Arthas, Kerrigan, Diablo y otros tantos héroes y villanos nacidos de manos de Blizzard se dan cita en este ambicioso MOBA, que al fin hemos tenido la oportunidad de probar. Muy directo, con un frenético ritmo de la acción y mucho, mucho potencial, un nuevo contendiente se suma a la lucha por el trono de este género. ¿Lo alcanzará?
StarCraft, Diablo y Warcraft. Tres franquicias que no requieren de presentación alguna. Tres sagas de enorme éxito que al fin, como si del mejor de los sueños se tratara, se reúnen bajo un mismo título con el objetivo más difícil de todos: abrirse hueco en el complicado mercado de los MOBA, copado por dos auténticos fenómenos de masas como son League of Legends y DOTA 2… más otras tantas decenas de títulos de calidad con planteamientos de juego, en ocasiones, bastante novedosas y originales.
Así que la pregunta está clara. ¿Qué ofrece Heroes of the Storm que no hagan sus competidores? Por un lado, salta a la vista, contar con los héroes y villanos de tres series tan emblemáticas como las de Blizzard; que no es poca cosa. Pero en este género no basta con tener un buen diseño gráfico o un apartado técnico de órdago para alcanzar el éxito. Eso, a fin de cuentas, es lo de menos. Lo que de verdad marca la diferencia es la capacidad para atrapar a los jugadores con los desafiantes duelos por equipos que propone. Y en este caso, aunque todavía nos encontramos ante una versión alfa muy prematura con muchos aspectos por mejorar, la cosa promete y mucho.
Guerra sin cuartel
Bastante más rápido y directo que sus competidores en lo que se refiere al ritmo de la acción, sobre el papel Heroes of the Storm se presenta como un MOBA bastante tradicional que, sin dejar de lado prácticamente ninguno de los elementos clave que definen a este género, sí trata de desmarcarse con un estilo jugable bastante más amigable para los nuevos jugadores. Y se nota, la verdad. Porque ya desde el primer minuto de juego nos veremos repartiendo estopa en intensas y muy emocionantes partidas 5 vs 5 en las que todo girará en torno al combate.
Tanto es así, que incluso iniciaremos la partida con todas nuestras habilidades ofensivas activas, a falta del demoledor ataque final propio de cada personaje que desbloquearemos una vez hayamos subido un par de niveles. ¿Supone esto acabar con el componente estratégico que define al género? Para nada. Porque aún seguimos teniendo un gran control sobre el proceso de personalización de nuestro avatar, al que podremos especializar en diversos estilos de lucha en base a los talentos que seleccionemos con cada cierta subida de nivel.
Aumentar el daño de nuestros ataques, incrementar la resistencia o salud del personaje, potenciar ciertas habilidades defensivas, de apoyo… con cuatro arquetipos de héroe a nuestra disposición (guerrero, apoyo, asesino y especialista) la sensaciones con Heroes of the Storm no podían ser más satisfactorias. Y es que cada personaje, incluso dentro de una misma categoría de guerrero, presenta estilos de combate tan diferenciados que es todo un gustazo ir probando sus habilidades en el campo de batalla. ¿Lo mejor? Que además están perfectamente caracterizados, actuando tal y como lo harían en sus propias sagas, con ataques, frases y movimientos especiales realmente espectaculares.
Tassadar protegiendo estructuras y aliados con escudos, Zeratul y Ghost masacrando a los rivales desde las sombras, Raynor convocando al campo de batalla la imponente nave espacial Hyperion, el médico brujo de Diablo III invocando arañas, sapos venenosos y un temible espectro… Cada personaje es un mundo y todos ellos son espectaculares, lo que se agradece una barbaridad. Y es que hasta nos hemos encontrado con personajes totalmente volcados en la defensa de nuestro palacio, centro de poder que debemos proteger a toda costa mientras tratamos de derribar el del bando contrario, como Abathur de StarCraft, quien podrá sembrar el campo de batalla de minas orgánicas, o situar a sus esbirros sobre edificios y demás para golpear con mayor ferocidad a los enemigos.
Creando al guerrero perfecto
Las sensaciones con el sistema de combate son bastante buenas, en el sentido de que tardaremos muy pocos minutos en controlar todas las mecánicas de juego de Heroes of the Storm. La lucha contra los esbirros enemigos, la destrucción de torres y muros, la búsqueda de aliados en la "jungla", donde podremos obtener el apoyo de mercenarios y criaturas especiales si previamente las hemos derrotado… todo en esta obra de Blizzard mantiene la esencia de los MOBA más tradicionales, pero con un prisma de la acción más directo y asequible, para que nadie se quede sin disfrutar de este género tan apasionante.
