Los creadores del exitoso Invizimals preparan un divertido juego de lucha basado en la realidad aumentada para la nueva portátil de Sony. Con unas opciones de personalización enormes y un sistema de juego adictivo, España no podía entrar de mejor forma en el desarrollo de juegos para PS Vita.
El equipo de desarrollo español Novarama ya demostró con PSP su gran talento al dar vida a uno de los títulos más exitosos de la portátil de Sony: Invizimals. Ahora, y con la realidad aumentada otra vez como base, han dado a conocer el que será su primer proyecto para PS Vita, Reality Fighters; un título que nos ha encantado no solo por la diversión que ofrece a nivel jugable sino, sobre todo, por las enormes opciones de personalización que brinda y que prometen convertirlo en una experiencia rematadamente alocada. ¿Te imaginas a Carmen de Mairena dándose de tortas contra Andreu Buenafuente? ¿Nunca has imaginado cómo sería una lucha entre Rambo y un pitufo? Pues eso y mucho más es lo que te espera.
De la realidad al cuadrilátero
El aspecto más destacable de este Reality Fighters radica, precisamente, en su capacidad para tomar cualquier elemento de la realidad y trasladarlo a los circuitos de PS Vita. Pero aquí no hablamos de un mero añadido estético, es decir; no ponemos nuestra cara –o la de quien queramos- sobre un personaje predefinido y ya está. Novarama nos brinda la posibilidad de personalizar al máximo a cada uno de nuestros combatientes indicando, por ejemplo, el estilo de lucha que desarrollará de entre una amplia variedad –boxeo, estilo zombi, karate, etc.-, o el vestuario que lucirá y que también tendrá su reflejo en los aspectos jugables –hay prendas que protegen más que otras, etc.-.
Aparte, también podemos equipar a nuestro púgil con un arma principal, una secundaria que podríamos catalogar como ataques especiales, y un movimiento más poderoso basado en el empleo de vehículos o trampas mortales. Cada una de estas decisiones también tendrá sus consecuencias en el juego, por lo que la variedad de luchadores que se pueden crear resulta de lo más atractiva. Y además, el puntito de mala leche que Novarama ha insertado en todos y cada uno de los elementos personalizables del juego, logran que disputar una simple batalla en Reality Fighters sea un auténtico cachondeo.
Porque cuando hablamos de armas principales lo hacemos de elementos como sartenes con un huevo frito en su interior, los típicos gnomos de jardín, espadas… Mientras que las armas secundarias van desde tartas a sprays capaces de cambiar el estilo de lucha de un contrario o el nuestro propio, si así lo consideramos oportuno. Y para rizar el rizo, contamos con la opción de montarnos sobre una lavadora para aplastar a nuestro rival, usar un interruptor para que se abra una trampa mortal bajo los pies del contrario –aunque éste puede realizar un agarre y lanzarnos a nosotros por dicha trampa-, o que aparezca un tren que se lleve por delante a todo aquel que se cruce en su camino.
En este sentido, a nivel jugable estamos ante un título de lucha sencillo, que no simple, con el que rápidamente nos veremos realizando variados combos basados en las tradicionales combinaciones de botones. Se agradece en este punto la posibilidad de usar armas, ya que aunque sobre la base siempre se juega igual, estas sutiles diferencias y el resto de opciones de personalización nos harán querer probar más y más combinaciones locas.
Y es importante reseñar que la versión que vimos resultaba bastante avanzada, si bien es cierto sus desarrolladores insistieron en que tenían entre manos un producto mucho más completo que no pudieron llevar al evento angelino por falta de tiempo. Lo que está claro es que ante tantas opciones de personalización, una interfaz de usuario bastante eficiente, y un sistema de juego de lo más adictivo y apto para todos los públicos, este Reality Fighters apunta muy buenas maneras.