¿Por qué pasa el tiempo y Fortnite sigue siendo el rey de los battle royale?

¿Por qué pasa el tiempo y Fortnite sigue siendo el rey de los battle royale?
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Los battle royale son un subgénero relativamente nuevo. El camino lo marcaron PUBG y H1Z1, y juegos como Apex Legends lo han desviado a su manera. Sin embargo, la corona siempre está en la cabeza de Epic Games. ¿Por qué pasa el tiempo y Fortnite mantiene su indiscutible reinado en el last man standing?

El pasado 23 de abril Ubisoft, conocedora del eco que había generado y del interés que había despertado el enigmático Project Q, desveló lo que ya era prácticamente un secreto a voces. Los galos confirmaron el desarrollo del juego, uno que resulta ser bastante parecido a Fortnite en el estilo visual, pero que, aparentemente, camina entre dos aguas: la del battle royale y la del battle arena (o MOBA, como se conoce en términos populares). Algo parecido a lo que es Apex Legends; Respawn quiso darle una vuelta de tuerca al subgénero en el que reina el juego de Epic Games para separarse un poco del concepto arquetípico. Reflexionando sobre ello, cabe preguntarse el porqué del éxito del título que, a todas luces, capitanea el last man standing. ¿Por qué pasa el tiempo, salen más battle royale y Fortnite sigue siendo el número uno? ¿Qué hace tan bien Epic Games?

Fortnite apareció como una respuesta casi inmediata a Playerunknown’s Battleground, el punto de partida de este tipo de juegos. La premisa la estableció H1Z1 en 2015, pero la obra de Brendan Greene fue la que ubicó al battle royale en el debate público. Sobre él se erigen los cimientos del subgénero; yo contra todos; lootear y sobrevivir; vehículos; un fenómeno que va empequeñeciendo al mapa, etc. PUBG y H1Z1 sentaron unas bases sobre las que luego Fortnite fue edificando para conformar su propio cuerpo, su propia esencia, allá por 2017.

Hablando de edificar, este es un elemento definitorio en la obra de Epic Games. Ha sido objeto de muchas críticas, pero es a su vez lo que lo hace diferente y único. Construir es clave para dos cosas; ganar altura, que siempre otorga ventaja al que la tiene; y cubrirse: los materiales actúan como parapeto frente a los disparos. El quid de la construcción es que gana el que más rápido lo hace –perder la ventaja de altura, insisto, es fundamental- y el que más loot recoge a lo largo de la partida, por lo que a veces el premio de la victoria está más relacionado con construir que con matar.

A veces el premio de la victoria está más relacionado con construir que con matar

Este rasgo personalidad ha generado debate entre sus defensores y detractores –al final, aquí se viene a sobrevivir y a disparar-. Epic, sabedora de ello, incluyó hace no mucho y de manera temporal el modo Cero Construcción, el cual luego se ha integrado de forma perenne. Este ha reenganchado a muchos jugadores al eliminar una barrera jugable importante. Pero no es el único: otros modos de juego, cada uno diferente y renovado, han desfilado por sus menús a lo largo de los meses. Hay modalidades fijadas por la compañía y otras que responden a creaciones de la comunidad, siendo estas últimas prácticamente innumerables. Es muy difícil no encontrar alguno que encaje con el gusto personal.

Cuida tu comunidad

¿Por qué pasa el tiempo y Fortnite sigue siendo el rey de los battle royale?

Si de algo puede presumir el juego es de tener una comunidad fiel. Mientras que en los Hero Shooter siempre se ha acusado falta de renovaciones y actualizaciones periódicas, Fortnite es todo lo contrario: cada semana evoluciona algo en el juego para introducir pequeños cambios en el mapa, en las misiones o en las armas. Esta constante renovación hace que los jugadores se mantengan y permanezcan: al final, son adiciones con una intencionalidad, que no es otra que arraigar comunidad.

Con cada temporada se introducen modificaciones en la jugabilidad. Ahora por ejemplo se pueden realizar deslizamientos o escalar estructuras, algo inédito hasta la fecha; hasta hace no mucho estaban los lanza telarañas de Spider-Man; y se incluyó la tienda de campaña para regenerar salud. Pero el ‘largo plazo’ es casi mejor: cuando se actualizan los Capítulos se resetea el contenido del juego en su práctica totalidad: cambia el mapa, se introducen nuevas armas... Las armas han ido ganando en veracidad -hay caída de bala y hay cadencia, por ejemplo- pero no llega al nivel de realismo de PUBG. Se actualiza lo justo para evolucionar sin perder su esencia.

¿Por qué pasa el tiempo y Fortnite sigue siendo el rey de los battle royale?

El éxito de Fortnite reside en su constante renovación de contenido

Clave resulta también la personalización. Con el Pase de Batalla se desbloquean skins, gestos, graffitis y aspectos para el pico o el ala delta –un pequeño matiz: los cosméticos y el Pase de Batalla se desbloquean con paVos. Si se juega a menudo, se obtiene una cantidad de paVos suficiente como para no volver a pagar el Pase de Batalla. Pequeño triunfo aquí también-. La gracia es que estos elementos están basados en universos externos al título: puede ir uno como Doctor Strange, como Wu Tang Clan o como Ezio Auditore, entre otros muchos. Estos crossovers no dejan indiferente a nadie; matar a los enemigos disfrazado de Chris Redfield o de Jill Valentine o ver portar pistolas a Ryu y Chun-Li se antoja como algo casi utópico que aquí es posible.

El éxito de Fortnite reside en su constante renovación de contenido –que aparte es acertado- y en su evolución a lo largo del tiempo. Coge lo mejor de algunos battle royale –el realismo adaptado de PUBG, mecánicas de Apex Legends- y lo adapta a sus bases para consagrar su personalidad propia. Parece que Epic ha dado con la tecla: Fortnite llegó para quedarse, y así sigue siéndolo casi cinco años después.

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