Pokémon Portales al Infinito: Impresiones jugables

Pokémon Portales al Infinito: Impresiones jugables
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Los "pocket monsters" regresan a Nintendo 3DS, pero siguen sin hacerlo de forma decidida. En su lugar, nos traen otra nueva entrega dentro de la serie Mundo Misterioso donde las mazmorras aleatorias, los diseños laberínticos y las batallas por turnos se dan la mano en una aventura para salvar al mundo. Nos ponemos en el papel de un pokémon para contarte cómo es el salto de la saga a las 3D.

Seguro que el término Mystery Dungeon os resulta familiar. Considerado casi como un género en sí mismo, este tipo de videojuegos ha tenido una larga trayectoria desde el año 1993, momento en que la compañía japonesa Chunsoft se decidiera a crear una serie de títulos basados primero en la licencia Dragon Quest, más tarde en los Chocobo y finalmente en los populares Pokémon.

Un estilo muy peculiar identificó a estas obras, caracterizadas por presentar mazmorras laberínticas que se generaban en tiempo real y de manera aleatoria. Un fuerte énfasis por la exploración y batallas por turnos completaban la forma de estas aventuras, que aunque recurrentemente han destacado por su monotonía (con puntuaciones discretas en medios especializados), siguen cosechando entregas, siendo la última para Nintendo 3DS.

Pokémon Mundo Misterioso: Portales al Infinito llega para sumar un exponente más a esta importante subserie, que ya ha pasado anteriormente por máquinas como GBA o DS. Era pues un buen momento para proponer importantes novedades, como la llegada de los gráficos tridimensionales, aunque hay algunas más. Siempre sin romper con la tradicional fórmula jugable que tantos millones de videojuegos ha conseguido vender en todo el mundo.

Conviértete en un pokémon
La principal novedad es que en esta entrega visitamos la región de Teselia (el escenario de los últimos Pokémon Blanco y Negro). Aunque hay más cambios. En efecto, al iniciar partida ya no tenemos test de personalidad, sino que directamente escogemos al pokémon que queremos manejar. Un pikachu, un tepig, un oshawott, un axew, un snivy... Cinco especies en total para iniciar un periplo donde deberemos, nada más y nada menos, que salvar al mundo de una misteriosa -y suponemos que malvada- fuerza.

Como en anteriores juegos, no estaremos solos. Tendremos un pokémon que nos seguirá a todas partes, así como otra serie de personajes que se irán uniendo a esta encantadora epopeya a medida que avancemos. Una progresión donde tendremos un poblado con tiendas (Villa Reposo) y hasta nuestra propia ciudad que deberemos levantar (Paraíso Pokémon). No obstante, la verdadera acción jugable discurrirá en las más de 20 mazmorras incluidas.

Esto promete ya de por sí una gran duración, más si consideramos que las mazmorras conservan, y en ocasiones potencian, su carácter laberíntico clásico. Además, y como viene siendo habitual en la saga, se generan de forma aleatoria: nunca encontraremos dos con el mismo diseño. Como consecuencia, guiarnos a través del mapa de la pantalla táctil resulta fundamental para no perdernos, así como para hallar la salida a través de las escaleras dispuestas en cada una de las plantas.

Dentro de las mazmorras nuestra misión consiste en derrotar a pokémon y hallar la salida a través de escaleras. Eso sí, recorre bien las plantas, porque no podrás volver atrás.
Dentro de las mazmorras nuestra misión consiste en derrotar a pokémon y hallar la salida a través de escaleras. Eso sí, recorre bien las plantas, porque no podrás volver atrás.

Mazmorras infinitas
El objetivo parece pues claro: llegar al final de las mazmorras y enfrentarnos a su jefe. Una tarea que en esta toma de contacto nos ha parecido tan repetitiva como en el pasado. El hecho de que cada emplazamiento posea sus propias especies de pokémon y de que existan más objetos ayuda mucho a mejorar la experiencia final, pero no de forma definitiva.

Al menos, parece que el sistema de batalla sigue funcionando igual de bien. Recordemos, aquí exploración y combate están integrados, sin llevarnos a las típicas pantallas de los juegos principales de la saga Pokémon. Eso sí, siguen siendo por turnos, nuestras criaturas poseen sus cuatro tipos de ataque e incluso gozan de la capacidad de aprender técnicas nuevas. Por tanto, el toque estratégico existe. Y es que hasta podemos escoger la lista de movimientos del pokémon que nos acompaña.

Adicionalmente, se puede subir de nivel y, por supuesto, tenemos cantidad de ítems a utilizar. Relativo a esto, conviene mencionar lo útiles que nos resultaron los baúles durante esta primera hora de juego. Sirven para guardar partida, algo fundamental, pero también para depositar objetos y dinero. Así, si nos matan, no nos quedaremos con las manos vacías. Y no sólo eso. Gracias a que los baúles están repartidos por toda la aventura -en puntos claves, como antes de un jefe- podremos reabastecernos de una forma cómoda y sencilla.

El sistema de combate se integra dentro de la exploración, con cuatro acciones para nuestro pokémon. Pero no os emocionéis: cada técnica tiene un número de usos limitado.
El sistema de combate se integra dentro de la exploración, con cuatro acciones para nuestro pokémon. Pero no os emocionéis: cada técnica tiene un número de usos limitado.

Cuatro mejor que uno
Otro de los aspectos más positivos ha sido comprobar que el videojuego va a presentar cooperativo -en local- para un máximo de cuatro usuarios. Desconocemos los detalles, pero lo que está claro es que podremos cooperar en la superación de mazmorras del juego. Es una pena que no tengamos opciones online, pero se prometen contenidos adicionales a través de Internet. Asimismo, StreetPass tiene una curiosa función, consistente en compartir ítems de curación con otros usuarios que las necesiten (algo por lo que obtendremos recompensas).

A modo de extra, igualmente pudimos comprobar el funcionamiento de la opción Magnoportal. Aprovecha la cámara de Nintendo 3DS, y en pocas palabras convierte los objetos que enfoquemos -deben ser redondos- en portales que nos faculten para entrar en niveles exclusivamente diseñados para nosotros.

Una importante idea para potenciar la rejugabilidad de un producto cuyo principal reclamo es convertir los "sprites" 2D de sus predecesores en gráficos enteramente 3D. Un cambio que viene acompañado del aprovechamiento de la tecnología estereoscópica (que luce bastante bien), de un gran colorido y de unas animaciones que tienen mucha gracia. En definitiva, nueva apariencia para una aventura que por todo lo demás conserva la fórmula original. El próximo 17 de mayo comprobaremos el resultado del trabajo de Chunsoft para la última portátil de Nintendo.

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