Casi todos hemos alabado la saga Horizon por su originalidad, y es que es cierto que no había (ni sigue sin haber) demasiados juegos con su planteamiento. Sin embargo, también es importante recordar a uno de los videojuegos que en mayor medida le supusieron una gran inspiración y, de paso, reivindicar a uno de los estudios favoritos de la redacción de 3DJuegos. Hoy hablamos de Enslaved, de Ninja Theory.
Volver a Enslaved tras más de 10 años desde su lanzamiento es toda una experiencia para los aficionados que somos fans de Ninja Theory. Ahora que el estudio fue comprado por Microsoft su tranquilidad financiera está fuera de toda duda y su futuro es halagüeño, no obstante hubo un momento en el que se la jugaban autodistribuyendo lanzamientos como Hellblade: Senua’s Sacrifice porque habían encadenado varios juegos en los que la calidad y las ventas no caminaron de la mano. Uno de ellos es este formidable título de acción y aventuras que nos ocupa hoy.
Si lo recuerdas, y si no te refresco la memoria en un santiamén, en el juego encarnamos a Monkey que acompañado por la joven Trip se ven envueltos en una aventura de acción futurista que está inspirada en la legendaria obra Viaje al Oeste que ha inspirado otras decenas de videojuegos así como animes como Dragon Ball, entre muchos otros. Así comenzamos una campaña a la que he vuelto hace unos meses y que me ha costado terminar unas 9 horillas, más o menos. Un rato muy agradable, para un juego que sin reinventar la rueda sí ofrece ese entretenimiento de producción de gama media que tanto se echa en falta a día de hoy. Si bien ahora mismo casi todo son superproducciones brutales desde el punto de vista de los valores de producción o indies más modestos (pero a menudo mucho más interesantes), este Enslaved tenía unos medios poderosos y muy atractivos, aunque sensatos y muy alejados del despilfarro a nivel de valores del que solían hacer gala ya los grandes del momento. Eso sí, destacaban en él figuras de talento, como la presencia de Andy Serkis haciendo de Monkey (voz y movimientos) o el guión del conocido Alex Garland.
Enslaved tenía unos medios poderosos y muy atractivos, aunque sensatos
La exploración es la parte que mejor funciona, aunque el movimiento de Monkey es algo tosco para los estándares actuales, lo cierto es que lo bonitos que son los escenarios artísticamente hace que sea un placer explorarlos. El futuro del juego nos recuerda a títulos que después hemos visto a menudo en los videojuegos como en The Last of Us u Horizon: Zero Dawn, no obstante en su momento era tremendamente novedoso. No habíamos visto demasiadas aventuras con esos escenarios futuristas abandonados y cubiertos por vegetación. Es algo que todavía llama poderosamente la atención. La cámara, además, es la clásica de la acción en tercera persona, a la espalda del protagonista y permitiéndonos orbitar 360º a su alrededor. Sin embargo, cuando hace falta para la jugabilidad, o de cara a mostrarnos la parte más espectacular de una puesta en escena, hay muchos momentos en los que está fija en el mejor ángulo.
El combate es, probablemente, la parte más floja. Enslaved casi siempre intenta que recurras a él lo menos posible, invitándote a hacer uso de trampas o distracciones para acabar con los enemigos, y es que en enfrentamiento cuerpo a cuerpo frontal casi siempre estarás perdido. La combinación de sigilo, plataformas y exploración para encontrar no sólo el mejor camino sino también las posibles mejoras es fantástica y, aunque no todos los elementos están a la misma altura, la verdad es que funciona y su variedad acaba resultando en el principal motor para seguir avanzando la aventura.
Incluso 12 años después tiene un aspecto muy respetable a día de hoy
Cuando los enemigos se tornan en las grandes amenazas, eso sí, es en la recta final. Ahí es cuando el bestiario de los autores de DMC o Heavenly Sword sacan la artillería. No quiero hacer spoilers, ni mucho menos, pero es cuando los robots algo rutinarios de la mayor parte de la campaña dejan lugar a criaturas mucho más originales y, como decíamos antes, verdaderamente precursoras en cuanto a concepto de a las que hace frente Aloy en sus aventuras.
Si a la fuerza que tienen los combates en la recta final, le unimos la espectacularidad de las ubicaciones elegidas para desarrollarse y un desenlace argumental que parece que es donde verdaderamente Garland quería ir a parar y que, por supuesto, no deja indiferente a nadie: Tenemos el desenlace perfecto para la historia de unos Monkey y Tripp que funcionan muy bien como tándem y que tienen mucha química juntos.
Es un videojuego que puedes encontrar muy barato a día de hoy tanto en formato físico como en digital y que, por supuesto, soporta retrocompatibilidad en Xbox Series X (si hubiera tenido que sacar mi vieja Xbox 360 seguramente no lo hubiera vuelto a jugar). No hay FPS boost en el momento que lo jugué, pero sí lo vi algo más nítido de lo que lo recordaba, lo que unido al HDR que la consola suele implementar muy bien en estos videojuegos hace que el título, incluso 12 años después, tenga un aspecto muy respetable a día de hoy. Una aventura que, en definitiva, no te puedes perder.