Detalle que también se ve perfectamente reflejado en la ausencia del tradicional "último golpe", que en otros títulos de corte similar premia con oro y experiencia al jugador que acaba con la vida de un rival, sin importar si el resto de usuarios han participado en esa lucha. En Heroes of the Storm, todo el equipo gana la misma experiencia conforme se acaba con los esbirros y héroes del bando contrario, por lo que incluso si somos condenadamente malos y no abatimos a ningún enemigo, progresaremos y mejoraremos nuestro nivel de experiencia junto a nuestros aliados. Detalle que nos gusta muchísimo porque ahora más que nunca se potencia el juego en equipo; el que todos trabajemos a una sin importar en demasía quién es el héroe que más muertes ejecuta –más allá del subidón de ego que da el verse el primero en el ranking-.
E igualmente, como tampoco hay nada que comprar durante la partida porque no existe el equipo de combate que nos permita potenciar determinados atributos, el oro desaparece en las partidas de Heroes of the Storm. ¿Simplifica esto demasiado la acción? Todo dependerá de a lo que estemos acostumbrados, porque quienes ya tengan experiencia en el género podrán echar de menos ese toque de personalización extra que brinda el equipar una espada especial a nuestro héroe, por citar un ejemplo. Pero a su vez, también facilita mucho la entrada de los nuevos jugadores, que desde el primer minuto tendrán totalmente claro lo que hacer: salir a la jungla y pelear sin cuartel contra los enemigos.
También resulta muy llamativo el enfoque más original de las batallas, que incluyen objetivos adicionales que será necesario completar para alzarse con la victoria en las partidas más disputadas. ¿A qué nos referimos? Al poder pagar los servicios de un pirata fantasma para que bombardee desde su barco las edificaciones del bando contrario, convocar al campo de batalla a un poderoso Gólem nacido de los restos de otros seres vivos, e incluso maldecir a todo el equipo contrario para que sus esbirros y estructuras reduzcan a la mitad durante cierto tiempo su nivel de salud y potencia de ataque.
Desde Blizzard prometen que cada mapa tendrá sus propios objetivos y particularidades, siendo necesario conocerlos al detalle para salir airosos. Y es algo que nos ha divertido muchísimo en tanto que cada vez que se activa una de estas misiones extra, la mayoría de héroes pelearán a muerte por superarlas con éxito a sabiendas de que ahí puede estar la clave de la victoria. Por tanto, he ahí otro elemento estratégico que dota a Heroes of the Storm de cierto aire novedoso que a la larga le puede venir bastante bien.
Y es que en líneas generales todo lo visto en esta prematura fase de pruebas nos ha satisfecho enormemente. Cierto es que todavía queda mucho trabajo por delante en lo que se refiere al equilibrado de personajes, que en algunos casos resultan bastante poderosos en comparación con el resto del plantel; o al diseño de la acción, por momentos un tanto caótico. No nos convence tampoco el que sea necesario pagar para desbloquear a todos los personajes del juego, cuando en otros títulos similares los tienes ahí desde el principio. Es verdad que con el oro con el que se nos recompensa en las partidas se pueden comprar, y que hay misiones diarias con objetivos muy concretos destinadas a aumentar nuestras reservas de oro, pero es un detalle que no nos convence del todo.
Si hablamos de los escenarios, estos nos han gustado mucho a nivel estético, pero tal vez son algo pequeños para lo que estamos acostumbrados. Algo que obviamente favorece el que prácticamente desde el principio de la partida los usuarios se enzarcen en durísimas batallas campales.
Combates que a todo esto lucen bastante bien gracias al motor gráfico de StarCraft II, que demuestra funcionar a la perfección frente a este tipo de juegos. El modelado de personajes y estructuras, su buen nivel de detalle, la vistosidad de las habilidades especiales… sin ser un título espectacular en lo técnico, Heroes of the Storm entra por los ojos gracias al buen hacer de Blizzard a nivel artístico. Por no mencionar que es todo un gustazo encontrarse en un mismo juego con personajes de estas tres sagas tan emblemáticas, y que encima estén perfectamente integrados en la acción. Y es que hasta se han tenido en cuenta las frases célebres de estos héroes y villanos, que constantemente nos deleitarán con mensajes lapidarios.
Así pues, aunque todavía queda mucho por delante, las sensaciones con Heroes of the Storm han sido bastante positivas. No sabemos si será capaz de destronar a sus máximos competidores, pero sí tenemos claro que por lo menos vamos a pasarlo muy bien disfrutando de su intensa acción.