mazmorra de Irithyll, nos encontramos con un templo precioso. Allí, hay unos seres humanoides practicando algo parecido al zen. Todos han adoptado la famosa postura meditativa de esta disciplina y, al hacerlo, su cuerpo ha adoptado cabeza y piel de dragón, pero se han convertido en piedra. Aunque en la cultura occidental practicar zen es sinónimo de relajarse, esa no es su realidad. La práctica del zen nos conduce a la visión del vacío, es decir, a una trascendencia cósmica que nos separa de lo cotidiano. Es un estado avanzado de consciencia muy complicado de alcanzar. Es tocar la nada con la mente y ser ella dejando de ser. Es el camino hacia la iluminación. Y eso es lo que están haciendo estos humanos, rechazar la humanidad representada por Gwyn y llegar a ese estado superior, trascendiendo como dragones con su piel de piedra. Esta orden lleva reuniéndose desde Dark Souls, buscadlos en el Lago de Ceniza.

De Demon's Souls a Elden Ring, estas son las historias que cuentan los dragones de Miyazaki

La práctica del zen nos conduce a la visión del vacío, es decir, a una trascendencia cósmica que nos separa de lo cotidiano

Yéndonos ahora a Elden Ring, es muy relevante la idea de la piedra que he mencionado. Si leemos la descripción del objeto "grasa de herida de dragón" encontramos la siguiente descripción: "cuando nacieron los dragones de sus antepasados ancestrales, perdieron sus escamas de piedra, que pueden usarse ahora para infligirles un daño mortal." Interesante, ¿verdad? De aquí sacamos varias conclusiones. Lo siguiente son teorías para excitar vuestra imaginación. Los que vivís intensamente los juegos de Hidetaka Miyazaki sabéis que esto es parte de su propuesta. Pues bien, si entendemos que los elementos estéticos de los mundos de Miyazaki evolucionan juego a juego, ahora ya comprendemos por qué los que meditaban en el Pico de Archidragón se convirtieron en piedra para transformarse en dragones ancestrales. ¿Y por qué? Pues porque estos dragones ancestrales estaban hechos de piedra. Si eso es verdad, estos humanos transformados en dragón en Dark Souls III puede que sean aquellos que dieron a luz a los de Elden Ring. Es por ello que esa misma piedra, que en realidad pertenecería al cuerpo de humanos trascendidos en esta ocasión, ahora les hiera, porque lo humano se opone a la naturaleza. Porque Gwyn se opone al cambio natural del universo.

De Demon's Souls a Elden Ring, estas son las historias que cuentan los dragones de Miyazaki

Pero podemos ir incluso más allá en esto de teorizar y buscar conexiones. En Elden Ring se produce un cambio curioso con cómo ejecutamos las piromancias. Estas van regidas por fe, no por magia ni por otro valor, no por el nivel de una mano piromántica, sino por fe, la de los hombres. La fe está relacionada en el juego con el daño sagrado y la Orden Dorada, pero la piromancia se considera una obscenidad, un anatema. Los hechizos relacionados con el fuego los obtenemos en las iglesias dragontinas, que es justamente donde se encuentran indicios de aquellos convertidos en piedra y luego en dragones. Si entendemos que el zen es oriental y la fe mayoritaria representada en Elden Ring y Dark Souls es occidental,es más fácil comprender cómo los actos de Gwyn dividieron a los hombres. Unos siguieron el camino del Rey Sol, pero otros se refugiaron en un tipo de espiritualidad venida del este.

El origen de la transformación en dragón está en Sekiro

De Demon's Souls a Elden Ring, estas son las historias que cuentan los dragones de Miyazaki

Lo que aporta Sekiro a los valores estéticos de su autor es la materialización de ese continente en el este que tanto se menciona. Se cita en descripciones de katanas, por ejemplo, y desde Demon's Souls. El lobo recorre esta tierra y llega al Palacio del Manantial. En esta área acuática hay un río. En su parte inferior hay una carpa enorme. En la parte superior, por encima de una cascada, se encuentra el jefe de la zona: el dragón. Los enemigos de este nivel parecen existir en un estado intermedio entre carpa y dragón. Toda esta zona representa la fábula del pez Koi, que a través de su esfuerzo acabó trascendiendo y convirtiéndose en dragón. Esta es una figura del budismo que, a su vez, es la misma enseñanza que llevaron a cabo aquellos que meditaban en el Pico del Archidragón.

De Demon's Souls a Elden Ring, estas son las historias que cuentan los dragones de Miyazaki

Es más que posible que los mundos de Elden Ring, Dark Souls III y Sekiro no tengan ni la más mínima conexión

Como veis todo esto son divertidas teorías y conjeturas. Es más que posible que los mundos de Elden Ring, Dark Souls III y Sekiro no tengan ni la más mínima conexión, pero sus referentes estéticos sí se repiten juego a juego, y eso une a todos estos universos y los convierte en uno. El dragón siempre será una figura de pureza, una representación de la naturaleza más viva y salvaje, algo a lo que aspirar para ser mejores. Algo que temen los poderosos porque no pueden controlar. Pero cuando nos convertimos en dragón nos transformamos en la nada, ese es el premio, pues trascendemos y perdemos nuestra humanidad. El dragón se opone a la idea de fe ciega hacia dioses castigadores, vengativos y crueles. Algunos querrán convertirse en dragones solo por domesticar su poder, y fallarán convirtiéndose en abominables engendros. Un ejemplo de ello es Oceiros. Otros sí lo lograrán, transformándose en eternas piedras tan vivas como muertas, vacías de ambición, sin necesidad de poseer ningún alma oscura. Y esta es la historia que cuentan los dragones de Hidetaka Miyazaki. Ahora te lo pensarás dos veces antes de matarlos para conseguir sus runas, ¿verdad?

Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

4.527 visualizaciones

El AUTÉNTICO AAAA de Ubisoft FAR CRY 2

Hay revoluciones que pasan frente a nuestros ojos sin que apenas nos demos cuenta. Juegazos que, por la velocidad de la industria y lo rápido que muchos se suman a las modas, pasan inadvertidos o hacen algo de ruido para luego quedar completamente sepultados por secuelas o...