¿Añoras plataformas del estilo de Castle of Illusion para Megadrive? Pues esto te interesa, porque los creadores del destacado Henry Hatsworth se han planteado rescatar en Nintendo 3DS la esencia plataformera de uno de los videojuegos mejor recordados de los años noventa. Saltos, un castillo por explorar y muchos dibujos por hacer en una aventura con toda la magia Disney.
Puede que a muchos de los jugadores actuales les sorprenda esta afirmación, pero en los años noventa los videojuegos inspirados por personajes Disney constituyeron algunos de los mejores plataformas del momento. Duck Tales, Aladdin, El Rey León, Toy Story y, por supuesto, el genial Castle of Illusion. De hecho, el caso de este último título es especial, ya que aunque pasara únicamente por las consolas SEGA, se ha labrado una más que merecida fama, con la cual estarán de acuerdo todos aquellos que tuvieran la ocasión de probarlo en 1990.
Ahora, más de veinte años después, y como un niño que se ha planteado recuperar la magia de aquel juego para seguir hechizando a más usuarios, el director creativo Peter Ong tomó una decisión: rescatar aquel clásico. Así es como nace Epic Mickey: Mundo Misterioso, un proyecto inspirado en aquel memorable juego de la época de los 16 bits, planteándose así como un prometedor regreso a las raíces del simpático ratón.
Eso sí, la obra nunca se olvida que nace también gracias al éxito de Epic Mickey para Wii, cuyas ventas son las directas responsables de que DreamRift (los también creadores del más que notable Henry Hatsworth) se haya animado a darnos un nuevo lanzamiento para Nintendo 3DS. Uno que nunca quiso ser un mero "port" del original; uno que, en palabras de Ong, "hasta Disney nos comentó que les gustaría que fuese algo único y diferente, que aportara una experiencia distinta en cada pantalla". Algo que, en definitiva, aprovechara las características de la última portátil de Nintendo.
Regreso al Castillo de las Ilusiones
Así pues, nos encontramos ante un videojuego de plataformas muy de la vieja escuela. Las semejanzas con el original de Megadrive son evidentes, y no sólo en todo lo que respecta a las animaciones, sino hasta en la forma de atacar de Mickey: saltando y cayendo con su trasero sobre los enemigos. Pero, por supuesto, no todo es igual. Sí, Mizrabel volverá a ser la gran villana del juego, y también deberemos rescatar a Minnie, pero también hay influencias de la serie Epic Mickey.
Como en el título de Warren Spector, aquí vuelve a aflorar la idea del Páramo, ese lugar olvidado dentro del universo Disney donde van a parar los personajes menos exitosos de la compañía. La bruja Mizrabel y su castillo son transportados a tal escenario, con el consiguiente enfado de la antagonista de la aventura y posterior represalia: llevarse consigo a las grandes estrellas del mundo del dibujo animado. ¿Nuestra misión? Parece clara: rescatar a nuestra amada, pero también a nuestros amigos y enemigos.
Mickey no hace distinciones en una aventura donde el verdadero ser a derrotar es Mizrael. Bueno, ella y su castillo, repleto de trampas e irreconocible desde que lo exploramos hace dos décadas. Todo levantado sobre un esquema plataformero que apuesta por los saltos, los enemigos y los jefes finales en una epopeya que, según se nos ha confirmado, "dependiendo del estilo del jugador, podría llegar a durar unas 15 horas, con una dificultad creciente adaptada a todo tipo de públicos".
Pintura mágica
No tenemos nada que reprochar al sistema de juego puramente plataformero. Hay un intento exitoso de mantener lo que hizo grande a Castle of Illusion, sólo que dándonos cantidad de opciones adicionales para acabar con los enemigos. Entre ellos, cabe destacar la opción de formar un remolino con el botón Y y de lanzar pinceladas de pintura/disolvente sobre nuestras víctimas con el botón A. Inclusive, acciones tradicionales como saltar sobre los rivales reciben un gran impulso cuando presionamos el botón B en el momento preciso.
Pero más allá de esto, la verdadera diferencia de Epic Mickey: Mundo Misterioso es que apuesta por la doble pantalla. Marco superior para la acción e inferior para desvelarnos objetos ocultos que podemos tocar y desbloquear. Para ello, sólo tendremos que ponernos a dibujar con el stylus, contorneando un cañón, un rectángulo en forma de elevador o una caja-sorpresa.
La máquina evalúa nuestra precisión y nos premia con tinta dependiendo de nuestra destreza. No obstante, la integración hemos de decir que no nos ha convencido en exceso, y aunque se trata de una característica curiosa, su fuerte presencia desvirtúa el ritmo plataformero. Alternar saltos con dibujos tal vez no haya sido la mejor idea posible, y menos cuando estas pinturas aportan tan poco a la experiencia de juego. Encantarán a los niños, pero al resto de usuarios probablemente les resultarán completamente prescindibles.
Nostalgia audiovisual
No obstante, existen otros elementos que nos han gustado más, como la opción de invocar los conocidos como "bocetos", diversos objetos que podemos colocar sobre cualquier punto de la pantalla para sortear un obstáculo. ¿Que tienes un rival al que no puedes alcanzar sin que te arranque un corazón de vida? Pues puedes colocar sobre él un bloque con pinchos que caerá sin remedio sobre su cabeza. Eso sí, antes deberemos cumplir con el ritual de dibujar su entorno para cargarlo en escena.
Otra novedad importante que Ong nos dio a conocer, es que tendremos una Fortaleza para resguardar a los personajes Disney que rescatemos durante la aventura. Planteado a modo de minijuego, nos plantea visitar a nuestros amigos y enemigos tras cada nivel superado para recibir "quests" (normalmente relacionadas con encontrar objetos durante nuestras partidas), cumplirlas y obtener regalos a cambio, del estilo de "power ups" y hasta dinero para usar en la tienda del juego.
Sin embargo, lo que más nos gustó del conjunto fue el apartado audiovisual. Absolutamente en 2D, Epic Mickey: Mundo Misterioso es un grito de nostalgia a los "sprites" y diseños más noventeros, repletos de colorido y de un encanto especial en todo lo referente a animaciones. El sonido no se queda atrás. No sólo los efectos intentan emular al clásico de Megadrive, sino que la música también lo hace, con muchos guiños al pasado en un lanzamiento que el próximo 23 de noviembre nos demostrará si está a la altura del clásico que pretende homenajear. Por el momento, quedan algunas dudas, pero ya se sabe: Mickey no es un cualquiera.