Cualquiera al enterarse del lanzamiento de un nuevo videojuego perteneciente a una reputada franquicia, ya sabe lo que esperar. Pero siempre hay lugar para la sorpresa, y en esta ocasión nos la da MotorStorm, que se hace miniatura y radio-control, con una estética y jugabilidad arcade de la vieja escuela, pero sin olvidar nunca su carácter extremo. Te presentamos a uno de los videojuegos que arrancarán motores en PS Vita.
Desde hace cinco años, la serie MotorStorm se ha convertido en uno de los buques insignia de las plataformas de Sony, debido a unas carreras arcade tan divertidas como extremas que ya han conseguido vender más de 6 millones de copias, contando las distintas versiones aparecidas en PlayStation 3 y PSP. Con ello, no es de extrañar que la nueva y prometedora portátil de Sony quiera estrenarse con tal franquicia, de valor reconocido, y que para la ocasión ha tomado una importante decisión: cambiar radicalmente su estilo de conducción.
En efecto, MotorStorm: RC para PS Vita -también estará disponible para PS3- se nos plantea en esta ocasión no como un exponente clásico de la serie, sino más bien como un “spin-off” que nos coloca al mando de coches miniatura radio-control. Todo con la ambientación típica de la franquicia, así como bajo la tutela de los británicos de Evolution Studios (responsables de la saga). Y aunque este parezca el proyecto menos ambicioso de la historia de la compañía, lo cierto es que es el más innovador de todos, al despojarse de su esquema tradicional para impregnarse de un verdadero soplo de aire fresco.
No le venía mal a la serie, desde luego, pero tampoco a los ingleses, que gracias a este concepto de juego con carreras en perspectiva cenital y espíritu “old-school”, van a conseguir terminar el proyecto en un tiempo récord: poco más de un año. Y es que la obra pretende acudir al evento de presentación de la nueva máquina de Sony el próximo 22 de febrero, en formato descargable y sin que ello signifique una mínima pérdida de calidad.
Un MotorStorm en miniatura y radio-control
De hecho, en este punto de desarrollo, MotorStorm: RC presenta un aspecto muy sólido apoyado en un concepto simple, manejar coches radio-control dentro de lo que constituye una experiencia puramente arcade. Todo ello sin renunciar a la identidad de la saga MotorStorm, algo que se resuelve combinando el estilo de conducción clásico acuñado por algunos títulos de los 90 (como el memorable Speed Demons) con los entornos extremos y vehículos “off-road” típicos de la serie de Sony.
A este respecto, el nuevo videojuego para PS Vita ofrece unos números realmente esperanzadores. En total, se nos dejarán manejar hasta ocho tipos de bólidos diferentes (buggies, superminis, coches de rally, muscle cars, camiones, supercars, big rigs y monster trucks), así como pilotar en 16 circuitos comprendidos en cuatro áreas de conducción distintas, al estilo de mesetas desérticas, peligrosas junglas o ciudades urbanas apocalípticas. En pocas palabras, un rescate íntegro de situaciones ya vividas, pero desde una perspectiva muy innovadora.
Así, no esperéis que la naturaleza os golpee con tanta intensidad como en MotorStorm: Apocalypse (lanzado durante este mismo año). Las pretensiones aquí son mucho más modestas, no dejando nunca de lado el aura original pero apostando a la vez por nuevas mecánicas. Por ejemplo, uno de los aspectos más simpáticos del programa -por lo menos en PS Vita- es que los controles analógicos funcionen en imitación a los mandos radio-control de los coches teledirigidos, de forma que un “stick” sirva para girar y el otro para acelerar.
No obstante, lo que más nos ha impresionado del conjunto es que si compramos el juego en una consola también lo tendremos disponible en la otra (sin ningún coste adicional). Esto viene acompañado, adicionalmente, de que si guardamos nuestro progreso en PS Vita podremos retomarlo cuando lleguemos a casa en PS3, ya que la partida se guarda en la conocida como “nube” digital: una gran idea que hace a MotorStorm: RC el exponente con más poder de conectividad en la franquicia.
Y no lo decimos solamente por ese mero detalle. Como es evidente, el videojuego también cuenta con un potente multijugador. Por el momento, la desarrolladora no ha confirmado completamente la presencia de online, pero esa es la intención, creando partidas por Internet para jugar con usuarios de todo el mundo independientemente de que sean poseedores de una u otra máquina (gracias a la tecnología “crossplatform”). Además, se propone un conjunto de herramientas de interconexión que favorezcan la creación de una comunidad de juego, de forma que podamos estar siempre informados de lo que hacen nuestros amigos, de sus tiempos o de los múltiples retos que se propongan. El conocido como Pitwall, un espacio de encuentro para jugadores, cumplirá dicha función.
Eso no quita, sin embargo, que la diversión pueda quedarse dentro de un círculo menos alejado. Para este fin, PS3 se permite la licencia de darnos partidas locales -a pantalla partida- para hasta cuatro usuarios simultáneos. Una gran noticia, a la que se añade la posibilidad de que recibamos múltiples contenidos descargables (en forma de pistas adicionales o vehículos) en el futuro.
Si todavía os quedaba alguna duda del carácter digital de MotorStorm: RC, probablemente ya ha haya quedado disipado, pero todavía hay un motivo más para convencerse, aunque no tan positivo: su apartado gráfico. Ciertamente, en lanzamientos como éste, PS Vita no va a demostrar todo su potencial, pero la verdad es que, aún así, el diseño parece encajar con las pretensiones de los creadores. Sin ánimos de sacar el máximo provecho a la nueva portátil, el estudio británico nos plantea un acabado sencillo pero al mismo tiempo vistoso, haciendo uso de una versión modificada del MotorStorm Engine.
Sólo así se puede comprender que el clásico mundo de la franquicia sea respetado, eso sí, en miniatura, pero con una aceptable calidad de texturas y una sorprendente cantidad de detalles, que van desde los surcos creados por las ruedas hasta los brillantes efectos de iluminación. El cuidado tratamiento del color y ciertos efectos (como la nieve cayendo o el polvo levantándose mientras competimos) ayudan a obtener una destacada apariencia gráfica, muy adecuada al tipo de título ante el que nos encontramos.
Sólo hace falta ver si Havoc gestiona igual de bien las físicas, aunque por lo visto los coches radio-control responderán tal y como los recordamos desde nuestra niñez. Y eso es otra grata característica que se añade a uno de esos productos que, aunque no tengan nada que ver con otros exponentes de su saga, pueden ofrecer diversión, adicción y, sobre todo, una satisfactoria experiencia de conducción. El lado más “old-school” del mundo de las carreras electrónicas llega el próximo 22 de febrero a PS Vita y PS3. Nosotros ya estamos preparando las baterías.