Bethesda pone en nuestras manos el futuro de Tamriel. Tres facciones se enfrentan por su control en un juego donde la historia es tan importante como cualquier Elder Scrolls, y en el que los jugadores más entusiastas dominarán el porvenir de su raza. Pasamos nuestras primeras horas con el juego de Zenimax Online y te comentamos nuestras impresiones con este prometedor MMO.
Al ponerte a los mandos de The Elder Scrolls Online por primera vez uno se da cuenta de que esto no es un MMO cualquiera; es un juego multijugador Online Masivo desarrollado por Bethesda, que no sólo utiliza su mundo como pretexto para ofrecer una jugabilidad clásica, sino que su primera motivación es trasladar su estilo de juego a un nuevo género. Por eso, uno se sorprende al no moverse con el clásico botón derecho e izquierdo del ratón, sino que se propone utilizar el combinado de teclas WASD de la serie The Elder Scrolls, mientras que el ratón sirve para atacar y protegerse de una forma más orgánica de la que nos tiene acostumbrados el género.
Un Nuevo Mundo
De hecho, The Elder Scrolls Online tiene tanto de la saga como de MMO, de forma equilibrada. En el título podemos entrar en una casa y coger un libro de la biblioteca con toda la información que contienen estos textos. Podemos abrir cajones y armarios y llevarnos su contenido. Podemos hablar con los personajes que pueblan su mundo con un interfaz y selecciones de diálogos directamente inspirado por Skyrim. Evidentemente, no podemos robar armaduras y armas de los enemigos, ya que de esta forma romperías el nivel de progresión del juego, estructurado como cualquier MMO, ofreciéndote misiones y recompensándote con dinero y puntos de experiencia.
Después de tantas horas en la saga caminando solo a veces, incluso, uno está tan metido en su universo que choca ver a otro jugador realizando tus propias misiones. Uniendo todos estos factores, Bethesda ha conseguido crear un mundo propio donde los NPCs no están ahí solamente para ambientar, sino para crear un universo sólido y considerablemente grande, y eso que todavía no se sabe a ciencia cierta qué extensión tendrá el juegO. Nosotros hemos pateado Morrowind.
Lo que sí se sabe es que los planes para Elder Scrolls Online son más grandes de lo que pensábamos en un primer vistazo. El modelo tradicional de facciones se cumple, con tres razas unidas en cada una de ellas: El Pacto de Daggerfall (bretones, guardias rojos y orcos), el Pacto de Ebonheart (nórdicos, elfos oscuros y argonianos) y el Dominio de Aldmeri (khajitas, elfos del bosque y altos elfos). Cada una de las razas tiene un objetivo distinto a cumplir y todas lucharán entre ellas en el PvP. Lo interesante de la propuesta es que Bethesda parece estar intentando aunar esfuerzos para conseguir que todos los jugadores se encuentren en un único y masivo "megaservidor", como EVE Online por ejemplo, de modo que todos los eventos que sucedan a un jugador le acabarán ocurriendo también a todos los demás. Estas propuestas, aunque arriesgadas a nivel de estabilidad de conexión, siempre han dado lugar a grandes hazañas, guerras y sobre todo una sensación de que lo que sucede en tu mundo es permanente y afecta a toda la comunidad.
Pero Bethesda no se ha quedado aquí. Como ya anunció, pretende no sólo poner las armas al servicio del jugador, sino también todo tipo de poderes. El usuario con el rango más alto de cada facción es considerado el emperador y líder de su grupo, y podrá tomar el control de la Ciudad Imperial. ¿Qué significa esto? No sólo tendrás una categoría de héroe con habilidades especiales, sino que tuyo sería el control de las fortalezas y lo bien o mal que gestiones la facción afectaría al resto de jugadores. Una idea muy parecida, de hecho, al concepto que ha propuesto Molyneux con Godus y Curiosity, dando a un jugador la oportunidad de ser un Dios, pero colocando a tres diferentes en The Elder Scrolls Online para que luchen entre sí.
Jugar a The Elder Scrolls Online es no sólo divertido por su parecido con la serie, sino que luce bastante decentemente comparándolo con el resto de juegos del género. Podríamos decir que está a medio camino entre Oblivion y Skyrim tecnológicamente, acercándose más a este último. Su jugabilidad nos ha sorprendido por no conformarse con el sistema de combate tradicional del género, sino que por su propuesta de un ataque complejo en el que tendremos que usar los botones como en cualquier juego de la saga. Su paso a tercera persona funciona mucho mejor, bajando atrevidamente la cámara al hombro del protagonista y colocándole a un lado al más puro estilo Skyrim en vez de en el centro de la pantalla (aunque también se puede usar esta vista). Y no sólo eso, sino que Bethesda ya está implementando la perspectiva tradicional de la serie en primera persona, que hasta ahora se podía usar pero no veíamos nuestro propio cuerpo, convirtiéndolo aún más en un Elder tradicional.
Todos estos cambios lucen bien. El mayor problema que tendrá entonces el juego no será sólo la dura competencia del género, con un World of Warcraft que aun con su pérdida de suscriptores sigue siendo el rey, y con un Guild Wars 2 que tiene encantados a sus usuarios gracias a su sistema sin cuotas. ¿Será Elder Scrolls Online un juego con o sin suscripción? Esa es la pregunta del millón sobre la que la compañía todavía no se ha pronunciado. Lo más lógico sería apostar a que sí, y si no en un futuro no funciona, pasar al modelo Free To Play como muchos otros juegos. ¿La otra mala noticia? El juego no llegará a nuestras costas con una traducción al castellano, y en un MMO que incita a leer las misiones y seguir la historia más que ningún otro juego del género ese puede ser un hándicap demasiado elevado para muchos jugadores de nuestro territorio.