De las mentes de un equipo de auténticas estrellas de la industria del videojuego surge el espectacular Dishonored de Arkane Studios. La industria de los videojuegos es tomada por las armas por un nuevo shooter, uno que es sobrenatural y fascinante y que tiene mimbres para pisar con fuerza en 2012.
Un videojuego sobre la violencia brutal pero en que al mismo tiempo podemos superar sin matar a nadie. Así es como definen los chicos de Arkane Studios a su nuevo proyecto. Tras labrarse un nombre con el fantástico Dark Messiah of Might & Magic o Arx Fatalis, este estudio joven se enfrenta al más ambicioso de sus trabajos con Dishonored: Un juego para PC, Xbox 360 y PlayStation 3.
Una aventura en pos de la redención que ofrecerá a los aficionados infinidad de formas de acercarse a las misiones y en las que el componente shooter, el sigiloso e incluso el sobrenatural se darán cita en un complejo cóctel. Acción y reacción para diseñar claramente nuestro propio estilo de combate en un videojuego que tiene tantas referencias como ganas de triunfar.
Licenciado con Deshonor
Cuando juntas a diseñadores que tienen en su currículum videojuegos tan relevantes como Deus Ex o Half-Life 2 es imposible que tu proyecto no levante una expectación muy importante. Bethesda Softworks ha estado convenientemente atenta a la circunstancia y se ocupará de la distribución del nuevo proyecto de Arkane Studios.
Dishonored es un título desconcertante por momentos, un juego extraño que no quiere imponer limitaciones sobre los usuarios, y que busca sorprender a los aficionados a los shooters. Las comparaciones a nivel conceptual con Bioshock han perseguido al juego desde su anuncio, no obstante lo que sus responsables pretenden conseguir va mucho más allá de los encorsetados muros de Rapture y de las limitaciones a la hora de simultanear poderes por parte de su protagonista.
¿Cómo se consigue esto? Principalmente con la técnica de desarrollo de Arkane, que simultanea la incorporación de nuevos poderes para el personaje con la constante evolución en el diseño de los niveles para sacar el máximo partido de todas estas capacidades del protagonista.
"Dishonored es un juego en el que el núcleo del combate del sigilo se complementa con el montón de poderes que el usuario tiene en sus manos y que encajan conjuntamente muy bien", ha declarado Harvey Smith, co-director del proyecto, en una reciente entrevista con el magazín GameInformer. "Una de nuestras principales creencias es que no debes proteger al jugador demasiado de ver algo extraño. En su lugar, es mejor darle poderes para que pueda hacer las cosas en el modo en que desee hacerlas, y no en el momento adecuado o en un encuentro particularmente scriptado, de modo que no planeamos las cosas que son divertidas en nuestros juegos".
Así pues en el juego seremos un asesino con poderes mágicos, un agente especial que llevará a cabo diferentes encargos en un mundo retrofuturista caracterizado por una incipiente revolución industrial, y en el que viviremos en clave de sigilo unos acontecimientos tras los que rápidamente descubriremos que se esconde una conspiración mucho mayor.
A este concepto narrativo hay que sumar una dirección artística inusualmente oscura y deprimente, pero muy acertada. Los primeros minutos del juego los pasamos, literalmente, entre muertos: Con pilas de cadáveres arrojados al río, con ejércitos tomando las calles por la fuerza y con una urbe arrasada por una plaga que ha diezmado a la mitad de su población por el momento. La ciudad de Dishonored, la ficticia Dunwall, recuerda mucho a la Ciudad 17 de Half-Life 2, pero tiene un genial toque del Londres del siglo XVI que le aporta enorme personalidad a la estética del videojuego.
¿Acción, Sigilo o Pacifismo?
En el juego mostrado a la prensa se ha podido ver, de hecho, cómo de alguna manera el planteamiento de base es muy similar al de Bioshock. Con la mano derecha emplearemos un arma, en las fases mostradas a la prensa un cuchillo, y con la izquierda utilizaremos los poderes del protagonista. Hemos podido ver efectos tan curiosos como los de detener el tiempo para los enemigos o incluso hacerlo sobre balas que nos disparen, y también cómo el protagonista puede tomar posesión de cualquier personaje que veamos en pantalla: incluyendo civiles o animales (sobrecogedor el viaje por el escenario en el pellejo de una rata).
Esto va mucho más allá del mero ingenio a la hora de crear los poderes, y es que permite también unas aplicaciones con éstos cuyo único límite estriba en la imaginación del usuario. ¿Por ejemplo? Si pausamos la acción justo en el momento en el que un oponente dispara su arma contra nosotros podemos poseerle y situarle en la trayectoria de ésta, haciendo que cuando la acción se vuelva a poner en marcha le impacte y acabe con su vida.
El escenario, por si fuera poco, ofrece enormes posibilidades, con un entorno de enorme personalidad. No hay luz eléctrica en el siniestro futuro de Dishonored, pero los inventos de Nikola Tesla parecen haber inspirado muchos de los ingenios que veremos en el videojuego. El Dunwall de aspecto victoriano en el que nos moveremos tiene algunos aparatos de corte aparentemente eléctrico, pero todos ellos están más orientados hacia la electricidad como elemento punitivo en mayor medida que a su faceta iluminativa o de potencia.
Esta enorme población brinda además la posibilidad de descubrir todo el potencial del juego en cuanto a su libertad. Hay una serie de objetivos centrales, sí, pero podemos investigar el mundo que nos rodea a nuestro libre albedrío: Descubriendo incontables pruebas de la tiranía de su gobierno, así como herramientas de las que podremos sacar partido para mejorar nuestro arsenal (planos, ítems, etcétera...).
No obstante lo mejor de Dishonored en el sentido de su libertad es su capacidad para interactuar con los NPCs en particular y con la historia en general. De nuestras acciones dependerá nuestra aceptación entre el resto de personajes (pudiendo ser apoyados por unos y traicionados por otros, por ejemplo). Además siempre podemos escoger un camino pacífico para llevar a cabo nuestros propósitos, algo muy lógico teniendo en cuenta que hay gente importante de Deus Ex detrás del proyecto. Habrá muchos finales diferentes en función de nuestras acciones, pero lo mejor de todo será comprobar por nosotros mismos cómo damos forma a su mundo con nuestras decisiones.
Dishonored se pondrá a la venta en PC, Xbox 360 y PlayStation 3 en un momento todavía por determinar del próximo año 2012. Pasaremos los próximos meses desgranando poco a poco todos los elementos de esta aparentemente genial y al mismo tiempo inclasificable y apasionante aventura.