Uno de los videojuegos más impactantes del actual E3 ha sido Resident Evil 5. Dotado de un apartado gráfico espectacular, y con una ambientación espeluznante, lo nuevo de Capcom tiene visos de convertirse en uno de los mejores videojuegos de la saga.
El Electronic Entertaining Expo de este año ha servido entre otras cosas para dar a conocer al público masivo el aspecto más puramente in-game de Resident Evil 5, uno de los títulos que más expectación levantan del catálogo Next-Gen.
Chris Redfield y su joven compañera, Sheva, se enfrentan juntos a la amenaza del virus en África, donde según sus creadores comenzó la infección. Un control y una perspectiva que siguen de cerca los estándares de la cuarta entrega son los principales aspectos de la faceta jugable en la que profundizaremos en este avance.
El Chamán
Al igual que Leon en Resident Evil 4, Redfield se maneja con un sistema poco habitual en el género de la acción, pero que es santo y seña de la saga, y que crea un sentimiento de angustia notable. El procedimiento es el de que para apuntar con un arma y para desplazarse se emplea la misma palanca del pad, lo cual nos obliga a estar parados siempre que deseamos abrir fuego.
Por lo demás los controles también responden a patrones idénticos, con un botón para correr, otro para girar 180º y el botón de acción que emplea un sistema contextual que tan pronto nos permite recoger un arma del suelo como acuchillar a un enemigo.
Por su parte el botón superior del mando, la Y en caso de emplear una Xbox 360 y el triángulo para PlayStation 3, se usa para abrir el menú del inventario. A los objetos se accede de forma diferente a entregas anteriores, dibujándose sobre la pantalla en un menú semitransparente más vistoso y ágil que los de antaño.
Finalmente queda el mecanismo para llamar a nuestra compañera, la ya mencionada Sheva, que al accionarse le obligará a acercarse a nosotros. Si ésta cae bajo las amenazadoras manos de nuestros enemigos, solicitará nuestra ayuda con gritos y con un mensaje en pantalla que nos advertirá de la delicada situación.
Una vez cerca de ella podemos llevar a cabo diferentes acciones cuerpo a cuerpo que la aparten de los zombies, para no arriesgarnos con un disparo que podría no ser certero. Redfield, por si fuera poco, dispone de un buen puñado de acciones en forma de patadas y puñetazos que dejan en ridículo el escueto abanico de golpeos de su predecesor. Patadas bajas, altas, puñetazos y uppercuts se cuentan entre la nutrida oferta de movimientos del nuevo protagonista.
No obstante también podremos ser nosotros los que solicitemos la ayuda de nuestra compañera, ya sea como hemos mencionado como refuerzo para acabar con enemigos, o incluso para requerir de sus conocimientos de medicina y curación.
En definitiva parece que Resident Evil 5 corrige y aumenta la fórmula de su predecesor, convirtiéndose en un firme candidato para ser uno de los grandes lanzamientos del 2009. Su atmósfera opresiva está acentuada por una dirección artística sensacional y un apartado gráfico prodigioso, y la jugabilidad frenética y desasosegante de la saga parece que volverá a hacer acto de presencia en su quinto episodio. Posiblemente un grande en ciernes que mejora a un ritmo increíblemente brillante en cada nuevo visionado.