La edición 2013 de Football Manager promete ser una de esas que marcan un punto y aparte en la serie. A los más de 900 cambios de los que presume el título de Sports Interactive se une un modo de juego completamente distinto: Football Manager Classic, una versión simplificada para aquellos que no disponen del tiempo libre suficiente.
Caen las primeras hojas con la llegada del otoño y con ellas llega una nueva entrega de Football Manager. Puntual como cada año, aunque en esta entrega se ha retrasado unas semanas más de lo habitual, el manager de gestión futbolística de Sports Interactive viene dispuesto a asaltar la banca y a demostrar que sigue siendo el rey.
Lo sigue siendo por los motivos que ya todos conocemos: una espectacular base de datos que nos permite hacernos con el control de casi cualquier escuadra de cierta relevancia del planeta, una simulación tan exhaustiva que permite controlar los equipos al dedillo y una representación del planeta fútbol capaz de enganchar a jugadores hasta hacerles perder parte de su vida social.
Todo esto, y algunas cosas más, ha sido Football Manager desde hace un buen puñado de años. La carencia de un apartado visual que justifique las mejoras año a año hace que el título de Sports Interactive dependa en exceso de la batería de mejoras que tengan preparadas para cada nueva edición. A diferencia de un FIFA que se puede sacar de la manga un motor de colisiones o un PES que pueda tirar de fotorrealismo para dar un puñetazo encima de la mesa, Football Manager juega otras bazas.
Así, no es de extrañar que algunos años el juego tienda a ser una actualización de lo visto hasta el momento y en otros estemos ante una completa revolución. De hecho, la filosofía de Championship Manager, antecesor de Football Manager y título desarrollado por el mismo equipo hasta que Eidos decidió desvincularse de Sports Interactive en 2004, mamaba de esa concepción. En lugar de lanzar una novedad cada año, se ponían a la venta actualizaciones para cada temporada y se trabajaba en versiones del juego que aparecían cada cierto tiempo.
Volviendo a Football Manager 2013, la edición de este año es de las que marca un antes y un después. No es la típica palabrería videojueguil, os lo prometemos. La marca no sólo el mogollón de cambios, a todos los niveles, que te demuestran que estás ante un título remozado de arriba a abajo sino el añadido de dos nuevos modos, uno de ellos revolucionario a todas luces.
Football Manager Classic. El tamaño no importa
Es la gran novedad de este año. Una que justifica el cambio en el nombre por sí misma y una tan grande que incluso Sports Interactive ha reconocido por boca de Miles Jacobson, su cabeza pensante, que se ha planteado como un juego independiente de la franquicia.
Sega no ha querido tomar riesgos con esta primera aproximación y Football Manager Classic acompañará a Football Manager 2013, aunque la intención es que en el futuro ambos títulos se vendan por separado. ¿Tan grande es la diferencia?
Sí y no. Football Manager Classic es un FM en potencia, sólo que se trata de una versión muy concentrada, al estilo de esos zumos de naranja con mucha pulpa. Sports Interactive ha partido de un planteamiento básico para crear un nuevo modo de juego en su manager de fútbol: hay un nicho de jugadores que, por falta de tiempo libre, se han alejado del juego o no son capaces de jugar las temporadas que les gustaría a lo largo del año.
El nuevo modo de juego viene a cumplir esa aspiración que los jugadores de la franquicia, con los años, venían pidiendo a gritos. Ya sea por obligaciones familiares, laborales, o porque el tiempo simplemente escasea, Football Manager se había convertido en un título acusado de gigantismo para bien y para mal. En el lado negativo de esa definición se encuentran las casi veinte horas, por ejemplo, que son necesarias para completar una temporada. Si echamos cuentas no es complicado imaginarse que para cubrir un ciclo como el de Guardiola en el Barça, por ejemplo, harían falta unas 80 horas de partida. Ríete de la profundidad de Skyrim.
Football Manager Classic ha sido ideado con esa premisa en mente: reducir el tiempo que se tarda en jugar una temporada y dar al jugador una experiencia más dinámica y fluida. Se ha hecho, obviamente, a costa de recortar la profundidad del título y de simplificar algunos aspectos del mismo. Es un golpe duro para los puristas pero Sports Interactive tiene claro que esta no es la versión hardcore del juego, es una versión destinada a un nicho de mercado muy concreto.
Los cambios de Football Manager Classic se traducen en la simplificación de tareas. El entrenamiento individualizado ha desaparecido, sólo se puede jugar una partida con tres ligas funcionando a la vez y en los partidos, por ejemplo, ya no existe la posibilidad de dar instrucciones sobre el rival o de reunir al equipo para las charlas antes, durante y después del partido.
Estos dos últimos puntos son especialmente sensibles ya que cualquier jugón de la saga sabe que son fundamentales tanto para controlar y aplacar el juego del rival como para levantar la moral de nuestros jugadores y lograr que le den la vuelta a la tortilla en situaciones adversas.
Simula los partidos
La gran novedad en la representación de los partidos en Football Manager Classic es la simulación de partidos. Como si de un PcFútbol se tratara, el juego va a permitir al usuario simular los partidos para poder pasar por alto tanto los duelos irrelevantes como aquellos que, simplemente, no nos apetezca jugar.
