Ataque inteligente, un sistema de regates completo, control al primer toque, evolucionado sistema de físicas, lanzamientos de falta tácticos, reformas en el modo carrera, minijuegos para mejorar la técnica... FIFA 13 nos muestra su pretemporada desde su cuna, Vancouver (Canadá), para demostrarnos su gran característica para este año: un carácter impredecible. El fútbol más real lo prepara EA Sports.
No vamos a sorprender a nadie si decimos que la calidad de la serie FIFA ha sido incontestable durante los últimos cinco años, alcanzando con cada temporada un nuevo nivel en lo que a simulación futbolística se refiere. Gracias a una apuesta decidida por la nueva generación de consolas, EA Sports supo imponerse sobre la competencia desde el pitido inicial, y quiere seguir así hasta que termine el partido que libra en lo que se refiere a Xbox 360 y PlayStation 3.
Para ello, sólo le hace falta seguir confiando en su formidable sistema de juego, puliéndolo si cabe año tras año. Eso es lo que se persigue otra vez en FIFA 13, pero con una potente innovación. Una vez superado el escalón de crear un videojuego divertido y que retransmitiera las sensaciones de un deporte como el fútbol, quedaba todavía lo más importante: añadir su carácter impredecible.
El fútbol real
En efecto, para este año los canadienses se han marcado como meta lograr un juego donde nunca esté todo dicho, desde un gol inesperado hasta el más mínimo pase. Todo para apoyar al espectáculo, haciendo que todo sea más real, y al mismo tiempo más emocionante sobre un terreno de juego en continua evolución, donde existan más oportunidades para anotar tantos. Todo gracias al paquete de novedades que los desarrolladores han integrado a este nuevo FIFA, que está muy lejos de parecer una mera copia con respecto al anterior, siguiendo así la senda establecida desde la edición del pasado año 2008.
La primera de las introducciones es el conocido como ataque inteligente, un complejo sistema de inteligencia artificial que básicamente consigue abrir espacios sobre la cancha, de forma que surjan más oportunidades de ataque con las que abrir la defensa del adversario. Y lejos de la teoría, lo cierto es que se nota, con compañeros que se desmarcan mejor, creando situaciones de ataque al tiempo que descolocan al equipo contrario. El fútbol se hace más rápido y creativo con este simple añadido, cargado de poder y efectividad.
Complete Dribbling se presenta como la segunda gran introducción de EA Sports, centrada en darnos el sistema de regates más intuitivo de la saga. Se dice estar inspirado por el jugador Lionel Messi, y lo cierto es que nos ayudará enormemente a superar al resto de futbolistas practicando el uno contra uno. Esto es algo que apreciaremos sobre todo al apretar ambos gatillos al mismo tiempo mientras manejamos el "stick": un desfile de toques precisos vendrán a nuestra pantalla, para darnos movilidad de 360 grados, mayor flexibilidad, capacidad de proteger el balón y hasta de salir disparados en salidas explosivas hacia el área.
Sin embargo, si tenemos que destacar a un elemento sobre el resto, ese es el control al primer toque, que va un paso más allá en la misión de conseguir que cada día los jugadores se sientan más despegados del balón. Esto elimina de un plumazo el control perfecto por parte de los futbolistas en el videojuego, de forma que se cree incertidumbre tanto cuando manejan como cuando reciben la pelota. Dicho de otra forma, todo dependerá del contexto: de la velocidad y de la trayectoria del esférico.
Para explicarlo mejor, basta con hacer alusión a situaciones del fútbol real donde un jugador erra al recibir un balón o simplemente falla al controlar con el pecho, perdiendo la posesión contra el equipo rival. Esto es algo que ocurrirá constantemente en FIFA 13 en función de factores como la trayectoria o velocidad del esférico, que se evaluarán junto a las estadísticas de nuestros jugadores y, por supuesto, a la destreza con el mando. Sin duda, nos encontramos ante el elemento del título que creará más incertidumbre en los usuarios mientras juegan, algo imprescindible para entender esta nueva entrega.
No se queda atrás el Player Impact Engine, el sistema de físicas y colisiones que, según EA Sports, ha sido fuertemente reformado para la ocasión (se habla incluso de "segunda generación"). En la práctica, se materializa en un motor que da lugar a un juego más físico, donde los forcejeos entre futbolistas resultan importantísimos si es que deseamos ganar la posición o gozar de más oportunidades para recuperar el cuero.
En este sentido, nos gustó ver situaciones del fútbol real manifestadas en el videojuego, como la posibilidad de realizar obstrucciones (que probablemente acaben pitadas como falta, pero que resultan muy útiles). El tamaño y fuerza de los jugadores resultan importantes y decisivos en este nuevo FIFA, agudizando las diferencias entre, por ejemplo, conjuntos tan dispares como Alemania -con jugadores más voluminosos- o la propia selección española.
