Bestia contra humanos. La batalla ha sido exprimida hasta la saciedad en el mundo de los videojuegos, pero estamos seguros de que nunca como en EVOLVE. Los creadores de Left 4 Dead nos presentan su nueva criatura, un "versus" multijugador 4vs1 en el que la cooperación, el equilibrio y la diversión evolucionan como nunca gracias al poder de la nueva generación. ¿Sobrevivirás?
La next-gen va a ser la generación del juego en línea, de la proliferación de propuestas multijugador gracias a la potencia y posibilidades que no nos pudieron dar anteriores máquinas. Turtle Rock Studios, los creadores de los fantásticos Left 4 Dead, quieren dejar constancia de este principio, y la verdad es que se nos ocurren pocos estudios que dispongan de tantas herramientas y talento para hacerlo realidad. Ya nos lo demostraron con los títulos que publicaron junto a Valve. Ahora tendrán la oportunidad de repetir hazaña. Aunque, eso sí, esta vez sin zombis… y bajo el amparo de 2K Games, encargada de respaldar el proyecto.
EVOLVE parte del concepto cooperativo que viene defendiendo la compañía estadounidense desde su fundación, con cuatro protagonistas compartiendo una feroz lucha por la supervivencia… ahora con la novedad de que se enfrentan a un quinto usuario. La mayor distinción del programa es su planteamiento 4vs1 en entornos vastos, sólo posibles con la tecnología más actual, que nos ponen a combatir en una de las experiencias más equilibradas que hemos probado en los últimos años.
La demostración dada a la prensa recientemente no dejaba lugar a dudas: va a ser un juego no sólo divertido, sino también una experiencia de calidad. Ejecutado para Xbox One, PS4 y PC, el lanzamiento -previsto para finales de año- tendrá campaña, pero su núcleo está claramente en la vertiente online, con cuatro jugadores manejando a los cazadores y uno más bajo el papel de la bestia. Así es el modo "hunt", uno que nos dejó comprobar los cimientos sobre los que está construido el título: tensión, supervivencia, libertad de acción, disparos, unas pinceladas de estrategia y mucha diversión.
Cacería evolucionada
Uno de los aspectos que más impresionan de EVOLVE es lo masivo de sus entornos. Gracias a la cuarta generación del motor CryEngine, los mapas generados son enormes si los comparamos con las experiencias multijugador más clásicas. Y lo mejor de todo es que la velocidad de desplazamiento de los personajes (tanto de los exploradores como del monstruo) está acorde a dichas proporciones. De hecho, podemos usar una mochila a reacción -de energía limitada pero autorecargable- para elevarnos y movernos a una velocidad que, en nuestra opinión, resulta idónea.
Lo mismo ocurre con el descomunal enemigo controlado por el quinto usuario, en este caso un Goliath de largas zancadas y con la habilidad de escalar casi cualquier superficie. La verticalidad se añade a la extensión del mapeado para que las estrategias afloren, siendo posible realizar emboscadas tanto desde uno como otro bando. No son pocos los detalles existentes a este respecto, con la opción rastrear a los humanos a modo de sónar, o de seguir las huellas de la bestia en el papel de los cazadores.
Durante la partida organizada durante un reciente evento en Londres, descubrimos uno de los decorados, una región boscosa con una extraña fábrica central. Hay todavía muchos datos por conocer relativos al número de mapas y de bestias (tendremos variedad ante todo), pero por esta toma de contacto la principal idea que extrajimos fue que Turtle Rock ha apostado casi de forma enfermiza por el equilibrio jugable. Da igual de qué lado te pongas: las fuerzas están tan igualadas que realmente lo que marca la diferencia es la compenetración que exista.
Un 4vs1 muy equilibrado
Aquí es donde entramos en la verdadera razón de ser de EVOLVE. No hace falta decir que como monstruos tendremos un cuidado repertorio de habilidades (las podemos escoger antes de iniciar partida). Lanzar rocas gigantes, realizar aplastamientos con el puño o escupir llamas son algunos de ellas. Incluso podremos evolucionar, cazando y alimentándonos de animales para hacernos aún más poderosos.
No obstante, la parte más interesante la encontramos en los cazadores. Hay cuatro clases, cada una con una labor en la contienda. El "trapper" se encarga de ralentizar al monstruo con un arpón, así como de generar campos de fuerza que lo retengan temporalmente dentro de un área. El tipo "support" posee un arma láser para perforar la armadura enemiga, así como un dispositivo que hace al grupo invisible durante unos segundos (indispensable para actuar con el factor sorpresa como aliado). Por otra parte está "medic", directo responsable de mantener con vida al grupo, ya sea con la pistola médica o con un especie de generador que cura a todos los aliados cercanos. No, la barra de salud no es autorrecuperable.
Por supuesto, dentro del conjunto no puede faltar "assault", que con su rifle de asalto, minas y pistola de rayos se convierte en la clase de mayor poder. Eso sí, todo esto de nada vale si hay alguien que no cumple su función. Si no se retiene al enemigo, se escapará fácilmente; si nadie revive a los caídos, la acción acabará pronto; si no causamos daños intensos a la bestia, será ella la que nos estrujará. El equilibrio es a nuestro juicio, y por estas primeras partidas, prácticamente perfecto. Lo mejor del videojuego, lo que justifica la experiencia.
Supervivencia multijugador
Turtle Rock nos sentenció en una entrevista posterior que se había alcanzado este grado de balanceo en base a una única premisa: jugar durante los ratos libres que encontraban por la noche, tras la jornada de trabajo. Desarrollar, pero también probar el producto, ha sido esencial para idear este "shooter" multijugador, el cual se desarrolla en primera persona si manejamos a los cazadores, y en tercera si controlamos al monstruo.
El videojuego corre bajo la cuarta generación del CryEngine, del cual se ha afirmado ya que comparte pocas cosas con respecto a anteriores versiones, debido a su gran evolución. Desde luego, su potencial nos quedó fuera de toda duda al ser capaz de gestionar un espacio inmenso y con total fluidez, a pesar de tener que manejar la presencia de seres gigantescos y otros tantos animales que pueblan la peculiar fauna de EVOLVE (controlados por IA). Eso, unido a efectos climáticos -la lluvia en este caso- arroja una complejidad gráfica fuera de toda duda.
Los responsables nos comentaron adicionalmente que el título no soportará pantalla partida para evitar el sacrificio de la experiencia visual. Un pequeño matiz para un lanzamiento que nos ha cautivado por el elevado disfrute que nos proporcionó durante las horas que lo probamos. Y os aseguramos que tenemos ganas de más. La próxima parada consistirá en ver más mapas, monstruos, y descubrir cuál es el enfoque de la campaña cooperativa. Por el momento sólo podemos decir que la obra de los estadounidenses promete, con una apuesta multijugador "next-gen" que podría suponer la antesala de lo que nos espera en los próximos años...