Razor's Edge es lo que Ninja Gaiden 3 debió ser. Es la forma que ha tenido Team Ninja de redimirse ante los usuarios. Vitaminado, más difícil, más jugable y con un montón de extras que devuelven el honor al ninja más letal de los videojuegos.
Normalmente, las reediciones de videojuegos no se ven tan mejoradas como los homólogos Montajes del Director en el cine, pero el caso de Ninja Gaiden 3 es especial. Tanto, que en ocasiones uno no puede creer cómo puede pasar por los mismos escenarios y ver un juego prácticamente distinto.
Razor's Edge ha retocado todos los errores que se le echaron en cada en su lanzamiento en marzo del presente año. El primero y más importante, su estilo de juego, que requería de ritmo, técnica, nervios de acero y volver a intentarlo una y otra vez sin rendirte para superar algunas fases o jefes finales. Mientras que la edición original resultaba un paseo por las primeras fases del juego, con unos enemigos que parecían esperar a recibir el golpe (el argumento clave de los defensores de Ninja Gaiden contra los de Devil May Cry), Razor's Edge no se corta a la hora de presentarnos hordas de oponentes mucho más ofensivos, con una IA más que retocada para ajustarse a la nueva puesta a punto.
Esto cambia totalmente el ritmo de juego. Bloquear, contraatacar y esquivar vuelve a ser necesario, y no solo una floritura para quien hubiera dominado las entregas anteriores. La respuesta a los mandos vuelve a ser todo lo ágil que vimos, al menos, en Ninja Gaiden II, y además contiene un buen puñado de novedades que son mucho más que meros extras.
Al filo de la cuchilla
Razor's Edge parece ser consciente que tiene trabajo doble por hacer: por un lado, contentar a aquellos que jugaron a la tercera entrega y no quedaron del todo satisfechos; y por otro, atraer a aquellos que tras las críticas no se terminaron de decidir. Para todos ellos hay algo en esta edición de Wii U. Los más puristas probablemente se contenten con volver a tener esa dificultad de la serie y esa buena sensación a los controles, a lo que se suma la inclusión de las armas alternativas a la espada del dragón, como las cuchillas, la guadaña, el báculo lunar, la doble espada, las Kusari-Gama o la Nanigata. Algunas de ellas vistas a través de DLC y muchas otras exclusivas de esta versión Wii U.
Además, para aquellos que recorrer de nuevo el juego con nuevas armas y un nuevo estilo no sea suficiente, el Team Ninja ha añadido un puñado de horas más con la inclusión de nuevos niveles protagonizados por Ayane, que se entremezclan en la historia principal y que poseen su propio estilo de juego, con nuevas animaciones y movimientos para las armas de la luchadora de Dead or Alive. No os creáis que es un simple añadido con algo de "fan-service", sino que es igual de desafiante que la campaña de Hayabusa, con peleas y jefes finales muy difíciles de superar. También podremos jugar con Ayane la campaña principal, una vez finalizado el juego. Y, para los que se lo estén preguntando, sí, podremos mover el mando para comprobar las "físicas" de la protagonista femenina.
¿Aún tienes ganas de más? Como el propio Yosuke Hayashi confirmó en un Nintendo Direct, tendremos dos personajes femeninos más que podremos descargar gratuitamente, simplemente conectando la consola a Internet: Momiji, conocida de la propia serie con la que ya pudimos jugar en Ninja Gaiden Sigma 2; y Kasumi, una nueva incorporación también de la franquicia Dead or Alive. En la versión que hemos jugado no hemos podido probarlas en acción, aunque se espera que podamos jugar la aventura completa con las dos nuevas protagonistas.
Honor de Ninja
Todo en Razor's Edge ha sido retocado para obtener un sistema mucho más dinámico. El sistema de karma ahora nos permite mejorar nuestras habilidades siendo recompensados a la vez según nuestra actuación. ¿Cómo? A través de un menú donde tendremos movimientos clásicos como la Golondrina o los diferentes niveles de fuerza del arma, y otros nuevos como la meditación, que nos permitirá curarnos a costa de magia en cualquier momento (si es que nuestros enemigos nos dan un respiro).
Donde menos ha cambiado Ninja Gaiden 3 es en lo visual. Los escenarios siguen siendo exactamente los mismos que en la entrega original, con la excepción de los de Ayane, completamente nuevos, aunque utilizando los entornos que recorremos con Ryu. Su mayor falta quizá son los acusados dientes de sierra, mucho más notorios que en la versión anterior y que, por alguna razón, no se han cuidado a la hora de realizar el port. Aun así, se han aplicado mejoras importantes como la optimización de la resolución y los frames por segundo. Pese a esto, el apartado gráfico no es lo más notable para la época de la generación en la que nos encontramos, con algunos escenarios bastante oscuros, modelados algo simples y con repetición de animaciones, y poco detalle en las texturas. Es un Ninja Gaiden, claro está, y no es lo más importante a la hora de atravesar los escenarios espada en mano. Lo que sí puede llegar a ser más molesto son las ralentizaciones que se pueden llegar a producir en algunos momentos puntuales, cuando hay muchos enemigos en pantalla y Ryu se desliza entre ellos cortando brazos y piernas por doquier. Veremos una buena caída de frames durante un par de segundos, pero afortunadamente ocurre en momentos muy puntuales, al menos en las varias horas que hemos jugado a su campaña principal.
Razor's Edge ha redimido al Team Ninja en muchos aspectos, demostrando sobre todo que son conscientes de los fallos de la entrega original, y creando una versión muy superior en todos los sentidos. Además, en lo que respecta a Wii U, hemos podido constatar que el GamePad se comporta perfectamente con un hack 'n' slash que requiere de buenos reflejos y no tiene por qué ser más cómodo disponer del mando Pro para jugar en altos niveles de dificultad (así que estad tranquilos para Bayonetta 2). De hecho, el Team Ninja ha creado un buen sistema utilizando botones táctiles a la vez que normales, con lo que en ningún momento se entorpece la acción en mitad del combate, y a su vez podemos manejarnos mejor en la pantalla táctil cuando pausemos el juego. Toda una declaración de intenciones para volver a recuperar algo de confianza en el ninja más letal de los videojuegos por parte de los aficionados.