La última de las novedades centradas en la jugabilidad la encontramos en los reclamados lanzamientos de falta tácticos. Supone una herramienta más en pos de conseguir que FIFA 13 resulte impredecible a efectos jugables, y para ello nos da la oportunidad de colocar hasta a tres jugadores detrás del balón, realizar amagos de disparo y hasta practicar pases ensayados con los que despistar a oponentes. Asimismo, si defendemos podremos añadir o sustraer jugadores de la barrera, así como enviar a un jugador sólo dedicado a interceptar el disparo rival.
Carácter impredecible
Con todos estos añadidos será muy difícil tener dos partidos iguales, y es que habrá otro actor que se sumará a esta impredecibilidad: los árbitros. No se han hecho más severos, tampoco más justos. Tendrán errores, pero también sabrán dejar seguir el juego. En general, se comportarán de una manera mucho más real, resultando muy humanos, tal vez como nunca los habíamos visto en un juego deportivo. Si eso es bueno o malo dependerá del día, y eso nos gusta, ya que tan pronto estaremos tirándonos de los pelos como alegrándonos por un penalti poco riguroso a nuestro favor. El fútbol es así, y EA Sports lo plasma tal cual aquí.
500 clubes licenciados oficialmente y más de 15.000 jugadores completan las características de la obra, la cual posee no obstante una última gran remodelación a citar. El Modo Carrera, en efecto, sufre importantes novedades, añadiendo carácter internacional con partidos amistosos, de clasificación y torneos al frente de nuestra selección. Si jugamos como entrenadores, se nos podrá llamar para dirigir a cualquier conjunto nacional; mientras que si lo hacemos como futbolistas, deberemos esforzarnos para que nos convoquen (y posteriormente cumplir, por supuesto).
En definitiva, la experiencia se expande, haciendo que el ámbito de club y el internacional convivan en esta modalidad. Para ello, habrá disponibles cesiones de jugadores, al mismo tiempo que un sistema de transferencias remodelado, con valores del mercado real y hasta contraofertas (para hacerlo todo más verosímil si cabe). Así, podría darse el caso de que dos equipos luchasen por el mismo jugador.
Los malos entrenadores podrán ser despedidos a mitad de temporada en FIFA 13, que también destaca por integrar el conocido como EA Sports Football Club, algo así como una red online de clubes donde podremos competir contra otros rivales para llevar a nuestro equipo favorito hasta lo más alto de las tablas de "rankings". Aparte, tendremos cantidad de desbloqueables (paquetes de celebraciones, potenciadores, etc.) y alicientes (como retos basados en el mundo real) para seguir jugando. Tendremos una aplicación para iPhone desde la que gestionar nuestro conjunto.
Entre tanto partido, será importante no perder el ritmo, y por ello los desarrolladores también nos darán los conocidos como "skill games", una modalidad individual centrada en la práctica de técnicas futbolísticas, desde el pase y el regate hasta los disparos a portería. Y no os penséis que es un divertimento de pocos minutos. Tendremos hasta 32 minijuegos, con pruebas elaboradas y divididas cada una de ellas en tres categorías de dificultad creciente (bronce, plata y oro).
Golpear dianas colocadas entre los tres palos, colar balones en tubos o pasar entre banderines a toda velocidad (mientras el crono nos contempla) son algunas de las opciones de estas interesantes pruebas. Y es que no resultarán sólo interesantes por el hecho de que nos ayuden a dominar el juego, sino también por su carácter competitivo y adictivo, capaz de hacernos desbloquear logros, así como ganar trofeos y experiencia. Adicionalmente, podremos comparar puntuaciones con nuestros amigos. Poco más se puede pedir.
O tal vez sí. FIFA 13 vendrá con soporte para Kinect. Sabemos que esto siempre resulta polémico, pero parece que la compañía no quiere experimentos arriesgados. En su lugar, se limitará a emplear comandos de voz (para las tácticas), a determinadas órdenes de entrenador y a, puede que lo más divertido, dar "feedback" al árbitro del partido. Presentimos que más de uno deberá desconectarlo si no quiere hacer colección de tarjetas.
Sin embargo, las versiones de Xbox 360 y PlayStation 3 no fueron las únicas mostradas a la prensa. La versión de PC estaba igualmente presente, sin grandes diferencias gráficas. Se nos dieron los requisitos mínimos (Core Duo 2 a 2,4GHz, dos gigas de RAM y una tarjeta gráfica de 256 MB que soporte Shader Model 3.0), pero sobre todo se nos desveló que este año se integra el control mediante teclado y ratón. No se trata de un detalle banal, menos cuando se nos va a permitir arrastrar a jugadores o marcar a delanteros con un simple clic, practicando una jugabilidad similar a la que se estrenará en Wii U (versión de la que os hablaremos en unos días).
En resumen, esta edición de la reputada serie FIFA promete cambios, no probablemente un número de ellos desorbitado, pero sí unos con voluntad decidida para seguir mejorando el fútbol de EA Sports. El próximo 28 de septiembre veremos desde el propio terreno de juego y en directo si esta temporada resulta ser tan emocionante e impredecible como parece.