Tenemos un mensaje para ti: Tearaway va a ser una de las aventuras más especiales que hayamos recibido en los últimos años. Media Molecule crea un plataformas único y singular siguiendo con su tradición de innovación tras el exitoso LittleBigPlanet. Y le toca el honor de estrenarlo a PS Vita. Te contamos cómo son las primeras horas de su papirofléxica propuesta.
La presencia en el mercado de PS Vita sigue siendo muy inferior a la de la competencia, y por ello Sony no va a quedarse de brazos cruzados. Uno de los lanzamientos que intentarán ganar la atención del público más portátil es Tearaway, un videojuego que ya levantó expectación por su original propuesta plataformera hace más de un año. Y es que cuando los británicos de Media Molecule (los creadores de LittleBigPlanet) se encuentran detrás de un proyecto, nos podemos esperar de todo menos algo convencional.
Nuestras expectativas sobre el producto hemos de reconocer que estaban encontradas. Por una parte no dudábamos sobre su peculiar belleza artística y conceptual; pero por otro lado nos preocupaba su inocente apariencia, la cual daba a entender que iba a estar más enfocado a un público infantil. Afortunadamente, después de haber probado una versión "preview" del título durante horas, podemos confirmar que nuestros miedos se han disipado totalmente.
Nos encontramos ante una aventura plataformera en la que debemos dejar de un lado los estereotipos, porque no se parece a nada de lo que hayamos jugado antes. De hecho, no debemos tomar la obra como una que se base en saltos ajustados o posea una dificultad endiablada. Este juego no va de eso, sino que es más bien una experiencia novedosa y muy carismática, en la que acompañaremos a un mensajero -chico o chica, según escojamos- para realizar la entrega de una misteriosa carta a un ser muy especial: Tú.
El reino de los Tús
Ya el argumento nos da una primera aproximación sobre el ingenio aplicado sobre Tearaway, que nos invita a recorrer un particular mundo hecho de papel en el que nosotros -los tús- somos los dioses, los que manejan a su antojo todo lo que ocurre allí abajo. La justificación para introducirse en la jugabilidad nos parece fantástico, un auténtico derroche de imaginación que comenzará justo en el momento en que Iota o Atoi (dependiendo del sexo) se pongan bajo nuestro mando.
Los controles son muy sencillos. El stick analógico se emplea para mover a nuestro personaje, mientras que los botones sirven para realizar movimientos que iremos aprendiendo de forma paulatina: como saltar o rodar en forma de bola. En este sentido, se nota que Media Molecule ha querido diseñar un programa destinado al gran público. Aparte de la accesibilidad, cada vez que erramos al superar un obstáculo (ya sea porque nos ataca un enemigo o caemos al vacío) volvemos al mismo punto para intentarlo de nuevo. No hay vidas ni penalización alguna.
Esto podría sorprender, pero no cuando llevamos un tiempo jugando y nos damos cuenta de que este lanzamiento está diseñado como un viaje muy especial, uno irrepetible en el que la magia no sólo se encuentra en la vertiente plataformera, sino en un factor de especial relevancia: la personalización. Así, el periplo se hace muy personal, ya que no sólo tenemos la oportunidad de modificar a nuestro personaje (de una forma muy similar a cómo lo hacíamos con Sackboy), sino también el mundo que nos rodea, y eso incluye a todos sus personajes. Otra vez, los ingleses nos descubren su personal manera de crear videojuegos.
Por supuesto, todo esto no quiere decir que Tearaway se despoje de su naturaleza como aventura plataformera. A este respecto, saltaremos mucho, y acabaremos con nuestros enemigos lanzándolos unos contra otros. Eso sí, el enfoque no es el habitual, siendo muy necesario el uso de la pantalla táctil y del panel trasero tan exclusivo de PS Vita.
En ocasiones tendremos que mover un objeto mediante esta interfaz, o bien despegar una hoja en un árbol para seguir con nuestro camino. De igual manera, existen trampolines que se propulsan tocando la parte inferior de la consola, e incluso podremos acabar con enemigos haciendo que nuestros dedos invadan el espacio de juego. Hasta el micrófono y la cámara forman parte de la diversión, siendo esta última necesaria para fotografiar algunos modelos sin color del escenario (los cuales en realidad son maquetas papirofléxicas que desbloqueamos en cada región del mapeado, y las cuales podremos imprimir y montar si queremos).
El avance es en este sentido muy lineal, también algo corto a través de lo que hemos podido intuir tras estas impresiones, pero no existe poca rejugabilidad. Cada travesía posee un porcentaje de superación, de forma que no se llega al 100% hasta que no hayamos acabado con todos los "pedacitos" presentes -los enemigos del juego- o capturemos con nuestro objetivo cada uno de los modelos papirofléxicos escondidos. También es importante la recolección de confeti, y esto último será muy importante, ya que supone la moneda de cambio para comprar los diversos diseños que podremos aplicar sobre nuestro personaje. No habrá un mensajero parecido a otro.
Con estos principios jugables, Tearaway se nos presenta como una experiencia relajada, sin grandes retos, pero que no por ello deja de ser poco interesante. Más bien todo lo contrario, porque rebosa magia, una basada en la customización, en la oportunidad de modificar el mundo que exploramos. Esta comunicación entre videojuego y jugador es lo que hace grande a lo último de Media Molecule. Nos sentimos parte de la aventura, participando en ella de forma muy activa. Es un grado de interacción que normalmente no se da en la industria.
Aparte, es una obra inteligente, con un universo rico, papirofléxicamente precioso. Desde el punto de vista artístico nos hallamos ante un título muy especial, que es colorido, pero que ante todo presta atención a los detalles, generando un entorno que apetece mucho visitar. Los británicos nos transportan hacia un mundo desconocido, atractivo, cargado de sorpresas. Eso es lo más importante en un lanzamiento que no brillará por exprimir el hardware de PS Vita. No es lo que quiere, ni tampoco lo necesita.
Media Molecule se diferencia, y eso le basta, más cuando genera un entorno con tanto humor, plagado de personajes que hablan de forma ininteligible -con subtítulos en castellano- mientras nos acompaña música de lo más desenfada. Y lo mejor, nosotros, los Tús, seguimos la acción desde arriba, como dioses, sintiéndonos así parte de esta epopeya por hacer llegar el mensaje de Iota / Atoi hasta su destinatario. Un viaje que no podremos emprender hasta el próximo 22 de noviembre, momento en que Tearaway llegue para hacerse un hueco importante en el catálogo de PS Vita.