¿Qué te llevarías a una isla hawaiana? La oferta de Atari es clara: 125 vehículos de lujo y muchas ganas de mostrar a la comunidad quién es el que más corre del mundo. Tras el verano, las carreras se trasladan a una paradisiaca isla de Hawai.
La serie Test Drive se inició en el mundo de los videojuegos allá por el año 1987. En aquella época destacó por su carácter de simulador y por su espectacular apartado técnico en Atari ST, diferenciándose así de otros juegos de carreras de estilo completamente arcade. Hoy la serie Test Drive regresa aportando de nuevo un carácter diferenciador respecto a otros juegos de carreras, que se define así mismo con las siglas M.O.O.R, Massively Open Online Racing.
Frente a otros videojuegos del mismo género de la talla de Project Gotham Racing 3 o la serie Need for Speed, la baza que nos ofrece Test Drive Unlimited es que a través de la conexión a Internet, podamos experimentar las carreras en un mundo persistente, en el que se han cuidado al máximo todos los detalles, para que el jugador se vea inmerso creando su alter ego en la isla de Oahu, Hawai.
Vehículos de lujo y personalizados
Aunque en el mundo de Test Drive Unlimited no todo serán carreras; la apuesta por la personalización del personaje y el tuning del vehículo eran cita obligada en estos tiempos que corren.
Empezaremos por la creación de un personaje que nos representará en ese mundo, y al que podremos definirle unos parámetros como por ejemplo, la ropa que llevará puesta. Luego trataremos con los vendedores de coches de los diferentes concesionarios de la isla, y si tenemos suficientes créditos, compraremos el coche con el que iniciaremos nuestra aventura en la isla
Destaquemos también que en esta entrega de la serie se ha cuidado muchísimo el aspecto de los coches, aprovechando en este apartado la potencia de la Xbox 360 para reproducir hasta el más mínimo detalle de la carrocería.
El detalle ha llegado también a los interiores de cada coche, hasta el punto de que cuando adquirimos nuestro vehículo, podremos elegir según los créditos de que dispongamos, como será su interior. Y para que la experiencia sea completa, no sólo los interiores se podrán personalizar, sino que también podremos visitar los concesionarios para comprar piezas exclusivas de mecánica, que nos añadirán esos caballos que nos faltan para dejar atrás a otros conductores, y por qué no, de carrocería, para marcar nuestro propio estilo frente a los adversarios.
Velocidad en una bella isla hawaiana
Cabe mencionar sin embargo que en general el apartado técnico no parece explotar al máximo el hardware de Xbox 360. La sensación de velocidad es brutal y la ambientación o gráficos del juego en términos generales son preciosos, especialmente todo lo relacionado con la vegetación, moviéndose el conjunto con gran suavidad; a excepción de ciertos y puntuales momentos, en los que hace su aparición un pequeño popping o movimiento brusco en pantalla de algunos objetos o texturas, aunque es de esperar que sea solucionado en la versión final.
La física del juego está a cargo del motor Havok, lo que nos asegura credibilidad en los accidentes, aunque nuestro coche, tampoco en esta ocasión, llegue a deformarse.
La versión online que probamos funcionó perfectamente, no mostrando signos de latencia a pesar de mover tantos jugadores en un terreno tan amplio.
Y para aquellos jugadores que no tengan cuenta en Xbox Live, Test Drive Unlimited da la opción de un desarrollo offline, aunque desde luego la experiencia no es comparable.
Con semejante despliegue notable de medios, y con más de 1600 KM de carreteras en la isla de Oahu, Hawai espera este año la llegada de Test Drive Unlimited, para que esta vez si, y en la nueva generación, nos unamos a la comunidad online sin excusas y podamos demostrar literalmente al mundo, quien es el más rápido.