A pocos días de su lanzamiento, hemos probado la versión final de Dragon Age Inquisition, el título más grande y ambicioso que ha llevado a cabo BioWare. Es el resultado de cuatro años de desarrollo y de todo lo aprendido con sus dos predecesores, prometiendo convertirse en uno de los RPGs más completos y complejos hasta la fecha. El largo camino para salvar Ferelden acaba de comenzar.
El Velo que separa el mundo de los vivos del de los espíritus se ha roto, y por todas partes aparecen brechas de las que emergen malvados demonios que arrasan con la vida allá por donde pasan. Ferelden sigue azotada por la corrupción y la guerra civil entre magos y templarios, y la Capilla, abandonada toda esperanza, no será capaz de afrontar el problema para buscar una solución. La Inquisición regresará para devolver el orden a este mundo sumido en el caos y tú te alzarás como su líder, el único con la capacidad de cerrar las brechas entre los dos mundos. Pero no va a ser fácil, Sin el apoyo de la Capilla, la Inquisición nace como una organización ilícita, sin recursos ni apoyo alguno, y nuestra tarea, aparte de acabar con los demonios que han invadido nuestro mundo, será ganar la suficiente influencia como para poder llevar a cabo tan ardua tarea.
Los Dragones de la Inquisición
En este contexto se desarrolla la acción de Dragon Age Inquisition, un título que nace de lo aprendido de Dragon Age Origins y Dragon Age 2, tanto en cuanto a sus aciertos como en sus errores. Tras haber probado las cinco primeras horas de juego podemos afirmar, sin lugar a dudas, que estamos ante el primer RPG digno de la nueva generación. Cameron Lee, productor del juego, nos contó que no solo aprendieron de sus anteriores trabajos, sino también de títulos como Skyrim o Red Dead Redemption, los cuales fueron una gran influencia para el planteamiento de este enorme proyecto. Según palabras del propio Lee, el nuevo título de BioWare "es el más ambicioso, por su tamaño y su complejidad, y por la historia que queríamos contar. Queríamos mantener la fuerza de las historias de los personajes, por lo que principalmente se nos conoce, pero añadiendo la exploración en un mundo abierto. Fue muy difícil aprender cómo hacerlo, pero creo que con Inquisition encontramos la manera de unirlos".
En Dragon Age Inquisition encontraremos una historia llena de personajes con personalidades bien definidas, dentro de un vasto mundo por explorar. El mapa se dividirá en diez regiones abiertas que, aunque no estén conectadas entre sí, serán en sí mismas un mundo entero. "Sólo la región de las Tierras Interiores -donde transcurren las primeras horas de juego- es más grande que todo el mapa de Dragon Age Origins y Dragon Age 2 juntos" nos contó el productor. La ambientación del juego también ha mejorado considerablemente respecto a la última entrega. Es la primera vez que BioWare utiliza el motor gráfico Frostbite 3 para desarrollar un RPG y gráficamente representa un salto importante. Los decorados lucirán mejor y más vivos que nunca, con multitud de matices en la iluminación, detalles en la vegetación y variedad en la fauna. Nos encontramos con numerosos eventos aleatorios durante nuestras exploraciones como batallas entre facciones, ataques de animales salvajes o bandidos que intentarán robarnos. Podremos recorrer Thedas a lomos de nuestra montura mientras buscamos minerales, hierbas y pieles para fabricar nuestras propias armaduras, armas y otros objetos.
Es la primera vez que BioWare utiliza el motor gráfico Frostbite 3 para desarrollar un RPG y gráficamente representa un salto importante
Los personajes y sus relaciones son una de las bases de la saga, y en esta última entrega veremos importantes mejoras en la animación y apariencia de éstos, lo cual siempre fue una de las metas que se plantearon durante el desarrollo. Las caras por fin gozan del carisma y la personalidad que merecen gracias a la mejora gráfica, y las relaciones entre los personajes son más reales y naturales que nunca, haciéndose patente el bagaje emocional que comparten figuras conocidas como Varric, Cassandra o Leliana. Podremos crear con gran detalle a nuestro personaje, el Inquisidor, en un editor de personajes muy completo que nos permitirá elegir no solo el sexo sino también entre distintas razas, algo que se perdió en Dragon Age 2. A las ya clásicas humano, elfo y enano, se les unirán ahora los impresionantes Qunari.
Uno de los mayores logros ha sido encontrar el equilibrio entre acción y estrategia, una tarea que el estudio canadiense tenía pendiente y en la cual han invertido mucho esfuerzo. La cámara táctica se ha ajustado mejor para adaptarse a las consolas pero también presenta un aspecto fantástico en PC, y en el combate en tiempo real las animaciones parecerán mucho más naturales. El resultado es una jugabilidad más fluida y también más moderna, que satisfará tanto a los que pedían el retorno de la cámara táctica como a los que prefieren un combate más directo como el de la segunda parte.
Skyhold y la Mesa de Guerra son dos novedades que añadirán variedad a un título que promete ofrecernos más de 150 horas de juego. Skyhold será nuestro castillo, el centro de poder de la Inquisición y lugar de residencia de nuestros héroes -algo comparable a la Normandy en Mass Effect 2- que podremos personalizar a nuestro gusto añadiendo nuevas estancias, decoraciones y otras características. Incluso se nos permitirá cambiar el trono donde nos sentaremos. La Mesa de Guerra, por su parte, añadirá un componente estratégico, una especie de mesa de operaciones desde la que controlaremos nuestra influencia en el mundo y expandiremos nuestro poder enviando agentes de la Inquisición a hacer misiones diversas. El poder de la Inquisición tendrá un impacto físico en el mundo, no solo por el hecho de ver como aumentan nuestros seguidores en las ciudades que logramos conquistar, sino reconstruyendo estructuras derruidas para acceder a nuevas zonas o invadiendo castillos que se convertirán en sedes de nuestra organización. En definitiva, la Inquisición será, a efectos prácticos, un personaje más del juego.
Asimismo, Dragon Age Inquisition dispone, por primera vez en la saga, de un modo multijugador. Éste será independiente del modo historia y pondrá a los jugadores en la piel de agentes de la Inquisición. Los fans de la saga se alegrarán de saber, además, que con la aplicación Dragon Age Keep traspasaremos las decisiones que hayamos tomado en las anteriores entregas a Dragon Age Inquisition. De este modo, algunos aspectos del mundo variarán dependiendo de qué caminos tomásemos en Dragon Age Origins y Dragon Age 2. Una propuesta muy interesante teniendo en cuenta que muchos de nosotros hemos invertido muchas horas creando nuestro propio mundo dentro del universo de Dragon Age.
Dragon Age Inquisition parece ser el final de un largo camino, la culminación de muchos años de autocrítica y aprendizaje pese a tener un currículum excepcional. Sobre el futuro de la saga, el productor nos responde: "Sabemos hacia donde queremos llevar la historia pero queremos ver cómo le va a Inquisition y cómo lo reciben los jugadores. Queremos saber lo que les gusta y lo que no les gusta" […] Pero ahora mismo estamos muy cansados y lo único en lo que podemos pensar es en tomarnos unas buenas vacaciones". Y bien merecidas, pues el título que se han traído entre manos durante los últimos cuatro años es de una magnitud titánica. Dragon Age Inquisition tendrá todo lo que le puedes pedir a un RPG: un mundo inmenso lleno de posibilidades, una historia interesante, personajes complejos y la mezcla perfecta entre acción y táctica. Promete, ¿verdad? Ahora viene lo bueno, ahora toca jugarlo a fondo…