Metal Gear es un clásico del videojuego, pero ¿tiene futuro como franquicia? Después de las ventas de los últimos estudios y marcas, nos preguntamos si hay espacio para Snake en la actualidad.
Miro mi colección y la saga Metal Gear ocupa un lugar privilegiado en ella. El primer Metal Gear Solid es una de las razones por las que seguí jugando y su tercera entrega uno de los juegos que más me emocionó en su día. Y, sin embargo, veo a esta saga que tantos buenos momentos me ha dado como una reliquia del pasado y de mi pasado. Como un gigante que poco a poco ocupa un lugar en la estantería del recuerdo junto a mis amados JRPGs y aventuras gráficas.
Pero empecemos por el principio: ¿cómo se rescata una leyenda del pasado? La respuesta nos la da un fenómeno que no siempre contenta a los jugadores: los remakes. Las compañías saben que tienen licencias fuertes, pero antiguas en su haber. Rescatarlas significa poner en marcha una maquinaria mucho más compleja de lo que podríamos pensar. No se puede sacar una segunda parte de Alan Wake, por ejemplo, sin remasterizar el primero y volver a ofrecerlo para que las nuevas generaciones que no jugaron puedan comprender la historia o al menos el contexto. El remake y la remasterización son las mejores herramientas para estudiar la salud de una franquicia. Se recrea un clásico aprovechando todo el trabajo previo, remozando gráficos y se estudia su comportamiento en el mercado. ¿Funciona? Podemos reflotar la franquicia. Los últimos años nos dejan algunos ejemplos de esto, como la N. Sane Trilogy de Crash Bandicoot o el de Metroid: Samus Returns. En el futuro, se le sumarán otros como el propio Alan Wake, Mafia (del que ya se rumorea una precuela a la primera parte), o Dead Space, del que se espera un buen éxito del remake para revivir la franquicia. También llegarán Caballeros de la Antigua República, Gothic, System Shock y Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo, con intenciones similares.
De hecho, los rumores de Silent Hill van por estos mismos derroteros y avisan de hasta tres nuevos juegos: un remake de Silent Hill 2, que daría a conocer la saga a nuevos jugadores y dos nuevos juegos con espíritus distintos. Por todo ello, cuando nos preguntemos por qué leches hay tantos remakes en la actualidad, creo que en parte la respuesta es por la necesidad de las empresas de modernizar sus marcas (de manera segura) ante la llegada de nuevas entregas.
No me imagino un Metal Gear, Solid o no, a la antigua usanza
Y volvemos a Metal Gear. ¿Es acaso una franquicia que se pueda modernizar? Creo que la respuesta no es tan sencilla como en los ejemplos mencionados anteriormente. Es posible que un remake del primer videojuego, por ejemplo, pudiera captar la atención de muchos jugadores, viejos y nuevos. Pero lo cierto es que no me imagino un Metal Gear, Solid o no, a la antigua usanza centrado en mecánicas de sigilo y plagado de cinemáticas. Esta fórmula, que era la esencia de la saga, ha envejecido mucho a ojos del público masivo. Y hay pocos juegos de alto presupuesto que se atrevan a no apelar a estos usuarios. Incluso licencias como Deus Ex o Tomb Raider, como hemos visto recientemente, se consideran pequeños fracasos según sus previsiones de ventas, incapaces de apelar a este público remanente de juegos offline para un jugador.
Pero dentro de la saga Metal Gear, también tenemos ese último juego llamado The Phantom Pain y que ya modernizó un poco las mecánicas para adaptarlas al mundo abierto. El juego vendió, no hay duda, pero creo que lo hizo en parte por otro factor que ya no posee la franquicia: el nombre de Hideo Kojima. Kojima vende, o vendía más bien, porque ni siquiera su nombre es ya suficiente. Las expectativas que tienen que cumplir estos juegos son tan altas que poner en la caja "A Hideo Kojima Game" no es capaz de sostener una superproducción, si esta no tiene los valores comerciales que más se demandan. ¿Cuáles son estos valores? Un juego de acción/aventura con toques de RPG y, si es posible, mundo abierto. Y si es más posible, con equipamiento por colores y looteo, aunque por suerte parece que ya se van viendo los síntomas de fatiga en estos sistemas.
Quizá exista una manera de rescatar a Snake de su pasado glorioso
Para una persona que creció con Metal Gear, es curioso percatarse de que esta saga tan famosa a día de hoy sería muy difícil de rescatar y que, en su estado puro, probablemente sería un fracaso. Le hace a uno darse cuenta de cómo cambian los videojuegos y los tiempos, que no estamos hablando de un matamarcianos o un beat'em up, sino de Metal Gear. Quizá exista una manera de rescatar a Snake de su pasado glorioso, dotarlo de un remake que devolviera la ilusión y, más adelante, crear una nueva entrega con mecánicas renovadas que gustasen tanto a fans clásicos como modernos, pero lo cierto es que veo a la saga de Hideo Kojima como a su propio héroe, como una vieja leyenda que solo quiere descansar. Un eremita refugiado en una cueva (o retirado en Alaska) esperando que los tiempos, y los gustos, vuelvan a cambiar.