No va a ser una simulación pura y dura en la que no demos órdenes al equipo, sino que antes de pasar al partido el juego nos preguntará la mentalidad con la que queremos afrontar el partido: ir a por el empate, una victoria por la mínima, plantear un partido tosco, arrollar al rival… Las posibilidades se ciñen a la gran mayoría de escenarios que estamos acostumbrados a ver.
La implementación de este punto no acaba aquí, ya que en el apartado de tácticas también podremos configurar cómo queremos que se comporte nuestro equipo en los partidos simulados en función del marcador. Escrito puede sonar algo complicado pero en el juego es bastante sencillo: podremos escoger diferentes situaciones (un gol arriba, empate, derrota por la mínima), diferentes espacios de tiempo (últimos minutos, cómo actuar durante parte del segundo tiempo) y lo que queremos que hagan nuestros pupilos (jugar a la contra, mantener el marcador, lanzarse al ataque).
Estos dos puntos dan a la simulación de partidos un toque táctico que logra que no se conviertan en una lotería como podía suceder en los duelos del extinto PcFútbol. En el aspecto negativo, estas órdenes preestablecidas podrían mejorar ya que algunas se dejan importantes espacios por cubrir. Por ejemplo, no podemos dar una orden a nuestro equipo para que la cumpla durante toda la segunda parte sino que habrá que repetirla en diferentes tramos. De nuevo, este punto explica la profundidad del título: Sports Interactive tiene claro que hay muchos partidos dentro de un partido y nos va a dar la opción de integrar cualquier opción posible.
Vistos los pros y los contras del modo Football Manager Classic un hecho sí que queda claro de primeras: las partidas son mucho más rápidas, hasta el punto de que se puede tardar la mitad de tiempo en completar una temporada. A la espera de ver la reacción de los seguidores, la idea parece más que bien implementada aunque queda por conocer la respuesta de ese nicho que perderá profundidad a cambio de manejabilidad.
Tengo un reto para ti
El segundo gran cambio en los modos de juego de Football Manager 2013 es la inclusión de los retos, que no son otra cosa que los escenarios preestablecidos que ya se incluyeron en la última versión del título para iOS y Android y cuyo objetivo es proponer partidas rápidas al usuario que debe lograr unos objetivos concretos.
Entre éstos se encuentran propuestas que todos hemos visto alguna vez durante el transcurso de una temporada. Desde el equipo en crisis al que tenemos que salvar del descenso, un trabajo propio de Javier Clemente, hasta el conjunto invicto al que le quedan pocos encuentros para terminar la liga y quiere hacerlo sin perder un partido.
Son partidas muy cortas, de unas pocas horas de duración y pensadas para disfrutar en una tarde. De hecho, y aunque no estén pensadas como tal, son la excusa ideal para un iniciado a Football Manager que nunca le ha puesto las manos encima al juego y puede sentirse perdido de buenas a primeras en el juego. Ideales, repito, para familiarizarse con el entorno del juego y poder toquetear a gusto, sin miedo a tomar decisiones que puedan afectar a una carrera plagada, esperemos, de éxitos.
¿El único inconveniente? El juego te deja escoger a cualquier equipo para cualquier situación, lo que significa que algunos retos no lo son tanto. Salvar a un equipo como el Real Madrid del descenso con la plantilla que tienen los blancos entre manos no es un desafío, es una obviedad.
Chapa y pintura en el motor 3D
La representación de los partidos sí que ha sufrido modificaciones. El motor 3D no es el punto fuerte del título, cualquier Football Manager palidece ante un FIFA o un PES, pero Sports Interactive nunca ha jugado en esa liga ni ha pretendido hacerlo. Con los años, eso sí, ha ido construyendo un motor con el que pasito a pasito se ha acercado a una representación relativamente fidedigna de lo que pasa en un terreno de juego.
En la edición de 2013 tenemos un porrón de nuevas animaciones que otorgan variedad a esa representación. No estamos ante un resultado gráfico de los que dejan boquiabierto al jugador, pero sí ante un aspecto del juego que cumple con su cometido más que sobradamente: mostrar lo que sucede en el partido y cómo responde nuestro equipo a las órdenes que le damos.
Casi tan importante como esos cambios estéticos en el motor 3D, y que al ampliar la cantidad de animaciones hacen más impredecibles los resultados de las jugadas, es la remozada interfaz gráfica durante los partidos. No estamos ante una revolución ya que las opciones son las mismas que teníamos en la edición de 2012, pero el estudio ha hecho un trabajo en este sentido para lograr que la interfaz sea más limpia y que se puedan dar órdenes al equipo de manera mucho más sencilla que hasta el momento.
Podríamos seguir hablando durante horas de las novedades de Football Manager 2013 pero nos tendremos que guardar algo de cara al análisis. El título de Sports Interactive ya ha mostrado las cartas y la primera impresión da la razón al estudio cuando hablaba de que nos encontrábamos ante uno de los títulos más ambiciosos de los últimos años. El 2 de noviembre saldremos de dudas.